Patrimonio

Piden a la Junta proteger un molino de Marbella del siglo XV en estado de abandono

«Está en un lamentable estado de deterioro, casi estercolero», señala el colectivo cultural Cilniana

El molino próximo al arroyo Guadalpín, edificado en época de los Reyes Católicos.

El molino próximo al arroyo Guadalpín, edificado en época de los Reyes Católicos. / L. O.

Marcel Vidal

La asociación cultural Cilniana ha pedido a la Junta de Andalucía que incluya en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz para su protección un molino próximo al arroyo Guadalpín de cuya existencia se tiene constancia documental desde mediados de 1488.

Miembros del colectivo aseguran que la infraestructura patrimonial se encuentra en un «lamentable y progresivo» estado de deterioro y rodeado de vegetación. «Su condición es de casi estercolero», señala Cilniana, que pide también proteger un puente próximo del que se tienen referencias desde el siglo XVI.

La asociación reclamó la protección del molino en 2007 durante el proceso de elaboración del Plan General de Ordenación Urbanística (PGOU) que se aprobaría en 2010. En 2009 y 2013, volvió a pedir medidas para salvaguardarlo.

La infraestructura se incluyó en el anexo patrimonial del PGOU, pero la anulación del planeamiento en 2015 lo dejó a la «intemperie legal», señala Cilniana, como ocurre con otros emplazamientos arqueológicos y edificios singulares del municipio.

El colectivo Impulsa Ciudad denunció en noviembre de 2019 el «deplorable» estado de conservación del molino, uno de los edificios históricos del municipio «más olvidados».

«Nunca se ha intervenido para protegerlo, nunca se ha hecho una limpieza. Se incluyó en el PGOU de 2010 como bien inmueble histórico protegido, pero todo quedó en el papel. Se encuentra cubierto de vegetación, lleno de basura, abandonado y dejado a su suerte», señala el colectivo, que también solicita la inclusión del molino en el Catálogo General del Patrimonio Histórico andaluz.

Impulsa Ciudad reclamó entonces una limpieza urgente del edificio y de su entorno bajo la supervisión de un arqueólogo y que se vallara el perímetro exterior y el cierre de la sala de molienda para evitar los actos vandálicos.

Propuso además que el Ayuntamiento valorara la posibilidad de convertir el emplazamiento en un centro de conocimiento y difusión del patrimonio local, especialmente de la importancia de los molinos hidráulicos en el desarrollo económico de Marbella, y lo utilizara para dinamizar las áreas periurbanas del municipio.

«Tras el camuflaje vegetal, se aprecia un edificio en el que se conservan los elementos esenciales de un molino hidráulico que aprovechaba la fuerza de la cascada cercana del arroyo Guadalpín. Conserva en su interior dos piedras de molino», destaca Impulsa Ciudad.

El molino lo mandó edificar el noble Nuño de Villafañe, regidor de León en 1475 y que participó en la conquista de Marbella, tras la autorización que le concedieron los Reyes Católicos el 10 de mayo de 1488 en agradecimiento por sus servicios.