Las previsiones en la Costa del Sol apuntan a un verano con menos turismo nacional que en 2022. No obstante, el crecimiento de las visitas internacionales situarán a la provincia en un nuevo máximo histórico de viajeros y de pernoctaciones. Y el descenso de los visitantes nacionales será menos acusado de lo anunciado inicialmente, gracias a la enorme oferta cultural que Málaga atesora con los grandes festivales. Así lo relatan los operadores consultados, justo en un fin de semana en el que se celebran simultámenamente dos macroeventos estivales ya consolidados, Starlite y Marenostrum, junto al Weekend Beach de Torre del Mar, el Brisa Festival y el novedoso ciclo de la Cueva de Nerja, que se complementa en la capital con el 101 Music Festival.
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Según la patronal hotelera Aehcos, puede hablarse sin ningún rodeo de «burbuja de festivales y de eventos culturales en la provincia». Porque de hecho algunas promotoras no han podido alcanzar el 75% en la venta de entradas y se han celebrado citas «a pérdidas», sólo compensadas por la aportación privada en términos de patrocinios y de acuerdos a largo plazo para futuras ediciones. «Tenemos también las ferias de los pueblos, con grandes artistas, así como los ciclos de festivales que albergan recintos como el autocine de Málaga», manifiesta Tomás García, que se ha especializado en atraer jóvenes de otras regiones de España a apartamentos turísticos vinculados a los macrofestivales.
Aehcos recuerda que cada vez son más los jóvenes que recalan en la Costa del Sol atraídos por la amplísima oferta de conciertos. Y detrás de los escenarios, promotoras andaluzas que están detrás de algunas de estas acciones culturales. Espectáculos Mundo, por ejemplo, impulsó en 2022 un nuevo recinto para más de 2.000 espectadores, de la mano de la Subdelegación del Gobierno en Málaga y del Ayuntamiento de Nerja, en la cavidad que cada año recibe a casi medio millón de turistas.
El tradicional Festival de Música y Danza se ha convertido en un largo ciclo de conciertos, que se extiende como Starlite o Marenostrum a lo ancho de todo el calendario de julio y agosto, donde se dan la mano grandes artistas internacionales y nacionales. Nombres propios como los de Raphael, Luz Casal, Miguel Poveda, Pastora Soler, Niña Pastori o las malagueñas Vanesa Martín, María Peláe y Diana Navarro coinciden en el cartel con Les Luthiers en su gira de despedida.
Grandes artistas en pocos días
Pero esta misma semana han coincidido Alejandro Sanz en la capital con algunos de los grandes reclamos de una nueva edición del Weekend Beach. En las playas de Torre del Mar, el pasado año más de 100.000 personas disfrutaron de un macrofestival que esta vez presenta a Maluma junto a Carl Craig, Fangoria, Dellafuente, Delaossa, Mala Rodríguez, Editors, Sidecars, SFDK o La Casa Azul. El vocalista de este último grupo, Guille Milkyway, subraya que en la provincia malagueña, como lugar cosmopolita, se dan la mano multitud de artistas y de formaciones de la más distinta naturaleza, lo que enriquece mucho al espectador.
«La globalización no implica que nos traguemos todo. Pero yo mismo un día puedo ver a Maluma y otro a cualquier otro artista que no tiene que estar en mis mismas coordenadas. Y Málaga da envidia ya no sólo por el clima, por la manera de funcionar. Está preparada para funcionar», asegura a este periódico.
Para las últimas semanas del verano también está previsto en la Costa del Sol el Cala Mijas 2023, que irrumpió en septiembre del pasado ejercicio para contribuir también a la desestacionalización en cuanto a julio y agosto. Esta vez incluirá a bandas del calibre de Arcade Fire, The Strokes o Florence + The Machine. Y es que la oferta no deja de crecer año tras año.