Crónicas de la ciudad

Un oasis de sombra en la calle del Marqués de Ovieco

En la segunda calle que en Málaga homenajea a Blas de Lezo tenemos desde comienzos de siglo un farallón de ficus que frena los embates de las olas de calor 

Los ficus de la calle Marqués de Ovieco, la semana pasada.

Los ficus de la calle Marqués de Ovieco, la semana pasada. / A.V.

Alfonso Vázquez

Alfonso Vázquez

De 1928 es un plano de Málaga en el que, como si se tratara de uno de los confines más remotos de la Tierra, se mencionan allá por lontananza las barriadas de Suárez y la de Victoria Eugenia, pues ni caben en el plano. 

Detalle del plano de 1928

Detalle del plano de 1928 / A.V.

Esta segunda, un barrio de casas mata junto al arroyo de los Ángeles vertebrado por la plaza circular -a tono con los edificios curvos- de Eduardo Dato, lleva el nombre de la entonces Reina de España, que en esa década visitó con bastante frecuencia Málaga y sobre todo su madre Beatriz de Battenberg, hija de la reina Victoria de Inglaterra y asidua del hotel Príncipe de Asturias, hoy Miramar, por motivos de salud. 

La división municipal de los barrios ha adjudicado al barrio de enfrente, Parque Victoria Eugenia, muy posterior en el tiempo y del que hablamos ayer por un muro desaparecido, un grupo de casas mata separadas del barrio Victoria Eugenia por la calle Marqués de Ovieco, la larga vía que conduce hasta el Camino de Suárez

El marqués de Ovieco, por cierto, no es otro que Blas de Lezo, que en el callejero de Málaga es una vía paralela a la del marqués situada a muy pocos metros, aunque la de Lezo luzca ese nombre desde finales del XIX y la del marqués desde los años 60 del siglo pasado. De cualquier forma, aquí tenemos otro caso de un personaje inmortalizado en dos ocasiones en las calles de Málaga. 

Y, en estos días en los que el terral y las olas de calor nos evocan una ciudad que se ha dejado el horno abierto, apreciamos más que en ningún momento del año el regalo de la sombra y la consiguiente bajada de las temperaturas. 

Detalle de los ficus.

Detalle de los ficus. / A.V.

Por eso, en mitad de Marqués de Ovieco, al otro lado de la barriada de Victoria Eugenia, hace las funciones de auténtico oasis una frondosísima agrupación de ficus que da la bienvenida a cualquier paseante náufrago. 

La isla verde se empezó a formar a comienzos de este siglo, una gran mejora para una calle que a finales de los 70 o inicios de los 80 todavía era un (soleado) carril de tierra, como tantas calles de la Málaga de entonces. 

El emplazamiento de la ‘agrupación de ficus’, muy próxima a la Parroquia de Nuestra Señora del Pilar, aprovecha la cuesta de la calle para conformarse a modo de enorme farallón vegetal frente al embate de los grados centígrados, las olas de calor. 

Vista del soleado parque infantil.

Vista del soleado parque infantil. / A.V.

Mucho más desguarnecido está el parque infantil separado de los ficus por la calle Matachel escoltado, da la impresión, por un brachichiton. Una lona mejoraría la situación. En todo caso, es un alivio toparse en julio con los vecinos ficus salvadores. 

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