Economía

El 82% del empleo de Málaga es estable tras sumar 127.000 trabajadores fijos en dos años

El número ha aumentado un 42% con la reforma laboral y supera los 431.000, pero incluyendo jornadas parciales y discontinuas 

Sólo algo más de la mitad de trabajadores es fijo a jornada completa todo el año

Un camarero atiende a clientes en un establecimiento hostelero de Málaga.

Un camarero atiende a clientes en un establecimiento hostelero de Málaga. / Álex Zea

José Vicente Rodríguez

José Vicente Rodríguez

La reforma laboral aprobada por el Gobierno hace ahora dos años ha propiciado desde su entrada en vigor un incremento del 42% en el número de trabajadores de Málaga con contrato fijo o fijo-discontinuo. Si en marzo de 2022, fecha en la que entraron en vigor las nuevas normas de contratación que buscaban potenciar el empleo indefinido, había unos 304.000 asalariados malagueños con empleo estable, el volumen ahora es de 431.300, según los últimos datos de afiliación del mes de diciembre publicados estos días por la Seguridad Social.

Con este avance, su peso en el Régimen General es del 82% sobre el total de asalariados de la provincia (actualmente 527.737, excluyendo los sistemas especiales agrario y de empleados de hogar), frente al 63% que se registraba antes de la entrada en vigor de la norma o, también, al 58% que se contabilizaba en 2019, justo antes del estallido de la pandemia.

El nuevo marco legal deja buenas cifras globales aunque conviene matizar: el aumento del empleo fijo con la reforma ha sido más intenso, por un lado, en las modalidades de trabajo a tiempo parcial y, por otro, en los contratos de fijos-discontinuos, una figura que fue reforzada con la reforma laboral pero que, como su propio nombre indica, no garantiza un trabajo continuado a lo largo del año.

El avance del mercado laboral de Málaga por modalidades revela así que los puestos indefinidos a jornada completa (ahora mismo casi 290.000) han aumentado a lo largo de estos dos años en 75.000 personas (un 34,8%), mientras que los indefinidos de jornada parcial (99.374) lo han hecho en 30.344 (un 44%).

En cuanto a los fijos-discontinuos, su evolución porcentual es elevadísima aunque su representatividad es menor en números reales: de los 20.966 trabajadores con esta modalidad contractual que había justo antes de que entrara en vigor toda la normativa de la reforma se ha pasado a 42.158, con una subida de más del 100%. Cabe destacar que durante los meses de verano, en el apogeo de la temporada turística, la cifra de fijos-discontinuos ha llegado a las a 54.000, algo nunca visto.

El contrato fijo-discontinuo implica en la práctica trabajar sólo cuando la producción lo requiere. La diferencia con un contrato temporal es que el fijo-discontinuo recoge un compromiso de contratación, incluye el derecho a indemnización si finaliza la relación laboral y cotiza a la Seguridad Social en las mismas condiciones que un indefinido. Por ello, proporciona estabilidad en sectores estacionales (caso del turismo o de jornaleros del campo).

Un camarero en un chiringuito de Málaga.

Un camarero en un chiringuito de Málaga. / Álex Zea

Valoración sindical

Las centrales sindicales CCOO y UGT dicen, de entrada, que la calidad del empleo ha mejorado de forma generalizada, aunque las empresas estén optando en muchos casos por modalidades prudentes (bien parciales, bien fijos-discontinuos) para absorber muchos de los puestos que hasta 2021 eran temporales. En realidad, la representatividad del empleo indefinido a jornada completa en Málaga se sitúa sólo en el 55% del total de asalariados. En todo caso, se mejora el 42% que se registraba antes de la reforma.

CCOO destaca la mejora en la estabilidad que la reforma laboral en estos dos años ha dejado en el empleo, pero recuerda que hay unos 142.000 asalariados con contratos temporales o jornada parcial, lo que mantiene a muchas personas en una situación económica precaria.

«El reto principal es la estabilización del empleo con condiciones laborales y salariales de calidad para así mantener la tendencia del mercado laboral malagueño», explicaba esta semana la secretaria de empleo de CCOO Málaga, María José Prados, al conocer las cifras de afiliación del mes de marzo. El sector servicios, una vez más, marca la diferencia concentrando el 85% del empleo, lo que revela «la gran dependencia del mercado laboral malagueño hacia este sector».

UGT tiene la misma opinión y, pese a valorar los efectos de la reforma, recuerda que buena parte del empleo de Málaga es cíclico. «Siguen siendo necesarias políticas que generen un empleo estable. Reclamamos especialmente que se dé cumplimiento al Pacto Social y Económico por el Impulso de Andalucía, que se firmó en marzo del año pasado entre la Junta de Andalucía y los agentes económicos y sociales, en el que se adoptaron, entre otros, un Plan Urgente de Empleo Juvenil, así como otras medidas para colectivos de personas vulnerables», apuntaba. UGT cree que aún no hay planes de recualificación adecuados para parados de larga duración (muchos de ellos, mayores de 45 años).

Por su parte, la Confederación de Empresarios de Málaga (CEM) destaca la fortaleza que viene manteniendo la economía malagueña en estos dos años. «Málaga continúa creando empleo, de forma estable (prácticamente la mitad de las contrataciones son de carácter indefinido). Las empresas apuestan por seguir creciendo y contratando. Sin embargo, necesitan contar con un ecosistema propicio para su planificación favorable a medio y largo plazo», razona. En los tres primeros meses de 2024 se han suscrito 126.155 contrataciones en la provincia, de las que 60.637 (el 48%) han tenido carácter estable. Y 2023 y 2024 cerraron también con tasa de más del 40% de contratos fijos dentro del total de altas en ese ejercicio. Antes de la reforma, el porcentaje de contratos fijos que se realizaban el año estaba por debajo del 10% del total.

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