Metro de Málaga

El metro de Málaga conectará las grandes infraestructuras sanitarias cuando llegue al Civil

La línea 1 enlaza con el Hospital Clínico y Barbarela, y acerca al Regional y al CARE José Estrada - La ampliación de la línea 2 llevará hasta un nudo de tres complejos, incluidos el Materno Infantil y el futuro tercer hospital - El suburbano, matrícula de honor en accesibilidad

Una joven accede al metro en su silla de ruedas desde la parada de la Universidad.

Una joven accede al metro en su silla de ruedas desde la parada de la Universidad. / L.O.

Ana I. Montañez

Ana I. Montañez

El metro de Málaga ya llega al Centro de la ciudad, a la Alameda Principal, sumando dos nuevas paradas, Guadalmedina y Atarazanas, que conforman una red de casi 14 kilómetros en un par de líneas que suman 19 estaciones.

A estas se agregarán progresivamente hasta 2027 otras tres paradas, Hilera, Trinidad y Hospital Civil, que completarán la prolongación de la Línea 2, el próximo objetivo de este medio de transporte urbano.

Junto a las previsiones de aumento de la demanda de pasajeros, de las expectativas de mejora de la rentabilidad del suburbano, de los nuevos retos que afronta esta gran infraestructura, hay una realidad que salta a la vista solo de unos pocos: todas las grandes infraestructuras sanitarias de la ciudad estarán conectadas mediante el suburbano.

En la línea 1, el Hospital Clínico cuenta con parada a los pies de su aparcamiento, Barbarela -Centro de Especialidades San José Obrero- también tiene parada propia y el Hospital Regional -antiguo Carlos Haya- queda a unos 400 metros de la estación de Carranque. Con la nueva extensión hasta la Alameda, el CARE José Estrada queda a unos 700 metros desde la estación de Atarazanas.

En cuanto a la línea 2, tendrá un papel fundamental en esa conexión de la red hospitalaria mediante raíles, con su extensión desde Guadalmedina hasta el Hospital Civil, por lo que acercará a los malagueños a tres centros hospitalarios, incluyendo el Materno Infantil y el futuro tercer hospital.

Una de las personas que han sabido verlo es Alfredo de Pablos, presidente de la asociación Málaga Accesible, que el mismo día de la inauguración del nuevo tramo compartía con este periódico con gran emoción lo que supone este avance en transporte público y sostenible para las personas con movilidad reducida u otro tipo de discapacidad, desde visual, auditiva, orgánica o cognitiva, además de para la población anciana.

«Casi más importante es tener una dotación adecuada a tiempo que la movilidad urbana nos favorezca a tener pequeños hospitales o pequeñas dotaciones sanitarias que no tengan todos los medios. Los que somos pacientes lo valoramos, quizás el público no lo entienda», celebra De Pablos, que calcula que más de 300.000 personas se verán beneficiadas en la capital. «Es muy importante la movilidad, es lo que te acerca. Si tú vas, por ejemplo, por la Carretera de Cádiz y vas a las nueve o las ocho y media de la mañana, o un poquito más tarde, ves a mucha gente mayor que ya no tiene que coger dos o tres autobuses sino que simplemente se sienta en el metro y te pone en el aparcamiento del Clínico» .

El presidente de Málaga Accesible pone otro ejemplo, en este caso, con el Hospital del Guadalhorce, que depende del Clínico.

«En Guadalhorce no tienen todas las especialidades así que la gente cuando viene de Coín lo hace tan fácil como que coge el autobús, la deja en la estación, baja al metro y se pone en el Clínico. Le cuesta menos trabajo llegar al Clínico que al Guadalhorce a pesar de que está más lejos porque tiene mejores comunicaciones».

Asimismo, Alfredo de Pablos destaca que el metro es un «ejemplo» de accesibilidad a nivel nacional, que le valió un premio por parte de la asociación a finales del año pasado.

«Porque a parte de cumplir la legislación, que ya es mucho, tienen un diálogo constante para las personas con discapacidad para mejorar», insiste.

De hecho, en el simulacro de emergencias que se realizó en la estación de Atarazanas los días previos a su apertura al público, De Pablos cuenta que participaron personas con diferentes tipos de discapacidad, algo insólito hasta ahora en el resto de metros del país.

«Eso no se ve en ningún sitio de España. Siempre se tiene en cuenta la silla de ruedas pero no las distintas discapacidades, que un sordo, un ciego, tienen problemas, lo que pueda pasar una persona con problemas cognitivas en una situación de tumulto».

Inauguración de la ampliación del metro de Málaga hasta el Centro

La ampliación del metro de Málaga hasta el Centro se inauguraba a finales de marzo. / Álex Zea

El Palo, excluido

No obstante, este acercamiento a las infraestructuras sanitarias de la capital a través del metro tiene aún carencias importantes y es su exclusión del poblado barrio de El Palo, junto a otras zonas de la ciudad.

De Pablos expone que aunque el barrio contará dentro de poco con un CARE que estará listo el próximo año, los paleños tienen complicada la conexión con los dos grandes hospitales de Málaga, con un trayecto en transporte público de entre 40 y 50 minutos en bus.

«Cuando necesiten una consulta especializada fuera del rango de lo que es médico de familia sí es cierto que lo tienen más difícil para llegar. Parece que es baladí pero es muy importante».

Taxis adaptados

En contraposición a las facilidades del metro, De Pablos recalca el mal funcionamiento de los taxis adaptados de Málaga, un elemento fundamental para las personas con discapacidad cuando deben acudir a una consulta o prueba diagnóstica.

«Los taxis accesibles que son furgonetas no atienden en muchísimos casos a nuestras llamadas. Es el peor servicio de toda España».

A finales de año, el Área de Movilidad del Ayuntamiento de Málaga publicó una instrucción para controlar que los taxis adaptados cumplen con el servicio para personas con movilidad reducida y no priorizan solo a los viajeros en grupo, como denuncian desde Málaga Accesible. Las multas por incumplimiento van desde los 1.300 a los 2.600 euros.

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