Turrón, el rey de la Navidad

Tanto es así que, a pesar de la inflación y la subida de los precios, sigue siendo un producto muy consumido y demandado. De hecho, el sector turronero cerró 2021 con una facturación de 313 millones de euros, según los datos manejados por Produlce, la Asociación Española del Dulce. Y no solo eso, sino que es un producto que se ha consolidado en países como Reino Unido y EEUU, donde el consumo ha notado un incremento que roza el 20 por ciento en ambos casos.

El turrón es un dulce que sigue ganando adeptos y que no ha pasado de moda, al contrario, se ha sumado a las modas gastronómicas de los últimos tiempos. De hecho, ha irrumpido de lleno en la alta cocina, integrando ingredientes y versiones muy actuales para adaptarse al mercado, aunque quizás no a todos los gustos. Así, de la mano de cocineros tan reconocidos como Albert Adriá, José Andrés o Dabiz Muñoz han llegado hasta nuestras mesas turrones con sabores tan transgresores como el de patatas fritas, el de mojito, el de palomitas de maíz, el de gofre e, incluso, el de donuts.

El turrón en Málaga

En Málaga, nuestros maestros turroneros están trabajando duro desde hace semanas. Aún con el efecto de la inflación llamando a la puerta, el espíritu de llevar lo mejor a los clientes nunca se pierde. Son ellos mismos los que están asumiendo esos costes extra de las materias primas para que el cliente no note la gran subida de precios, que en algunos productos como el piñón nacional es del cien por cien. «Este año hay que hacerlo así», asegura Damián Ramos, de Pastelería Ramos en Caleta de Vélez.

En este obrador llevan apostando desde hace varios años por la elaboración de turrones con productos de la zona. Posiblemente, el más famoso sea el de torta de Algarrobo, un turrón que es producto base de los panettones con los que se han lanzado este año para innovar en su larga lista de productos.

Además de los sabores tradicionales de toda la vida como el de almendra molida tipo Jijona, el de mazapán con nueces y licor de whisky o el pan de Cádiz, en Ramos han apostado por otros sabores más innovadores en los últimos años. De la creatividad de Damián y su primo Sebastián Ramos han salido creaciones como su turrón de piñones con caramelo salado, el de rulo de queso de cabra con nueces pecanas y Pedro Ximénez o el de jazmín con Moscatel tierno de la Axarquía.

Una de las novedades de esta temporada en cuanto a turrón se refiere la tiene Confitería Daver, en Ronda, que junto con la productora de aceites ecológicos LA Organic ha lanzado esta misma semana un turrón de aceite de oliva virgen extra con pan, sal y chocolate con el que quieren sorprender y evocar recuerdos de niñez y meriendas.

El chocolate con naranja o con avellana, las nueces de Macadamia fritas saladas, el mazapán y la yema tostada son algunos de los sabores que trabajan en Daver. En este obrador llevan haciendo turrón desde 1988 y su sabor estrella es el pistacho con cobertura de chocolate, que se ha convertido en el turrón más vendido. David Verdú, propietario de Daver, es un experimentado confitero que supo ver hace unos años el poder de la venta on line y llevará esta Navidad sus turrones a media España. «El último pedido que ha entrado es de Portugal», destaca.

¿Y cuáles son los secretos de un buen turrón? «La materia prima de mucha calidad», coinciden en Ramos y Daver. «Los turrones tienen que estar libres de conservantes y colorantes. Si está bien hecho, se mantiene perfecto», asegura David. «Hay que conocer bien el producto que se maneja y ponerle mucho cariño», destaca Damián. A ambos les quedan aún unos días muy intensos de trabajo, ya que, en un par de semanas empezarán con los preparativos para elaborar roscones de Reyes, y de ahí a San Valentín, Semana Santa y lo que venga. Y es que en el mundo del dulce nunca se para para privilegio de los golosos.