Huelga del transporte

El paro del transporte afecta ya al sector alimentario y a la construcción en Málaga

En Mercamálaga el flujo de mercancías baja un 80% y en los supermercados escasea el fresco.La CEM pide al Gobierno medidas «contundentes» para asegurar el reparto

La marcha de camiones, a su paso ayer por el paseo del Parque en Málaga capital. | ÁLEX ZEA

La marcha de camiones, a su paso ayer por el paseo del Parque en Málaga capital. | ÁLEX ZEA / josé vicente rodríguez. málaga

José Vicente Rodríguez

José Vicente Rodríguez

El paro del transporte continúa aumentado a cada día que pasa su impacto en los distintos sectores productivos de la economía de Málaga y ha llevado a los empresarios a reclamar al Gobierno que las fuerzas de seguridad del Estado actúen «de manera contundente» para garantizar la libre circulación de mercancías e impedir lo que consideran acciones «minoritarias y violentas» por parte de algunos piquetes. A día de ayer, la cuarta jornada de paros de la denominada Plataforma en Defensa del Sector del Transporte Nacional e Internacional de Mercancía (un colectivo minoritario al margen de las grandes asociaciones empresariales del sector) había conseguido ya reducir en un 80% la mercancía que entra cada día en Mercamálaga, provocar falta de productos frescos en los mercados y supermercados, reducir el tránsito de granel y carga rodada en el puerto o dejar casi paradas el 70% de las obras del sector de la construcción en Málaga por falta de abastecimiento de materiales.

La jornada arrancó con una marcha de camioneros en la que participaron unos 500 vehículos y que recorrió la avenida de Andalucía la Alameda de Colón, el Muelle de Heredia y el paso del Parque, originado retenciones y cortes parciales durante el horario de mañana. La manifestación no había sido comunicada a la Subdelegación del Gobierno, como es preceptivo y establece la legislación  (como tampoco se hicieron el martes y miércoles, cuando se produjo por la tarde).

El paro de transportes se deja notar ya de forma notable en Mercamálaga, donde el flujo de mercancías ha bajado un 80% entre pescados, mariscos, frutas y verduras. La presidenta de la Asociación de Mayoristas de Pescados de Mercamálaga (Ampesme), Pilar López, dijo que la situación «ha ido cayendo día a día».

«Nos estamos viendo muy afectados porque los transportistas han dejado de proveernos de los productos que vendemos en el mercado, sobre todo del pescado fresco», afirmó. El martes abrieron todos los puestos mayoristas, excepto dos, el miércoles cerraron cinco puestos y ayer cerrado ya cerca de 15 puestos de mayoristas porque «no tenían productos que ofrecer ni clientes». «La gente no está viniendo a comprar por el miedo», añadió.

Por su parte, la propia Mercamálaga informó que el paro «se está desarrollando sin incidencias reseñables en cuanto a orden público y en cuanto a la operativa y funcionalidad de la propia Unidad Alimentaria». El mercado de mayoristas aseguró que la actividad, al igual que el resto de mercados de la red Mercasa, se está prestando «con normalidad, con accesos abiertos y operativos, sin problemas de orden público, salvo alguna situación puntual».

«Venimos trabajando sin incidencias reseñables, aunque las entradas de vehículos para abastecimiento han sido inferiores a las de la semana anterior», admitieron. Según Mercamálaga, «los problemas se están produciendo, principalmente por las dificultades en la salida de mercancía en los mercados de origen, y de las plataformas de consolidación, con una mayor incidencia en pescados y mariscos, y, en menor medida, en frutas y verduras». Con el objeto de mantener el abastecimiento, «se van a intensificar los operativos de seguridad».

En todo caso, la escasez de productos frescos se deja ya notar en los supermercados, con estantes de frutas y verduras semivacíos, muy poca oferta de pescado y falta puntual de otros producíos a partir de ciertas horas del día. En mercados como el de Atarazanas también ha descendido la actividad, con varios puestos cerrados.

El paro del transporte está también afectando ya de forma generalizada al sector de la construcción de Málaga, desabastecido de los materiales básicos para continuar su actividad habitual en los centenares de tajos de obra que hay repartidos por la provincia. La secretaria general de la Asociación de Constructores y Promotores de Málaga (ACP), Violeta Aragón, explicó ayer a este periódico que la práctica totalidad de la obras están afectadas al menos de forma parcial por la falta de suministros, con un 70% de ellas donde los trabajos están ya casi paralizados.

«Muchos transportistas del sector están dejando de trabajar estos días y eso está dejando a las empresas constructoras sin materiales. El paro está afectando desde el lunes, pero cada día es más complicado continuar. No llega ni el hormigón ni el acero, por ejemplo. Todas las obras están afectadas, ya sea de obra civil o de viviendas. Los que pueden están reorganizando tareas para no detener por completo el trabajo, pero otros no están teniendo otro remedio que parar», comentó Aragón, que mostró una «gran preocupación» por el devenir de la actividad si la situación no se reconduce en los próximos días.

En el puerto de Málaga se ha notado una disminución del 30-40% en el movimiento de camiones y una caída de la carga en la conexión con Melilla. En los últimos días, se está observando además una disminución de movimiento de mercancías, principalmente granel y carga rodada. El buque Grit Cement está fondeado, a la espera de entrar al puerto para cargar la mercancía que debe llegar de la cementera.

Petición empresarial

La Confederación de Empresarios de Málaga (CEM) , encabezada por Javier González de Lara, consideró ayer «urgente» adoptar «medidas contundentes» contra aquellas actuaciones «de carácter minoritario y violento que están alterando la libertad de circulación, afectando de forma determinante a la capacidad productiva de las empresas». Por ello, emplazó al Gobierno a «garantizar la libertad de circulación».

La CEM rechazó «enérgicamente» la acción de quienes, «tratan de imponer su visión por medios violentos, poniendo en riesgo la integridad física y los bienes de numerosas personas, trabajadoras y autónomas, que tratan de llevar a cabo su actividad económica con normalidad».

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El delegado del Gobierno de España en Andalucía, Pedro Fernández, insistió ayer en que son «totalmente respetuosos» con el paro de los transportistas, pero criticó la «agresividad excesiva» de algunos piquetes «que no son informativos». «Tengo que lamentar actitudes totalmente reprochables desde el punto de vista social y legal» que «no respetan la libertad de ir a trabajar, la circulación o el movimiento», añadió.

Fernández aseguró que se está asistiendo «a modo de prevención en aquellos nodos logísticos, mercados centrales y zonas de estacionamiento de vehículos para evitar la presencia de piquetes que generen conflictos, agresión o coacción que hace que los transportistas que no se han sumado a la huelga (que son la mayoría) no puedan salir».

«Estamos asistiendo también a piquetes informativos, respetuosos y compatibles con el derecho a huelga, pero en otros casos tienen una mayor agresividad. Se está siendo contundente y hay detenciones y expedientes abiertos desde el punto de vista de sanciones económicas, que tienen que tramitarse en las subdelegaciones, contra aquellos actos que consideramos vandálicos y fuera de la ley, y que ponen en riesgo la seguridad de aquellos conductores que no están en huelga».

Mencionó situaciones como la colocación de materiales en la vía pública, retenciones de carreteras, coacción a los trabajadores, a los que se obliga a bajarse de los vehículos extrayéndoles incluso las llaves, pinchazos de ruedas, apedreamiento en plena circulación o cortes del semirremolque del sistema hidráulico que lo conecta a la cabeza tractora. «Esto es inadmisible; estamos siendo contundentes», apostilló.

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