Entrevista | Marcelo Gullo Escritor y politólogo

«El dato histórico mata la leyenda negra. No hay leyenda rosa»

El conocido autor argentino, Premio Bernardo de Gálvez 2023, presentó ayer en la Sociedad Económica de Málaga su último libro, ‘Lo que América le debe a España’ (Espasa), en el que reivindica el legado español, al tiempo que vuelve a combatir la leyenda negra. 

Marcelo Gullo, ayer en la Alameda Principal de Málaga.

Marcelo Gullo, ayer en la Alameda Principal de Málaga. / A.V.

Alfonso Vázquez

Alfonso Vázquez

El conocido escritor y politólogo Marcelo Gullo (Rosario, Argentina, 1963) recibió el martes en Málaga el Premio Bernardo de Gálvez que le otorga la Asociación Bernardo de Gálvez, por desmontar en sus obras la leyenda negra contra España. Ayer aprovechó su estancia en la capital para hablar de su último ensayo sobre el legado español en América, que presentó en La Económica. 

¿Qué le dice a los críticos que aseguran que usted transforma la leyenda negra en rosa?

Les diría que el dato histórico mata la leyenda negra. No hace falta exagerar nada porque los datos están ahí. Si la leyenda negra fuese cierta y España vejó, explotó y aniquiló a los pueblos originarios, los primeros que tenían que haberse sublevado en 1810 tenían que haber sido las masas indígenas. Sin embargo, vemos cómo en la última batalla, la de Ayacucho (1824), que decide la suerte de España en América con dos bandos, en un solo bando -el del ejército realista- había indios: de 6.000 hombres, 5.000 son voluntarios quechua hablantes. Y cuando el ejército fue derrotado, las masas indígenas continuaron su resistencia en lo que se llamó la guerra de los castillos, con una bandera que decía ‘por Dios, por la Patria y el Rey’ y lucharon hasta 1830. Para demostrar que no fue una excepción, la mayor oposición que tuvo Bolívar fue la de los indios guajiras, que sólo fueron derrotados cuando Bolívar consigue 5.000 soldados británicos. No hay leyenda rosa sino la exposición de datos históricos concretos, lo que ocurre es que la exposición de esos datos es tan increíble, fue tan increíble la obra de España en América que parece una mentira. La mayoría de los españoles que iban ahí, por supuesto no eran ángeles sino hombres, pero estaban movidos por un gran idealismo. Quienes dicen que hago leyenda rosa en realidad no tienen coraje, son unos cobardes, son materialistas sin un solo ideal en la cabeza y piensan, como el ladrón, que todos son de su condición.  

¿Pueden encontrarse sus obras en librerías de América?

En ningún lugar, tampoco en Argentina. No sé si es censura previa. Por lo menos es llamativo. Ni siquiera en México, donde tuve un debate con el presidente López Obrador, porque me insultó en un discurso y le contesté con dos cartas abiertas. Le decía que esto se soluciona fácil: tenga el coraje de hacer como hizo Carlos I o Carlos V, convoquemos en una ciudad neutral, en Ginebra, usted elija cinco historiadores y yo cuatro y ahí discutimos una semana delante del público para ver quién tiene razón. Por supuesto no respondió. También le dije que era muy valiente insultando a España y pidiendo al Rey que pidiera perdón pero no tenía coraje para decirle a ningún presidente de EEUU que le devuelva el 60 por ciento del territorio mexicano que EEUU le robó y no cualquier cosa: California y Texas, la primera convirtió a EEUU en el principal productor de oro del mundo y la segunda en el principal productor de petróleo del planeta.

Acaba de recibir el Premio Bernardo de Gálvez, ¿se conoce en América la ayuda de España a la independencia de EEUU?

No se conoce para nada porque EEUU pagó a España su participación en la guerra traicionándola, con una puñalada en la espalda y le quitó Cuba y Filipinas que no querían independizarse. 

¿Y qué le debe América a España?

Quisiera contestarle con la frase de un hombre que sólo un loco podría acusar de nacional católico, de 'troglodita' de la derecha y ultramontano. Es un hombre que se enfrentó al imperialismo norteamericano pistola en mano, el más importante antiimperialista de América Central, César Augusto Sandino, que decía que antes veía «con protesta la obra colonizadora de España»y ahora «con profunda admiración» porque España «nos dio su lengua, su civilización y su sangre» de ahí que dijera:«Nosotros más bien nos consideramos como españoles indios de América». Por si esto fuera poco me gustaría nombrar a Fidel Castro, a quien nadie puede acusar de 'cavernícola' de la derecha. Fidel dijo:«Queremos seguir siendo esta maravillosa mezcla de españoles, de indios, de africanos. Nos sentimos privilegiados por eso. Es lo que nos dio la historia» y recalcó que quería seguir siendo «parte del alma de España». Y la mujer antiimperialista más importante de la historia de Hispanoamérica, Eva Perón, manifestó que «La epopeya del descubrimiento y la conquista es, fundamentalmente, una epopeya popular. Somos, pues, no solo hijos legítimos de los conquistadores sino herederos directos de su gesta». 

¿Habría sido muy distinta la América hispana si la empresa de Cristóbal Colón la hubiera patrocinado la corona inglesa?

Cuando mi universidad, la Universidad Nacional de Lanús (Buenos Aires), le entregó el doctorado honoris causa a Evo Morales, le dije: presidente, si en lugar de España hubiera llegado a América del Sur Inglaterra, estoy seguro de que yo estaría dando clase en esta universidad, pero también que usted no estaría recibiendo el doctorado honoris causa sino como están los navajos, los apaches y los comanches, en una reserva de Estados Unidos, borrachos, porque las reservas son en realidad campos de concentración. 

¿Qué papel jugó la Iglesia en América?

La Iglesia jugó un papel extraordinario. ¿Por qué se le oculta a los jóvenes españoles e hispanoamericanos que cuando España llega a América no era un paraíso?, era un infierno donde reinaban el canibalismo y la antropofagia. Y llegan unos hombrecitos, los frailes descalzos, los franciscanos, para predicar un Dios de amor, no uno que pedía 20.000 personas al año para ser sacrificadas en los altares, como hicieron los aztecas. Cuando los indios escucharon que había un Dios del amor frente al del terror, escogieron el Dios del amor. 

¿Ha tenido el indigenismo algún papel en la pervivencia de la leyenda negra?

La leyenda negra fue funcional a Inglaterra y a las oligarquías locales contrabandistas que querían comerciar con los británicos. Cuando tras las guerras civiles ganan las oligarquías locales, crean los ministerios de Educación y explican que España es el horror, para justificar su alianza contra el enemigo histórico de la Hispanidad. Así que en América la leyenda negra nació por la derecha, no por la izquierda. Esa mentira se diluyó en el tiempo hasta 1930, cuando la Internacional Comunista ordena a los partidos comunistas reflotar la leyenda negra para crear, se entiende, odio a España, odio a la cultura común, reflotar el indigenismo y crear repúblicas indígenas que desestabilizaran el ‘patio trasero’ de Estados Unidos. En los 60, Castro, que no era antihispanista sino proespañol, se alía con la Unión Soviética y se puso el traje ‘negro legendario’. Son los servicios de inteligencia cubanos los que hacen que un libelo, el libro de Galeano ‘Las venas abiertas de América Latina’, se transforme en best-seller.

¿Tiene España alguna responsabilidad en la situación actual de la América hispana?

Sí hay una y gigantesca, porque España es el único país del mundo que ha creído la historia que sus enemigos cuentan sobre su nación. Es imposible imaginar a un francés de 1914 creyendo la Historia de Francia contada por un alemán. España cree la historia que sus enemigos escriben de ella e internacionaliza la leyenda negra. Y la verdad, hoy hay un conjunto de militantes políticos disfrazados de profesores e investigadores que mienten en la universidad, que critican la conquista española en América porque en realidad, critican la unidad española que detestan. Piensan que toda la Historia de España fue un error y trabajan para que se divida y balcanice.  

Suscríbete para seguir leyendo