Recordar a los estudiantes antifranquistas de Málaga

«Es un tema desconocido para mucha parte de la sociedad malagueña y hay que potenciarlo, además de reivindicarlo, porque estuvimos ahí», cuenta José Coriat.

Este economista ceutí estudió la carrera en la Facultad de Económicas del Ejido entre 1969 y 1974 y pasó 20 días en la prisión provincial tras ser detenido el 19 de diciembre de 1973, por formar parte de una manifestación estudiantil clandestina en Carranque a favor de la Democracia. Al día siguiente, ETA asesinó a Carrero Blanco. 

De la universidad a la cárcel franquista

José Coriat, que narró su experiencia y la lucha estudiantil contra Franco en su reciente obra ‘Memoria de una detención. Nosotros no matamos a Carrero Blanco’ (Ediciones del Genal), verá cómo mañana miércoles 25 la Universidad de Málaga homenajeará a los estudiantes malagueños que lucharon contra Franco. Será a las 11.30, con un acto en el Rectorado del Parque que incluirá el descubrimiento de una placa en el exterior, casi mirando a la esquina norte de la Aduana donde se encontraban los calabozos de la comisaría, otro lugar de detención y tortura durante la dictadura.

La petición al rector

«Todo esto nace de un grupo de Whatsapp de antiguos estudiantes de los 60 y 70, un movimiento paralelo a los inicios de la Universidad de Málaga. A partir de ahí formamos una comisión que planteó un escrito al rector de la UMA en julio del año pasado, con el deseo de hacer un homenaje al movimiento estudiantil. Será la primera universidad que lo haga», resalta el profesor de Secundaria jubilado Francisco Capilla, que estudió Filosofía en Málaga a partir del curso 73/74 y recuerda que en esos años, «cualquier acción, cualquier protesta se transformaba en una lucha política». 

Francisco Capilla resalta además que, para lograr el reconocimiento que recibirán mañana, el rector José Ángel Narváez nombró una delegación formada por los vicerrectores Tecla Lumbreras, Juan Antonio García Galindo y Francisco Murillo, los dos primeros, antiguos estudiantes antifranquistas «y han tenido un papel muy importante». 

Del mismo curso de Filosofía que Francisco Capilla fue María Dolores Acosta, futura bibliotecaria y luego presidenta de la Asociación de Vecinos del Centro Antiguo, quien comenzó militando en el Movimiento Democrático de Mujeres del que comenta que «en principio no es que tuviéramos una reivindicaciones muy feministas porque en el fondo lo primero que sabíamos era que teníamos que romper la dictadura para conseguir los mismos derechos que el hombre». 

La deuda pendiente

Para José Coriat este reconocimiento era «una deuda» pendiente, porque «de alguna forma pusimos un granito de arena en conseguir la Democracia». Además, apunta que este homenaje no es sólo para los estudiantes antifranquistas de la época, «también es reconocer parte de la propia historia de la Universidad de Málaga». 

El pasado junio, además, el Rectorado ya acogió la jornada ‘Movimiento estudiantil y memoria democrática’, con una conferencia a cargo del catedrático de la Universidad de Sevilla Alberto Carrillo y una mesa redonda moderada por el profesor de la UMA Fernando Arcas, que también ha formado parte de la comisión. 

El próximo objetivo, editar un libro colectivo de recuerdos que les gustaría que fuera editado o coeditado por la Universidad de Málaga. 

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