Crítica

How do you do, fellow kids?

Reseña de 'Matusalén', de David Galán Galindo, en la Sección Oficial Fuera de Concurso del Festival de Málaga

Carlos Areces y Julián López, en 'Matusalén'

Carlos Areces y Julián López, en 'Matusalén' / La Opinión

Víctor A. Gómez

Víctor A. Gómez

MATUSALÉN

Dirección: David Galán Galindo

Guión: David Galán Galindo, Fernando Hernandez, María José Moreno

Reparto: Julián López, Miren Ibarguren, Antonio Resines, Raúl Cimas, Carlos Areces, Elena de Lara

El tiempo ha colocado '21 jump street' (2012) como una de las comedias más perspicaces y preclaras de su década: en ella dos policías recién salidos de la academia, uno guapete y otro frikilongo, se hacen pasar por alumnos de instituto para descubrir la identidad del alumno que está traficando con una nueva y letal droga; en el proceso descubren que el sistema de castas del instituto ha dado un vuelco por completo: se consumó 'La revancha de los novatos' y ahora los nerds son los populares y los Brad y los Chad son repudiados por ignorantes, así que el agente frikilongo se hace el rey del mambo y el otro, el galancillo, se las ve y se las desea para subsistir en el nuevo ecosistema educativo. Y así ha ocurrido, más o menos en general: se ha pasado de la profecía amenazante del 'Sé agradable con los nerds, probablemente en el futuro serán tu jefe' (Bill Gates) al, directamente, perseguir hasta la extenuación lo quirky, lo diferente, lo rarete para destacar entre tantos.

Dice David Galán Galindo, que, supongo, es un friki orgulloso, que hace películas para reivindicarse y muy bien me parece. Otra cosa es que lo haga con talento y sepa exprimir una idea, un concepto. Porque 'Matusalén' es un suplicio (dos horas interminables) que sólo entiende el humor desde la antesala del ridículo y el patetismo para vender un mensaje trillado (sí, otra vez el peterpan que nos va a descubrir que su inocencia nos puede salvar de nuestro conformismo y cinismo); no hay ni un solo gag, ni un diálogo con la chispa suficiente que te haga olvidar que el meme de Steve Buscemi (el 'How do you do fellow kids?') tiene bastante más gracia. Por el camino, un abogado que dice que trabaja en un "buffet" de abogados (aún no sé si es un chiste o una cagada), escenas sobre equipos de debate sobre la política medioambiental de EEUU, secundarios que practican el estrambote (María Barranco y Antonio Resines; por cierto, este hombre sigue empeñado en cargarse el hip hop, después de aquella actuación en unos Goya), una fiesta de chavales filmada igual que como se hacía en los años 90 en las comedias universitarias americanas... Uf, muy jarcor, David.

Y lo peor de todo es que, al final, como no hay humor auténtico, como todo es una astracanada sin ingenio verdadero, el espectador, que debería cómplice de la bonhomía borderline de ese rapero a los 40 que se mete en la Facultad de Periodismo, termina aliado con sus bullies y riéndose no con él sino de él.