Hostelería

Indignación entre los hosteleros de Marbella ante la pérdida de clientes por una procesión

Denuncian que el Ayuntamiento, sin previo aviso, les obligó a recoger las terrazas del itinerario

Turistas, ayer, en la calle Ancha, una de las vías por las que pasó la procesión de la Virgen del Carmen

Turistas, ayer, en la calle Ancha, una de las vías por las que pasó la procesión de la Virgen del Carmen / L. O.

Marcel Vidal

Hosteleros y comerciantes del Casco Antiguo de Marbella, una de las zonas más frecuentadas por los turistas, criticaron ayer la desorganización en la que, apuntaron, se convirtió la procesión de la Virgen del Carmen, celebrada el lunes, festividad de Todos Los Santos, y que les obligó a anular reservas de mesas para cenar y rechazar clientes en un momento en el que el sector del turismo comienza a experimentar síntomas de recuperación tras la crisis generada por el Covid.

Los empresarios denunciaron que, en las últimas horas de la tarde del lunes, el Ayuntamiento obligó a establecimientos ubicados en el recorrido de la procesión a recoger las terrazas sin que en los días previos hubieran recibido ninguna comunicación.

La medida obligó a los empresarios que optaron por trabajar en un día festivo a cancelar reservas de mesas y renunciar a clientes en una de las principales franjas horarias comerciales, con las consecuentes pérdidas económicas, los costes de la mano de obra contratada para la jornada y los productos perecederos que se malograron.

«Nos hicieron quitar las mesas de las dos calles. También las de una tetería. Aquella noche no pudimos recuperarla porque la procesión pasó muy tarde, sobre las 22.00 horas. A esa hora se queda todo vacío y no hay manera de hacer clientes», señaló el camarero de un restaurante ubicado en la calle Ancha, una por las que procesionó la Virgen del Carmen.

El empleado señaló que su establecimiento tenía esa noche una mesa reservada para ocho comensales y otra para cuatro, mientras que, agregó, un local próximo tuvo que anular otra de 18 clientes.

La asociación Plataforma de Comerciantes y Hosteleros de Marbella denunció el «malestar generalizado» entre los profesionales del sector ante lo que calificó de «nefasta actuación» del Ayuntamiento.

«Todo esto se podría haber evitado muy fácilmente, notificando con suficiente antelación a los locales que se verían afectados por el paso de la procesión, con su respectivo día y hora de cierre. Es lo que se esperaba. Lo sucedido lo consideramos una falta de consideración que no se puede tolerar. Estos descuidos no ayudan al pequeño negocio ni al turismo», señaló el colectivo, que representa a unas 280 pymes, en su mayoría ubicadas en el Casco Antiguo y centro urbano de Marbella, y de los que cinco se vieron perjudicados.

«No fue nada fuera de lo común si no fuera porque no fuimos informados. Lo normal, cuando se hace una procesión, es notificarla los días previos. Pero esta vez no pasó», señaló el portavoz del colectivo, Nahuel Klappenbach.

Preguntado al respecto el Ayuntamiento rechazó ofrecer su versión.