Glamour

Deseando quitarnos por fin la mascarilla

El certamen vuelve a confiar en el empaque del Gran Hotel Miramar para desplegar allí su alfombra roja invisible de la pandemia. Una pequeña gran constelación de nombres propios de nuestro cine desfilaron con sus mejores sonrisas. A la espera de que la cita se reencuentre con los fans, nos conformaremos con este paseíllo

La Opinión

De nuevo, tristemente, el Festival de Málaga no ha podido desplegar su tradicional alfombra roja del Teatro Cervantes para que los y las fans de las estrellas del cine y la televisión españolas puedan sentirlos cerca. El certamen ya prescindió el año pasado de una de sus más marcadas señas de identidad, pero apostó por un interesante plan B: los photocalls para prensa en un escenario realmente espectacular, el Gran Hotel Miramar. La cosa, dentro de las limitaciones y reservas propias de esta era pandémica, salió bien y la organización ha confiado de nuevo en esta opción. 

Como el año pasado, claro, el photocall inaugural se caracterizó por las distancias entre invitados y prensa, por las mascarillas, los geles y el termómetro. Pero también por el glamour, los modelazos más o menos acertados y las ganas de desafiar estos tiempos grises de los que, por fin, parece que estamos saliendo.

Nombres propios, los hubo a patadas. Blanca Romero, los malagueños Canco Rodríguez, Ezekiel Montes y Fran Perea, la cantante Brisa Fenoy, Elena Ballesteros, Pilar Palomero (la ganadora de la pasada Biznaga a la Mejor Película y también los principales Goya), Andrea Duro, Pilar Palomero, el televisivo Bob Pop, Fernando Tejero, Goya Toledo, Fernando Cayo, Lucía Jiménez, Melani Olivares, Michelle Calvo, Elena Furiase, Miren Ibarguren, los músicos Kiko Veneno y Niño de Elche, los veteranos Miguel Ríos y Juan Echanove. Todos, desde esa distancia de seguridad que nos protege, convencidos de que regresarán la próxima edición del certamen, la que celebrará sus 25 años, sus bodas de plata, pero ya sin mascarillas.

Llamaron mucho la atención el amarillo tremendo de Blanca Romero, el estilo más que informal de Àlex Monner (pasando total y completamente de las convenciones de un atuendo para la gala que inauguraba la película que protagoniza, El cover), la elegancia atemporal, clásica de Andrea Duro y los pasos de malambo (danza folclórica argentina) de Martín López Lacci, protagonista de Karnawal, coproducción latinoamericana que se presenta hoy a concurso. Primeros destellos de la primera de las, ojalá, últimas alfombras rojas sin la pasión del público del Festival de Málaga.