Vivienda

La escasez de viviendas en el litoral atrae a nuevos habitantes a la Málaga en peligro de despoblación

Las agencias inmobiliarias confirman que algunas localidades del interior han dejado de tener casas en alquiler, tras el éxodo de las ciudades que ha generado la pandemia y los altos precios en la capital y otras ciudades costeras. Los pequeños pueblos se llenan de nuevos vecinos

El frenético desarrollo turístico de la capital malagueña y de otras ciudades costeras no ha podido ir acompañado de una mayor oferta inmobiliaria. | GREGORIO MARRERO

El frenético desarrollo turístico de la capital malagueña y de otras ciudades costeras no ha podido ir acompañado de una mayor oferta inmobiliaria. | GREGORIO MARRERO / FRAN EXTREMERA. MÁLAGA

Fran Extremera

Fran Extremera

La falta de viviendas libres en la Costa del Sol beneficia a la Málaga en peligro de despoblación. Así lo certifican agencias inmobiliarias situadas en el interior de la comarca de la Axarquía, en la Vega antequerana y en otras localidades de la Sierra de las Nieves, la Serranía de Ronda o el entorno del Caminito del Rey, en el Valle del Guadalhorce.

Con una inflación galopante y un desarrollo turístico que está por encima de la construcción de nuevos inmuebles, más de una veintena de pueblos que hasta ahora tenían el fantasma de la despoblación muy presente han encontrado en sus nuevos colonos un cambio de tendencia. La pandemia ha propiciado que muchas localidades pequeñas dejen de tener casas en alquiler.

Pero detrás de este esperanzador éxodo hacia el interior quedan aún muchos retos por delante. Para asentar y fijar al territorio tanto a los nuevos repobladores como a los nativos más jóvenes hay que mejorar los servicios de estos pueblos. Las quejas de alcaldes y dirigentes locales pasan por la necesidad de evitar el progresivo cierre de sucursales bancarias, la mejora de las comunicaciones viarias y de telecomunicaciones, así como la puesta en marcha de ayudas para que puedan permanecer abiertos bares o pequeños comercios.

En plena batalla contra la despoblación, con Málaga a la vanguardia del país por sus buenos números, la Diputación puso en marcha a finales del pasado año el certamen Tu Iniciativa Tiene Valor. El montante de 20.000 euros en premios para territorios con municipios en riesgo de despoblación tiene como objetivo «poner el foco e impulsar las potencialidades de la Málaga rural», como recuerda la vicepresidenta segunda y diputada de Innovación Social y Despoblamiento de la Diputación, Natacha Rivas.

Fue una segunda edición de un concurso que ya en 2021 recogió «más de un centenar de propuestas». Para Rivas es importante premiar el espíritu emprendedor y creativo de la provincia malagueña. Tienen cabida proyectos, productos y servicios, «con o sin base tecnológica, que surgen desde el emprendimiento y la innovación» en los municipios de la provincia de Málaga de menos de 20.000 habitantes: «Especialmente va dirigido a aquellos que registran mayor tasa de despoblación durante la última década», alega.

Precisamente se cumple este año el cuarto aniversario de la primera de las manifestaciones de la denominada Revuelta de la España vaciada, que se remonta a 2019. Por entonces se produjo una oleada nacional de movilizaciones sobre una problemática que justo ahora vuelve a las portadas, ante la necesidad de reforzar los mecanismos de apoyo al mundo rural.

A juicio de sus impulsores y portavoces, con Teruel Existe como voz en el Congreso de los Diputados, fueron muchas las promesas, pero la brecha en términos generales «no ha disminuido, sino que incluso se ha acentuado. Y algunos indicadores certifican tales afirmaciones.

A pesar de la creación de un Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, apenas se han adoptado medidas que reviertan esta situación radicalmente injusta. Las instituciones autonómicas tampoco han afrontado decididamente el problema de la despoblación y el abandono del mundo rural», sostienen.

Uno de los debates más recurrentes es el de los megaproyectos energéticos, «con inmensos parques solares o con gigantescos campos de aerogeneradores que están colonizando nuestro paisaje», defienden estos colectivos rurales en un escrito nacional.

La Transición Energética, expresan, no puede convertirse en una «transición injusta, a costa de las comunidades campesinas, para beneficio de empresas con sede social en provincias e incluso países lejanos y ajenos a los territorios donde producimos la energía y que sufrimos la expropiación de nuestras tierras para seguir alimentando un modelo energético cuestionable, especulativo e insostenible», relatan.

Sin embargo, en la provincia de Málaga, el nuevo marco inmobiliario en la provincia sí que arroja más luz que en ningún otro rincón de España en la batalla contra esa creciente despoblación.