Ahorro energético

La depuradora del Atabal se pasa a la energía fotovoltaica para reducir las emisiones de CO2

Una central fotovoltaica generará electricidad para su autoconsumo, lo que supondrá emitir 2.400 toneladas menos de dióxido de carbono

Placas solares.

Placas solares. / L.O.

Ana I. Montañez

Ana I. Montañez

La ETAP El Atabal, la depuradora que acabó con el problema histórico de la mala calidad del agua potable en la ciudad, se pasará a la energía fotovoltaica para reducir el consumo de electricidad así como sus emisiones de efecto invernadero.

En concreto, se instalará una "central fotovoltaica" tanto en la cubierta como en la parcela de las instalaciones de El Atabal, así como en la cubierta del depósito de abastecimiento de Teatinos.

Esa energía renovable se destinará al autoconsumo de estas dependencias, suponiendo un ahorro de electricidad del 17,5% así como una rebaja en las emisiones de CO2, dióxido de carbono, de 2.400 toneladas al año.

En término económicos, el ahorro total sería de unos 4,6 millones de euros durante los 20 primeros años de vida útil de la planta, cuyo funcionamiento puede prolongarse hasta los 30 años.

Esta depuradora entró en funcionamiento en 2004 para optimizar la calidad del agua potable de Málaga, que arrastraba el problema de las aguas salobres que emanan del manantial de Meliones y que vierte al embalse del Guadalhorce.

La desalación de El Atabal "permite tratar un caudal de 165.000 m3/día, obteniendo un agua catalogada de máxima calidad", según se recoge en el informe de necesidad del contrato de obras. "Sin embargo, esta instalación requiere un consumo eléctrico muy elevado de 30 GWh/año, con el consiguiente incremento de gasto en la factura eléctrica y la emisión de 11.900 t/año de CO2eq".

Presupuesto y plazos

Emasa ha sacado a concurso las obras para instalar estas placas solares, un proyecto que cuenta con financiación europea, a través de los fondos Next Generation.

La actuación tiene un coste estimado, con impuestos incluidos, de 3.623.925,76 euros. A mediados de mayo, Emasa informó que había recibido una ayuda de 1,5 millones de euros que había solicitado el pasado mes de enero para este proyecto. El contrato tiene una duración de seis meses.