Balance

Un chat que puede salvar vidas y mantiene la esperanza en los jóvenes

La Asociación Teléfono de la Esperanza de Málaga hace balance de la nueva herramienta para el acompañamiento emocional que ofrecen por chat a jóvenes con tendencias suicidas

Responsables del Teléfono de la Esperanza hacen balance de la herramienta para ayudar a jóvenes con tendencia suicida.

Responsables del Teléfono de la Esperanza hacen balance de la herramienta para ayudar a jóvenes con tendencia suicida. / M. M.

María Matas

Con motivo del primer aniversario de la propuesta preventiva contra el suicidio en jóvenes, “El Chat de la Esperanza”, la Asociación Teléfono de la Esperanza de Málaga ha reunido a medios y colaboradores a modo de “celebración”.

Como bien apunta uno de los voluntarios asociados, Eduardo Bensabat, a pesar de la tristeza que pueda suponer la cantidad de personas necesitadas de apoyo y comprensión, es importante echar un vistazo al lado positivo del proyecto, a esa ayuda que pueden ofrecer a las personas con tendencias suicidas o autodestructivas.

La vicepresidenta y creadora del Chat, Aurelia González, asegura que además de tender la mano a ciudadanos en situaciones de crisis, también lo hacen a sus familiares y personas cercanas.

Con 26 voluntarios y 11 individuos de prácticas actualmente en Málaga, el reciente proyecto dirigido a jóvenes de hasta 29 años, cuenta con un horario limitado, siendo de lunes a viernes, de 18:00h a 24:00h, mientras que la atención telefónica está en funcionamiento las 24 horas del día, los 365 días del año.

La asistencia por Chat se ve acotada debido a la falta de personal de apoyo. Por ello es esencial la incorporación de nuevos perfiles que permitan atender en todo momento los mensajes recibidos por la aplicación “Conéctate.social”.

Asimismo, se atienden llamadas sin ningún tipo de catalogación, como ocurre en la aplicación móvil, únicamente dirigida a jóvenes. Esta división nació tras advertir que los adolescentes no solicitaban ayuda. Con esto en mente, consideraron crear un programa especial que les resultase cercano, llegando así a la digitalización.

Con más de 5.400 personas atendidas este último año, coordinadores y orientadores instan a que la ciudadanía no pierda la esperanza y levanten el teléfono.