Sanidad

Los enfermeros podrán prescribir anticoagulantes orales a partir de ahora

El presidente del Colegio de Enfermería de Málaga afirma que esta medida supone un beneficio para el paciente que no necesitará acudir al médico para, por ejemplo, para renovar la prescripción  

Hasta ahora, podían recetar medicamentos para heridas, hipertensión, diabetes y quemaduras y ostomías

Una enfermera en su puesto de trabajo

Una enfermera en su puesto de trabajo / arancha tejero. málaga

Arancha Tejero

Arancha Tejero

A partir de ahora, los enfermeros podrán prescribir anticoagulantes orales después de que el Ministerio de Sanidad publicase la Guía de Anticoagulación Oral en el Boletín Oficial del Estado (BOE), el pasado 5 de agosto. Esta sexta guía, que cuenta con la aprobación unánime de la Comisión Permanente de Farmacia y con el visto bueno del Consejo General de Enfermería y la Organización Médica Colegial, se suma a las cinco anteriores de diabetes, hipertensión, heridas, quemaduras y ostomías, que definen los medicamentos, sujetos a prescripción médica, que los profesionales de la enfermería pueden dispensar.

Desde el Consejo Andaluz de Colegios de Enfermería han recordado que estos documentos, además de precisar los diferentes medicamentos sobre los que los enfermeros pueden dispensar, sirven como guía para orientar las actuaciones de los profesionales de la enfermería, en este caso en el tratamiento anticoagulante, ya la hora de iniciar su uso, modificar la pauta, prorrogar o suspender el tratamiento.

«Es una noticia muy positiva porque se da respuesta a una de las vías clínicas que los enfermeros de Andalucía llevamos ya realizando mucho tiempo», afirma el presidente del Colegio Oficial de Enfermería de Málaga, José Miguel Carrasco, que subraya que Andalucía ha sido pionera en esta cuestión, ya que, desde hace tiempo, los enfermeros de la comunidad venían encargandose en los centros de atención primaria y hospitalarios del control periódico de la sintomatología y de toda la cuestión relacionada con anticoagulación oral.

«Con esto, se da una normalización a nivel nacional y abre un pequeño paréntesis del que no disponíamos, que era la indicación o la prescripción, de manera que el paciente no tenga que ir al médico para esa renovación continua de la prescripción, ni que tenga que estar pasado de consulta en consulta», afirma Carrasco, que aclara en todo momento que el medicamento ha tenido que ser prescrito inicialmente por el profesional de la medicina.

Los anticoagulantes orales están destinados a pacientes que tienen riesgo de desarrollar un trombo, por algún tipo de patología previa, como una trombosis venosa periférica, por padecer alguna valvulopatía cardíaca u otra patología que requiera que el rango de coagulación sea más alargado para tratar de evitar el desarrollo del trombo. Así lo explica el presidente del Colegio de Enfermería, que subraya que esta medida permitirá facilitar al sistema sanitario una mejor atención y un mejor control de una serie de productos que requieren una serie de visitas continuas, como es el caso de los anticoagulantes.

En este sentido, Carrasco hace hincapié en que los principales beneficiados son los pacientes. «Los profesionales de enfermería, dentro de nuestra carrera profesional, tenemos los créditos de formación en farmacología suficientes para desarrollar este tipo de prescripción colaborativa o incluso otros productos de prescripción», afirma el presidente, que apunta que «lo único que queremos es una prescripción dentro de nuestras competencias». Asimismo, destaca que existen una serie de incongruencias dentro del ámbito de la prescripción, como el hecho de que puedan prescribir el ibuprofeno 400, que también puede comprarlo libremente cualquier ciudadano, pero no pueden prescribir el ibuprofeno de 600 miligramos.

Con la publicación en el año 2015 del Real Decreto 954/2015, que regulaba la indicación, uso y autorización de dispensación de medicamentos y productos sanitarios por parte de los enfermeros, se dejaba abierta la posibilidad de desarrollar guías clínicas con las que se pretendía, según Carrasco, que la atención al ciudadano dentro del ámbito de la prescripción fuese lo más racional y adecuada posible. Desde entonces, son seis las guías publicadas, incluyendo la última de anticoagulación oral, que se suman a los productos no sujetos a prescripción médica que también pueden dispensar.

Respecto a la cuestión de seguir ampliando el número de guías, desde el Colegio de Enfermería de Málaga, consideran que «hay que desarrollar todo aquel ámbito en el que la competencia de enfermería llegue al máximo de su plenitud, y eso pasa por el desarrollo de la prescripción». Su presidente Carrasco insiste en que los enfermeros no tienen «ansia o una necesidad» de mandar al ciudadano con una receta a la farmacia, «lo que queremos es facilitar el tratamiento y el control de todos los ciudadanos».

Por su parte, el Consejo Andaluz de Colegios de Enfermería reclama a las administraciones competentes seguir ampliando la aprobación de nuevas guías para mejorar el seguimiento, control de tratamientos y monitorización de resultados en salud, así como para prevenir complicaciones «y maximizar la eficiencia y efectividad de la atención sanitaria y los tratamientos que derivan de la misma», según han manifestado en un comunicado.

Asimismo, recalcan que la guía será una herramienta fundamental para atender a los pacientes de una forma integral «ya que además de optimizar las competencias de los enfermeros, ayudará a educar a pacientes y cuidadores sobre el manejo de medicamentos además de fortalecer una atención sanitaria centrada en las personas».

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