Crítica

Turbiedad sin vigor

Reseña de 'As neves', de Sonia Méndez, en la Sección Oficial a Concurso del Festival de Málaga

Una imagen de 'As neves'

Una imagen de 'As neves' / La Opinión

Víctor A. Gómez

Víctor A. Gómez

AS NEVES

  • Dirección y guión: Sonia Méndez
  • Reparto: Andrea Varela, David Fernández, Antía Mariño, Xacobe Bruña, Irene Rodríguez, Diego Caro, Santi Carmena, Jennifer Soto, Adriana Fernández, Lucía Veiga

Uno de los grandes males del actual cine español es, generalicemos, claro, su falta de punch, esa ausencia de contundencia con la que desarrollar sus planteamientos argumentales; hay como, no sé, cierta timidez o, mejor, una notable falta de carácter a la hora de ejecutar las premisas y los conceptos que elige abordar. Y eso se nota especialmente en las propuestas que buscan observar nuestras turbiedades cotidianas como pretende hacer Sonia Méndez en 'As neves'.

A ver, no es cuestión de ponerte burro ni malrollero necesariamente (eso se lo podemos dejar para todos esos autores griegos y centroeuropeos que buscan hacerse un hueco festivalero con relatos extremos y, a veces, gratuitamente deprimentes) pero sí de mostrar cierto vigor y energía a la hora de posicionarte frente a tus historias. Al fin y al cabo, estás tratando un asunto de potencia y calado, el de la desaparición de una cría tras hacerse público entre sus amigos un vídeo sexual (grabado sin su consentimiento); el hecho te exige firmeza en el análisis, contundencia en el relato y, si se puede, ya para aspirar a nota, plantear preguntas incómodas.

Pero nada de eso aparece en una película que no se atreve (¿no quiere, no sabe?) a indagar, con un off, un fuera de campo que a veces dificulta el propio desarrollo de los acontecimientos y bastante puerilidad a la hora de retratar a los culpables de los hechos. Cómo no, Méndez es consciente de su autoralidad ("Ojo, esto no es un telefilme", parece decirnos en esos planos alargados de paisajes nevados o con alguna que otra cámara lenta) y busca un balance entre sugerir y contar pero el relato que nos proyecta no tiene temperatura emocional, no sabe generar estados de ánimo ni apunta más allá del teletipo con el que una agencia de noticias despacharía esta historia.