Urbanismo

Reimaginar Málaga peatonal con inteligencia artificial

Una herramienta estadounidense permite conocer cómo serían las principales calles si fueran peatonales. La UMA cuenta con su propio laboratorio sobre esta tecnología innovadora

Calle Armengual de la Mota transformada en peatonal con una herramienta de inteligencia artificial. | ANDRÉS MATESANZ

Calle Armengual de la Mota transformada en peatonal con una herramienta de inteligencia artificial. | ANDRÉS MATESANZ / Ana Barranco. Málaga

Ana Barranco

Ana Barranco

El Plan Alicia del Observatorio de Medio Ambiente Urbano de Málaga (OMAU) recomienda una ciudad con menos tráfico y más zonas ‘amables’ para el peatón. De ese modo, la guía climática señala que podría lograrse una urbe «más limpia». ¿Y si las principales calzadas de la capital pasarán a ser calles peatonales para los malagueños y turistas?

Hacerlo puede ser más complicado, pero al menos ya podemos imaginarlo. Una herramienta basada en la aplicación de inteligencia artificial (IA) es capaz de crear una simulación de una vía de la ciudad a partir de su imagen original y una serie de términos introducidos en el ordenador.

Dicha aplicación, que recibe el nombre de ‘Stability AI’, es pionera y ha sido desarrollada en Estados Unidos, aunque es de uso libre. Andrés Matesanz es un óptico que se dedica precisamente a probar la eficacia de las aplicaciones de inteligencia artificial en actividades cotidianas. En una entrevista con La Opinión explica cómo funciona la herramienta, que es algo parecido a «un túnel de lavado»: «Por un lado entra una cosa y luego sale por el otro lado otra distinta. Cuando hablamos de inteligencia artificial nos referimos a una red neuronal, es decir, un modelo o túnel de lavado, en el que entra un tipo de dato, se hacen multiplicaciones por dentro y sale otro tipo de dato».

En este caso dicha combinación no es más que la imagen real de una calle de Málaga y una frase o texto « con el que se modifica la imagen anterior». Así se obtiene una escena nueva con la modificación aplicada.

El texto que Andrés utilizó para ‘reimaginar la ciudad de Málaga’ incluía expresiones y palabras como ‘personas andando’, ‘bicicletas’ y ‘árboles’. La utilidad de esta aplicación gratuita es, entre otras, la agilización de la proyección de obras.

Sin embargo, el potencial de la inteligencia artificial no se queda ahí. Tiene decenas de funciones a día de hoy y, además, es una innovación que ha madurado de forma acelerada. Andrés lo compara con construir un edificio: «Hemos inventado la viga hace unos años y ahora estamos construyendo rascacielos cada vez más impresionantes, todo en muy poco tiempo».

Para formarse en esta tecnología, el óptico estudió el Máster en Ingeniería de Software e Inteligencia Artificial de la Universidad de Málaga, que cuenta con un laboratorio específico para el desarrollo de herramientas como ‘Stability AI’.

La UMA, motor de innovación

«Es un espacio que está abierto a investigadores consolidados, investigadores doctorados y alumnos que hacen su Trabajo Final de Grado (TFG) sobre inteligencia articial». Francisco López Valverde es ingeniero informático y uno de los responsables del Laboratorio de IA Aplicada de la Universidad.

Las líneas de investigación en las que trabajan van desde la agricultura de precisión, que trata de hacer más eficiente el consumo de agua en los cultivos mediante el uso de una tecnología que dosifique las cantidades más adecuadas, hasta la medicina.

De hecho, es en esta rama donde el laboratorio, asociado a la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Informática, desarrolla una herramienta pionera en colaboración con el Hospital Universitario Virgen de la Victoria de Málaga. Dicha aplicación estudia la posibilidad de hacer una detección precoz, varios días antes, de un infarto o paro cardíaco.

«A día de hoy a través de sensores, por ejemplo en los relojes inteligentes (...), se consigue recoger hasta 20 o 30 parámetros fisiológicos. Con toda esa información es posible detectar con varios días de antelación un posible episodio de infarto», detalla el profesor de la UMA.

Asimismo, el ingeniero matiza: « El impacto que tiene en la sociedad es importante porque la esperanza de vida se va alargando en los países desarrollados y la incidencia de infarto va subiendo bastante». En este estudio, los investigadores malagueños son pioneros, así como el cardiólogo José García-Pinilla.

La Universidad tiene especial interés en esta actuación en IA que permitiría, en definitiva, poder «salvar vidas» en una sociedad cada vez más longeva.

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