La gran redefinición del Hombre de Hierro

Conforme pasan los años, la vida de los superhéroes cambian de manera sustancial. Con cada incorporación de un nuevo guionista o un nuevo dibujante, los protagonistas de los cómics suelen sufrir modificaciones, más o menos notables, tanto en su imagen como en su desarrollo. En el caso de Iron Man, su mayor transformación fue propiciada por el talento de tres creadores que hasta el momento de su llegada a la cabecera del Vengador Dorado, a finales de los años setenta, no habían destacado de manera significativa. Bajo el mando editorial de Jim Shooter, Marvel dio rienda suelta a John Romita Jr. (hijo del legendario John Romita) para hacer más atractiva la figura del Hombre de Hierro y propició el encuentro de los guionistas David Michelinie y Bob Layton con el objetivo de remozar las historias del millonario Tony Stark.

Esta conjunción de astros tuvo como resultado una serie de números, ahora reunidos en la colección Obras Maestras Marvel, que redefinió el universo de Iron Man de forma insuperable. La nueva línea editorial de Panini nace con la idea de poner en valor aquellos títulos que, como es el caso, marcaron definitivamente un antes y un después en el ingente catálogo de la Casa de las Ideas. El primero de los tres volúmenes dedicados a rescatar esta gloriosa etapa del cabeza de lata arranca con la traición que sufre Stark por parte de su amada Whitney Frost (Madame Máscara) y continúa con la artimaña planeada por SHIELD para hacerse con el control de su empresa armamentística, la nueva Stark Internacional. Por si esto no fuera poco, la armadura de Iron Man no para de presentar fallos y errores, lo que acaba por provocar la muerte, en la mismísima sede de las Naciones Unidas y ante las cámaras de televisión de todo el mundo, del embajador de Carnelia. En este punto, Tony Stark se muestra abatido por completo y sus demonios internos empiezan a cobrar una tremenda dimensión.

Y aquí radica la genialidad del citado trío creativo: gracias a estas historias, el público dejó de ver al Hombre de Hierro como un justiciero más para comenzar a ser consciente de la capacidad de autodestrucción que puede llevar aparejada la decisión de llevar una vida como superhéroe. Stark se debate entre defender sus ideales y su empresa o luchar contra el mal; abandonar al amor de su vida o desvelar su identidad; confiar en los suyos o estar siempre alerta ante cualquier conspiración… Los números recogidos en este tomo (The Invencible Iron Man #113-#128), además de presentarnos a nuevos personajes que, como Jim Rhodes (futuro Máquina de Guerra) y la joven Bethany Cabe, marcarán el futuro del Hombre de Hierro, son testigos de la feroz lucha interna que se libra en la mente del Vengador Dorado.

Y mientras los problemas no paran de crecer para el adinerado empresario y líder (por el momento) de Los Vengadores, poco a poco, el champán, el whisky escocés, el brandy y otras bebidas comienzan a tener una considerable presencia. Una autodestructiva tendencia alcohólica que desembocará en el popular ‘El demonio en una botella’, un mítico y profundo título con el que se cierra este tomo que, por derecho propio, debe formar parte de la colección de todo seguidor de Iron Man y de cualquier amante de los cómics con mayúsculas.

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