ITV

Entran en vigor las nuevas pruebas de la ITV: ¿En qué consisten?

A partir de este viernes, todos los vehículos que acudan a pasar su inspección técnica tendrán que pasar dos pruebas adicionales

El mes arranca con novedades para los que tienen que pasar la ITV de su coche.

El mes arranca con novedades para los que tienen que pasar la ITV de su coche. / La Opinión

Chaima Laghrissi

Chaima Laghrissi

El mes arranca con novedades para los que tienen que pasar la ITV de su coche. Y es que a partir de este 1 de julio debes saber que habrá novedades cuando vayas a la inspección técnica de tu vehículo ya que entra en vigor la versión 7.6.1 del manual que regula los procedimientos de inspección de las estaciones españolas y que recoge algunos cambios que afectarán a todos los conductores.

¿Qué cambia?

Todos los vehículos que acudan a pasar la ITV tendrán que pasar dos pruebas adicionales, unas pruebas que vuelven tras la pandemia de Covid-19. Se trata del retorno de la prueba de la diagnosis a bordo del vehículo (OBD) y de la comprobación del estado del troquelado del número de bastidor. 

Qué es la prueba OBD

El OBD es el sistema que permite ver la centralita electrónica del coche conectando a él un ordenador externo. Con esta prueba se comprueba que no hay errores o modificaciones no autorizadas en esa centralita. De hecho, desde hace ya algunos años las ITV recurren a este sistema para comprobar los sistemas de emisiones de los vehículos. Pero no todos los coches deben pasarlo. El Reglamento 2021/392 establece que el diagnóstico del puerto OBD se haga a los vehículos de las categorías M y N (entre los que están los turismos y las furgonetas) homologados para las emisiones euro 5 y euro 6, que corresponde a los automóviles matriculados a partir de 2011.

Comprobación del número de bastidor

Se comprobará de forma exhaustiva el estado del troquelado del número de bastidor. El número de bastidor o VIN, que viene a ser el DNI de cada coche y está formado por una combinación única de 17 dígitos alfanuméricos que identifica al vehículo de forma exacta sin posibilidad de error. Está ubicado en tres lugares: grabado en el salpicadero siendo visible desde el exterior; en la placa del fabricante o troquelado sobre el propio chasis. Lo que se comprueba es la existencia del número de bastidor, que su estado sea el adecuado (que sea legible, que no esté manipulado y que se pueda ver al completo) y que coincida con el número que figura en la documentación.