Apuntes de precampaña

El regreso de Pedro Sánchez a Málaga y otros 'bolos' socialistas

El PSOE federal sigue echando el resto para amortiguar nuevos fiascos andaluces en las urnas

Pedro Sánchez y Dani Pérez, el pasado 12 de febrero en Málaga.

Pedro Sánchez y Dani Pérez, el pasado 12 de febrero en Málaga. / GREGORIO MARRERO

Cristóbal G. Montilla

Cristóbal G. Montilla

El regreso de Pedro Sánchez a Málaga está ya a dos vueltas de hoja en este almanaque atravesado de puente festivo. El ambiente de precampaña tiene activada una suculenta cuenta atrás que ha fijado para este martes 2 de mayo, a las seis de la tarde, un nuevo acto de apoyo del líder socialista al candidato a destronar a Paco de la Torre tras casi tres décadas de alcaldías del PP, Dani Pérez.

El mismo escenario. Será en el mismo hotel céntrico -en el NH- en el que el presidente del Gobierno estuvo el 12 de febrero en la presentación como candidato del también secretario general del PSOE de Málaga. Se tratará del segundo ‘empujón’ electoral en un arco temporal inferior al trimestre. Y, entre medias, el goteo de ministros para apoyar al ‘alcaldable’ malagueño no ha cesado. De este modo, el PSOE federal sigue echando el resto para amortiguar nuevos fiascos andaluces en las urnas. Y este retorno de Sánchez será, encima, uno de esos días que los socialistas más apegados a la causa de Dani Pérez están celebrando ya, antes de que llegue, porque el 2 de mayo se cumplen 144 años desde que Pablo Iglesias fundara el PSOE en la taberna madrileña Casa Labra. Al igual que en la visita de febrero, en la que empezó a intuirse que Dani Pérez había fichado para su lista a la periodista Inmaculada Jabato porque ella hizo de cicerone, se espera algún anuncio del presidente. Si aquella vez fue sobre la subida del salario mínimo, en esta ocasión todo apunta a que estará relacionado con una materia tan de actualidad como la de vivienda. O lo que es lo mismo, el tema en el que está centrando Pérez su campaña mientras señala a De la Torre como el culpable del problema que obliga a muchos malagueños a dejar la ciudad para mudarse a sitios más baratos.

La candidatura socialista, frente a la pancarta de Dani Pérez.

Pancarta de Dani Pérez / L. O.

La trianera en los pueblos. La segunda idea del titular de este artículo abriga un ‘homenaje’ encubierto a la campaña electoral paralela que tiene montada en el ámbito rural andaluz Susana Díaz. Como ‘bolos’ suele referirse a sus mítines de fin de semana la política trianera. Lo hace cuando toca un alto en el camino y abona su presencia en redes con algún material que ha llegado a situarla a la hora de la merienda en la casa de una militante de Villanueva del Trabuco. Por ejemplo. Como hacía el ‘primer’ Pedro Sánchez o el posterior, a la postre desahuciado en Ferraz, que tuvo que enfrentarse a su partido como Don Quijote a los molinos. Ya en las primarias andaluzas, la ahora ‘senadora catódica’ quiso ‘hacerse un Pedro Sánchez’ e intentó ganar los comicios internos con el aparato nacional en contra. Como el presidente del Gobierno cuando la derrotó a ella y se abrazó con la fuerza de un ‘Resucitado’ al principal despacho de la sede madrileña del PSOE. Pero a ella la moneda le salió cruz. Y, después de la caída, ha vuelto a levantarse con esa astucia pasional que ha guiado muchos de sus movimientos desde que, como el ‘jefe nacional’, despuntó en las Juventudes Socialistas. Quizás, hasta quiera ‘ser Pedro Sánchez’ si el año electoral le sale demasiado rana a su PSOE del alma. Aunque, consciente de que la casa no debe empezarse por el tejado o que incluso ese tren tan ambicioso ya pasó, lo que realmente quiere es sentirse importante.

Lo que ella considera merecer dentro de su partido. De hecho, hay quien asegura que a quien mira de reojo -como si quisiera adoptar su receta del éxito de antaño- es a Sánchez y no a su sucesor. A un Juan Espadas al que le falta toda la popularidad que usó como patente de corso un Juanma Moreno que empieza a desgastarse. Desde que despertaron como si fuera un sueño de juventud al socialismo con poder juvenil, los caminos de Susana y Pedro se siguen cruzando con mucha más insistencia de la que ellos llegaran a imaginar. De hecho, la sevillana se está guiando por lo que le marca su vocación de protagonismo nacional. A la vez que juega con el plus que le conceden ciertos espacios televisivos en los que aparece y después de haber negociado lo de no ser una más en el Senado, ella no se ha saciado. Está cogiendo posiciones y presionando como sólo ella sabe hacer en los momentos cruciales. Véanse su salida del PSOE andaluz o la reciente reaparición, con ese paseo con el crítico Alfonso Guerra que tanto incomodó a la dirección federal como principal arma. Ella ha elegido los pueblos porque es allí dónde mejor funcionan a día de hoy tanto su perfil como el propio socialismo sureño, cada vez más despegado de las ciudades. Cerca de la pureza que destila el campo andaluz, Susana Díaz se está regalando baños de cariño a la vez que, como los espectáculos de teatro, va cogiendo un rodaje potente su gira. Lo que empezó con cierto aire clandestino y experimental en Villanueva del Rosario a mediados de febrero, cinco días después de la anterior visita de Sánchez a Málaga, ha ido cogiendo vuelo. Se acompaña de un notable despliegue que ha ido creciendo tanto en difusión como en el tamaño de los escenarios y la acogida. También ha ido aumentando la presencia de antiguos compañeros que acuden sin taparse a sus actos. Y ella disfruta cuando se proclaman elogios a los cuatro vientos que le dan el rol estelar que tanto echa de menos. Fue lo que sucedió, hace un par de fines de semana, en la localidad sevillana de Casariche, cuando el alcalde de allí, Basilio Carrión, dijo: «Susana es al PSOE lo que Joaquín al Betis o Triana a Sevilla».

El ‘susanismo’ malagueño. Hoy, dos días antes del acto del 2 de mayo de Sánchez, Susana Díaz estará nuevamente en la provincia de Málaga. Este mediodía, interviene en Almáchar para apoyar la candidatura a la reelección de Antonio Yuste. Un alcalde que, sin ir más lejos, es el responsable de Política Municipal en la ejecutiva provincial de Dani Pérez, con quien la sevillana tuvo un desencuentro cuando él decidió apoyar a Espadas. Su presencia en este rincón de la Axarquía confirma que el vigente ‘rebrote’ de ‘susanismo’ tiene bastantes mimbres malagueños. De hecho, es la provincia en la que más se está prodigando y cuando ha ido a pueblos de Sevilla o Córdoba, han sido por lo general cercanos a Málaga. Mientras tanto, la ejecutiva provincial le quita importancia y asegura que es «una compañera apoyando a otro compañero». Pérez ha sido invitado por Yuste pero su agenda ya estaba comprometida con una trilogía de actos esta misma mañana en Torrox, Nerja y Churriana.

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