Violencia machista

La violencia de género digital ya afecta en Málaga a adolescentes de 12 y 13 años

La delegada provincial de las políticas sociales de la Junta de Andalucía, Ruth Sarabia, alerta de que el control de la pareja con las nuevas tecnologías se produce a edades cada vez más tempranas

Una adolescente ante su teléfono móvil.

Una adolescente ante su teléfono móvil. / EFE

Cristóbal G. Montilla

Cristóbal G. Montilla

La violencia de género digital afecta cada vez a más adolescentes en la provincia de Málaga, y en algunos casos las chicas que son víctimas de este nuevo tipo de violencia machista llegan a tener 12 o 13 años.

Así lo confirmó la delegada provincial de Inclusión Social, Juventud, Familias e Igualdad de la Junta de Andalucía, Ruth Sarabia, al alertar de que el control de la pareja a través de las nuevas tecnologías se produce a edades cada vez más tempranas: «Desde hace un par de años estamos viendo un incremento de los casos de violencia, no tanto violencia física pero sí de control a través del móvil, de la violencia verbal, o del tema del sexting a través de las redes sociales y todo lo que tiene que ver con las nuevas tecnologías; y, sobre todo, estamos viendo que está afectando a edades cada vez más tempranas porque empezamos creando un grupo de atención psicológica para chicas menores de 20 años, pero ya estamos atendiendo a menores de incluso 12 y 13 años también».

Según expuso Sarabia, esta ciberviolencia de género «es algo que les está sucediendo, en algunos casos, muy frecuentemente y que se empezó a ver en jóvenes de 17 y 18 años». «Pero ahora mismo niñas que empiezan su primera relación con 13 o 14 años también nos transmiten ese control que las parejas están teniendo sobre ellas a través de los dispositivos tecnológicos y el uso de las redes sociales», añadió.

Aumento en 2024

Esta realidad, según indicó Sarabia, está quedando patente en los datos provinciales, una vez que el año pasado se atendió «a 142 menores que habían sido víctimas de distintos tipos de violencia de género» y «en los tres primeros meses de 2024 la cifra de nuevos casos ya ascienda a 46 chicas menores de edad», lo que evidencia un aumento de la tendencia.

«Obviamente, no es algo que sólo está ocurriendo en la provincia de Málaga sino que es algo generalizado, pues estamos viendo que el mal uso de las nuevas tecnologías de alguna manera se está estandarizando y lo que se ha propuesto por parte de la consejería es hacer acciones concretas; además de los grupos con los que ya estamos trabajando con atención psicológica, información y asesoramiento tenemos un convenio con la asociación Amuvi, que también atiende a menores», detalló.

En línea con la campaña de concienciación contra la ciberviolencia de género recientemente impulsada por la Junta de Andalucía, Sarabia explicó que «estas niñas o jóvenes con las que se está trabajando cuentan lo que les ha sucedido y, ahora, el mayor número de casos procede del control que la pareja ejerce a través del móvil, las redes sociales u otro tipo de dispositivos».

En este punto, la delegada provincial de las políticas sociales de la Junta destacó que «en muchos casos, ellas no saben que eso es violencia de género».

«Por eso hemos visto que había que hacer una campaña informativa, para que ellas mismas reconozcan que no es normal, porque están normalizando algo que no tiene por qué ocurrir; no pueden ver como algo normal ese control sobre la hora en que cogen el móvil o no cogen el móvil, sobre si contestan a los mensajes o no los contestan, o si suben una foto y no es del agrado de la pareja que puedan tener esas chicas, tienen que quitarla», puntualizó.

Asimismo, la delegada se refirió a la existencia en la provincia de «casos más extremos, que no es algo generalizado sino casos puntuales, relacionados con el sexting y las menores».

«Ellas, en muchos casos, no quieren enviar sus imágenes íntimas pero se ven obligadas por la pareja a través de amenazas o chantajes; incluso, se da un ciberacoso después, cuando rompen con esa pareja, esos vídeos y esos mensajes el chico los utiliza en la comunidad de WhatsApp o en los grupos del instituto para hacerlos virales», añadió sobre estos casos más extremos la responsable provincial de las políticas sociales de la Junta de Andalucía.

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