Entrevista | Miguel Guerrero Psicólogo clínico

"Se estima que alrededor de 1 de cada 5 personas desarrollará un cuadro depresivo en su vida"

El psicólogo clínico malagueño Miguel Guerrero advierte de la importancia de saber identificar los síntomas de la depresión, sobre todo en la adolescencia, y pedir ayuda profesional

Advierte de que Andalucía cuenta con una media de 3 psicólogos clínicos por cada 100.000 habitantes, una cifra insuficiente si se quiere ofrecer una atención de calidad, accesible y pública a toda la población

Empastillados: 1 de cada 4 españoles consume antidepresivos casi a diario

Depresión infantil y de la adolescencia: cómo identificarla y qué pasos dar para su correcto tratamiento

Miguel Guerrero, en la entrada de su consulta en el Hospital Costa del Sol.

Miguel Guerrero, en la entrada de su consulta en el Hospital Costa del Sol.

Arancha Tejero

Arancha Tejero

Cada 13 de enero se celebra el Día Mundial de la Lucha contra la Depresión, un trastorno que, solo en España, afecta a casi tres millones de personas. Miguel Guerrero, psicólogo clínico y coordinador de la Unidad de Prevención e Intervención Intensiva en Conducta Suicida (UPII Cicerón), advierte del aumento progresivo de los casos de depresión, que afecta a personas de todas las edades, géneros y clases sociales en todo el mundo

¿Por qué está considerada la depresión como la primera causa mundial de discapacidad? 

En primer lugar, por su alta prevalencia global y, en segundo lugar, porque muy frecuentemente la depresión coexiste con otras condiciones médicas y psicológicas. La depresión no se manifiesta de la misma manera en todas las personas. Existe una gran diversidad de síntomas a nivel emocional, cognitivos y conductual. Una persona afectada de depresión suele sentir tristeza persistente, falta de interés o placer, sentimientos de culpa, baja autoestima, dificultades de concentración... Por todo esto, la depresión puede afectar significativamente la capacidad de una persona para llevar a cabo actividades diarias, trabajar, mantener relaciones interpersonales y disfrutar de la vida. Con esto quiero decir que el nivel de sufrimiento que genera este trastorno psicológico, unido a la alta interferencia que puede tener en diferentes ámbitos de la vida personal de quien lo sufre, lo convierte en una auténtico reto en salud pública y un desafío para la salud mental mundial.

Aproximadamente, ¿cuántos malagueños acuden a las unidades de salud mental por este motivo?

Sin duda, junto a los trastornos de ansiedad, es de las demandas de atención y tratamiento más frecuentes que recibimos en los dispositivos de salud mental comunitarias. La depresión es un trastorno común dentro de la población clínica que atendemos. No en vano, se estima que alrededor de 1 de cada 5 personas desarrollará un cuadro depresivo en su vida. Casi el 40% de los pacientes experimenta su primer episodio depresivo antes de los 20 años. 

¿Han detectado un aumento en los últimos años?

Los estudios e informes de diferentes instituciones públicas y privadas nos están alertando de un aumento progresivo en las últimas décadas de diagnósticos de depresión, afectando más jóvenes, mujeres y colectivos socialmente vulnerables. 

"El antidepresivo realmente no tiene la efectividad que nosotros pensamos"

¿Por qué estamos cada vez más deprimidos? 

La sociedad está cada vez más agotada, insatisfecha y en gran medida desencantada o entristecida. Repito, no debemos confundir estos sentimientos con un trastorno por depresión, pero lo cierto es que algo está pasando. Los aspectos culturales, sociales, económicos y políticos juegan un papel determinante en el aumento de este malestar emocional. Vivimos en entornos cada vez más contaminados, menos espacios verdes y de socialización, una sociedad más desigual, donde mantenemos empleos precarios, consumimos más y más pero no nos sentimos satisfechos, aumentan los consumos de drogas, pantallas, apuestas, comemos peor a pesar de tener más información sobre estilos de vida saludables, somos más sedentarios y nos cuesta desconectar de las responsabilidades... Malestar y cansancio son dos «quejas estrella» en nuestro tiempo. Hay que reflexionar sobre ello. 

Se dice que las mujeres, en concreto, tienen un 50% más de riesgo de sufrir depresión ¿a qué se debe?

Efectivamente la evidencia sugiere que, en general, la depresión es más prevalente en mujeres que en hombres. Hay varios factores que podrían contribuir a esta disparidad de género, desde factores biológicos, psicosociales o culturales. Las mujeres a menudo enfrentan presiones adicionales relacionadas con roles sociales, como la carga desproporcionada de responsabilidades familiares, expectativas culturales y sociales, discriminación de género y violencia de género. También, las mujeres pueden estar más dispuestas a buscar ayuda y hablar sobre sus problemas emocionales, lo que podría llevar a una mayor detección y diagnóstico de la depresión en comparación con los hombres.

¿La tendencia a la depresión se hereda?

La predisposición genética puede influir en la susceptibilidad a la depresión, lo que significa que hay una cierta tendencia hereditaria. Si tienes antecedentes familiares de depresión, es posible que tengas un mayor riesgo de experimentarla. Sin embargo, la genética no es el único factor determinante, ni siquiera el más importante en mi opinión.

Miguel Guerrero, en la entrada del Hospital Costa del Sol.

Miguel Guerrero, en la entrada del Hospital Costa del Sol. / .

¿Cuáles son entonces las causas más habituales por las que se sufre depresión?

La depresión como cualquier otra afectación es multicausal. Sabemos que las personas que vivencian traumas, acoso, abusos o cualquier adversidad en edades tempranas del desarrollo tienen más predisposición o vulnerabilidad para padecer depresión y otros problemas de salud mental en la adolescencia o la vida adulta. También influye padecer enfermedades físicas crónicas o altamente incapacitantes. Llevar un estilo de vida poco saludable, los condicionantes sociales y económicos (precariedad laboral o financiera), ciertos rasgos de personalidad, como la baja autoestima, o el consumo de sustancias (alcohol fundamentalmente), entre otros. 

¿Qué señales pueden darnos la pista de que podemos estar sufriendo una depresión? 

La depresión puede manifestarse de diversas maneras y las señales pueden variar de una persona a otra. Sin embargo, existen algunos síntomas comunes que podrían ser señales de alerta o alarma de la depresión. Las personas que sufren depresión expresan sentimientos persistentes de tristeza o desesperanza. Manifiestan pérdida de interés o placer en actividades que antes solían ser placenteras. Pérdida o aumento significativo de peso sin razón aparente, cambios en los patrones alimenticios, alteraciones en el sueño. Es común también la fatiga y pérdida de energía. Pueden aparecer sentimientos de culpa o inutilidad, dificultades de concentración, un ánimo irritable, irascible sin motivo aparente, y un mayor nivel de aislamiento social. Si alguien que conoces muestra signos de depresión, es crucial buscar ayuda profesional. Los profesionales de la salud mental, podemos realizar una evaluación adecuada y recomendar un plan de tratamiento. No sufras solo.

¿La depresión afecta también a los adolescentes? 

Desgraciadamente sí. Afecta también a la población infanto-adolescente. De hecho, la adolescencia y la juventud son períodos de la vida en los que las personas pueden ser particularmente susceptibles a problemas de salud mental, incluida la depresión. Durante esta etapa, se producen importantes cambios biológicos, psicológicos y sociales, lo que puede aumentar la vulnerabilidad a los trastornos mentales. Es esencial reconocer los signos de depresión en adolescentes y jóvenes, ya que pueden manifestarse de manera diferente que en adultos. Algunos indicadores pueden incluir cambios en el comportamiento o en el rendimiento escolar. La irritabilidad también puede ser más evidente en adolescentes que en adultos. Yo recomiendo a que si existe sospecha que un adolescente o joven está experimentando depresión no se minimice ni dramatice, pero se anime al joven a buscar ayuda profesional. 

"Si alguien que conoces muestra signos de depresión, es crucial buscar ayuda profesional"

En Málaga se produce un suicidio cada 48 horas, ¿existe una relacion directa entre la depresion y el suicidio?

Con total contundencia contesto que no. El suicidio es una conducta humana compleja, multidimensional y muticausal, y no existe un único factor que contribuye directamente a un comportamiento suicida. El suicidio no es un síntoma de la depresión y son dos fenómenos independientes pero interrelacionados. La presencia de una depresión no es una condición suficiente ni necesaria para la conducta suicida. Dicho esto, sabemos que padecer depresión es un factor de riesgo para el suicidio (aumenta el riesgo de ideación, intentos de suicidio y fallecer por esta causa). La mayor parte de las personas que sufren depresión no van a morir por suicidio, pero ciertamente, entre la población con conductas suicidas previas o suicidios consumados, la depresión está presente en una alta proporción. Es decir, sufrir depresión aumenta el riesgo de suicidio en quien lo sufre, sobre todo si no recibe el tratamiento adecuado, se demora la consulta a un profesional o no se garantiza un seguimiento óptimo en los servicios de salud especializados.  

¿Cómo se combate la depresión y conductas suicidas desde la Unidad Cicerón? 

Desde su puesta en marcha en 2020, más de 550 personas han sido atendidas en la UPII Cicerón. En esta muestra (personas con ideación suicida o que han realizado un intento de suicidio reciente) la sintomatología depresiva está presente en un 67% del total. Cuando existe un diagnóstico de depresión además de poner en marcha las técnicas y estrategias de reducción del riesgo suicida propias de la UPII, existe la coordinación con la USMC de referencia para valorar iniciar una terapia específica para este trastorno. En muchos casos, los pacientes ya acuden con un diagnóstico o tratamiento previo, pero lo habían abandonado por diferentes motivos. Se tiende a pensar de manera errónea que tratando la depresión se elimina el riesgo suicida o desaparece la conducta suicida. En la UPII se pone en marcha una terapia focal para la reducción del riesgo suicida independientemente de las intervenciones dirigidas a mitigar la psicopatolgía clínica. 

¿La depresión tiene cura?

Sin duda. La depresión es un trastorno tratable, y muchas personas experimentan mejoría significativa con el tratamiento adecuado. Sin embargo, es importante comprender que la recuperación puede ser un proceso gradual, y la duración y la efectividad del tratamiento pueden variar según la gravedad de la depresión y otros factores individuales.

¿Hay suficientes psicólogos en el sistema público para poner solución a esta realidad?

En absoluto. Estamos muy muy lejos de afirmar esto. Es frustrante saber que tenemos el conocimiento, las herramientas, estrategias tanto de prevención como de intervención basadas en la evidencia y perdemos efectividad por falta de personal especializado en nuestro SSPA. La media de psicológicos clínicos por cien mil habitantes en nuestra CCAA es de 3/100.000. En España alcanza los 6/100.000 y la media europea supera los 18/100.000. Apostar por la inclusión de más psicólogos clínicos, aumentar las plazas de formación PIR y ofertar psicoterapia de calidad, accesible y pública en nuestro sistema de salud es clave si queremos mejorar la atención de nuestra población. 

La venta de los antidepresivos ha aumentado un 250% en las últimas dos décadas en España, ¿cómo interpreta este incremento? ¿Cada vez los necesitamos más o se está generando una dependencia hacia los mismos?

Hay una paradoja y es que con ese aumento de los antidepresivos lo esperable era que la prevalencia de la depresión disminuyera y, sin embargo, justo lo contrario. No solamente no disminuye, sino que la cifra de prevalencia va en aumento. Luego eso nos hace darnos cuenta de que el antidepresivo realmente no tiene la efectividad que nosotros pensamos. Segundo que es una medida muy fácil y accesible en el sistema de salud, pero que encubre otras deficiencias, como, por ejemplo, no tener profesionales que tengan tiempo y espacio para hacer psicoterapia, que sí que ha demostrado efectividad en los cuadros depresivos. También haría una reflexión sobre la incapacidad de la población de drenar su propio sufrimiento en su entorno natural y recurrir a la expectativa de que un fármaco va a conseguir poder reducir mi malestar. Se quiere algo rápido y se quiere ya. Y ahí entra el efecto de marketing de la farmacéutica, que ha conseguido introducir en el imaginario colectivo que los antidepresivos generan felicidad. Los antidepresivos son un tratamiento que tiene su evidencia para ciertos casos, pero ese incremento es totalmente desproporcionado a la situación de la salud mental que vivimos ahora. 

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