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El Málaga CF aumenta la presión en Lugo (0-2)

Los goles de Rubén Castro y Fran Villalba, en menos de dos minutos en el primer tiempo, dieron el triunfo al mejor Málaga CF de la temporada en el Anxo Carro frente a un Lugo que queda totalmente desahuciado a cinco jornadas del final de LaLiga

Manuel García

Manuel García

Victoria en Lugo, y ya van tres seguidas. El Málaga CF aumenta la presión sobre sus rivales con un triunfo muy trabajado en al campo del colista. Los goles de Rubén Castro y Fran Villalba en dos minutos, en la primera mitad, dieron el triunfo a un equipo que cada día va a más y sigue creyendo, y con motivo, que la permanencia es posible. A los de Pellicer les tocaba dar la cara, por ellos, por los que se cruzaron la península de madrugada en autobús y por los miles de malaguistas que estaban detrás del televisor. Y cumplieron. La Rosaleda será una caldera frente al Huesca.

La tensión se notaba en el ambiente desde el inicio. Ambos equipos se jugaban mucho, el Málaga seguir metido en la pelea y el Lugo evitar un descenso casi matemático. La primera llegada del encuentro fue para los blanquiazules. Febas rompió bien a la espalda de la zaga gallega y puso un centro con la izquierda demasiado pasado. No la pudo cazar Rubén Castro en el segundo palo.

Clavería respondía desde lejos con un tiro que se perdió por encima del larguero de la portería de Rubén Yáñez. Fue asentándose el equipo de Pellicer con el paso de los minutos. De nuevo, ocasión para los blanquiazules. Buena combinación entre Castro y Villalba que terminó con un disparo del valenciano que desvió a córner Whalley. El encuentro estaba muy igualado, ahora era Escassi el que tenía que intervenir de manera providencial frente a Avilés en un contraataque provocado por una pérdida de Juande.

Y pasada la media hora de partido, el Málaga destapó el tarro de las esencias. A los 32 minutos, Chavarría puso un centro perfecto teledirigido a la cabeza de Rubén Castro, que hizo el 0-1 con un testarazo inapelable. Y dos minutos tarde, Febas robaba en la presión y el balón caía al propio delantero canario, que se la cedió atrás a Fran Villalba para que marcara el 0-2 con un certero remate al primer toque. En un visto y no visto, los blanquiazules se ponían el encuentro muy de cara.

Antes del descanso, llegó un contratiempo importante para el Málaga. Ramón, clave en la mejoría del equipo en las últimas semanas, notó un pinchazo en el muslo y tuvo que ser sustituido por Jozabed. 

Un segunda parte sobria

Le tocaba arriesgar al Lugo. En el descanso, Vélez quitó a Castrín e introducía a Manu Barreiro. Cambio de esquema en busca de meterse en el partido. El conjunto blanquiazul reculó unos metros, cedió terreno a su rival por la ventaja en el marcador y se le permitió a los locales meter algún que otro centro al área, aunque sin demasiado peligro. Los de Pellicer esperaban las contras. Cada vez que eran capaces de romper alguna línea, se presentaban con peligro en el área de Óscar Whalley. Solo faltaba tener esa paciencia y precisión necesaria para asestar el golpe definitivo en un contragolpe, sin descuidar la parte de atrás.

Avanzaban los minutos y el Málaga seguía manteniendo la renta de dos goles en el marcador, pero cada vez estaba más replegado en su campo. En el minuto 75, doble cambio de Sergio Pellicer. Entraban Genaro Rodríguez y Álex Gallar por Fran Villalba, amonestado, y Rubén Castro. Y justo después de eso, el equipo gallego tuvo una ocasión muy clara para hacer el 1-2. Avilés cabeceaba demasiado cruzado un centro al segundo palo. 

Agotaba los cambios Pellicer en el 81. Álex Calvo y Fran Sol, al campo por Chavarría y Aleix Febas. Los de Íñigo Vélez lo siguieron intentando y en un centro-chut a punto estuvieron también de recortar distancias. Y ese fue el último aliento de un Lugo que acabó en los minutos finales desquiciado, soltando alguna patada fea y a merced de un Málaga que se lleva del Anxo Carro tres puntos que le hacen seguir creyendo. Lo vivido sobre el césped tras el pitido final, con la comunión entre jugadores y afición, es un anticipo de lo que será La Rosaleda el próximo lunes (festivo) ante el Huesca. ¡Sí se puede!