Diario de lecturas

Hola, Astérix, ¿qué tal te va?

Pocos lectores de tebeos no somos lectores de Astérix, y aunque las aventuras de los irreductibles galos que crearon Goscinny y Uderzo han vivido tiempos mejores, creo que es digno de celebrar que se acabe de publicar su álbum número 40. El destino de la aldea gala que aún resiste la conquista romana está ahora en manos de los miméticos dibujos de Didier Conrad y los no menos miméticos chistes de Fabcaro, quien debuta como guionista con este aceptable ‘El lirio blanco’ que Salvat acaba de llevar a las librerías españolas –hay que destacar que el precio del álbum sigue siendo bastante contenido, algo que sus lectores hemos agradecido aupando este volumen al tercer puesto de los libros más vendidos-. Ojalá tengan un gran éxito estas aventuras, y ojalá sirva para que alguna editorial se decida a volver a apostar por publicar al bueno de Spirou, el más modesto de los tres grandes pilares de los tebeos francobelgas, el tercero es Tintín, y que ahora mismo está en el limbo. Y quizá sea el momento de saber si alguien se va a atrever a retomar las trastadas de Mortadelo y Filemón, esos dos huérfanos algo avejentados de los que no sabemos nada nuevo desde la reciente muerte de Francisco Ibáñez. Porque los viejos héroes del papel no tienen por qué morir, y siempre es posible que sus vidas continuadas nos deparen alguna que otra alegría.