Opinión | La libreta del duque de Chantada

La Penya de Neno

La presentación en sociedad de Nenad Dimitrijevic fue en el torneo de L´Hospitalet de 2011. Ese día ‘Neno’ le hizo 28 puntos al Real Madrid. En septiembre de 2012 llegó a la cantera del equipo de Badalona y desde entonces no ha dejado de crecer. La mano de los técnicos de cantera del equipo verdinegro y de su padre le han moldeado para convertirlo en un gran jugador. Su padre, Sasa, fundó y todavía dirige uno de los mejores clubes de cantera de su Macedonia natal, el Junior Fuktal Skopje. Entrenador FIBA y habiendo sido el entrenador más joven en dirigir un equipo de la primera división de su país, con sólo 23 años, Sasa moldeaba un diamante en bruto. Su madre, May, también jugaba al baloncesto hasta que se convirtió en madre.

Neno comenzó a entrenar con sólo cinco años bajo las ordenes de su padre. Realizaba cientos de lanzamientos cada día porque, según crecía, tenía la necesidad de demostrar a todo el mundo que no jugaba sólo por que su padre fuera el entrenador. Ya en la estructura del equipo catalán, Jordi Martí, el director técnico del Joventut, recuerda que jugaba sonriendo, que parecía que no notaba la presión de los focos sobre él. Para su entrenamiento en el tiro utilizaba un máquina que llegaba a devolver 1.000 balones en 45 minutos. Entrenar y entrenar para seguir creciendo.

A pesar de sus orígenes, sus padres siempre le dieron la libertad de elegir. Su padre asegura que le dieron apoyo pero nunca le influyeron. Querían que el joven Neno decidiera por si mismo para que nunca pudiera decir que otros decidieron por él. Para atenuar su llegada a España vivía con José López, entrenador del Joventut, y su novia, Laura Acosta. los dos eran profesores y le ayudaban en sus estudios. Como ambos hablaban catalán entre sí, el joven macedonio aprendió enseguida el idioma de Pau Casal. Años después compartió uno de los pisos de becados de la Penya con 2 grandes promesas de nuestro baloncesto, Xabi López Arostegui y Alberto Abalde. Ambos se llevaron una gran sorpresa al ver como su compañero macedonio dominaba a la perfección el idioma catalán.

Ferran Bassas es el otro base del equipo de Carles Duran que pondrá a prueba el sábado las opciones de play off del equipo de Katsikaris. Bassas es un jugador hecho a sí mismo, al que nadie ha regalado nada, más bien al contrario. Su ascenso a la élite ha sido tan difícil que en alguna entrevista ha declarado sentirse como El Cid Campeador porque ha tenido que conquistar con mucho esfuerzo todo lo que tiene en el mundo del baloncesto. Ferran ademas tiene una característica que le hace muy peligroso, Unicaja se le da muy bien.

Shawn Dawson, recuperado de sus múltiples lesiones, es otro jugador peligroso. Nacido en Eliat, es hijo de Joe Dawson, un jugador norteamericano con larga experiencia en Israel donde aterrizó en 1987, en el 1992 lideró la liga hebrea en puntos y rebotes en las filas del Hapoel Holon, y de Iris, una mujer israelí de ascendencia judía yemenita. Conor Morgan, canadiense de madre irlandesa, compaginó el baloncesto y el béisbol durante su carrera universitaria. Hasta los 16 años jugó de base. En 2010 creció 15 centímetros y pasó de ser un base a un 4 tirador pero sin dejar de idolatrar a Steve Nash. Simon Birgander se crió en Suecia soñando con convertirse en central del Arsenal. Un loco del fútbol que no paraba de crecer. Cuando más crecía más torpe se sentía y con 14 años decidió pasarse al Basket. Llegó a España fichado por el Clavijo de Logroño para su equipo en la liga EBA. En su quinto partido en nuestro país firmó un triple doble ante la universidad de Valladolid con 10 puntos, 15 rebotes y 10 tapones. Desde entonces busca su límite.

Son el ejercito de los líderes de la escuadra, Pau Ribas, Ante Tomic o Vladimir Brodziansky. Un equipo que sentenció a los malagueños en la Eurocup y que podría dejar a Unicaja herido de muerte en su lucha por los 8 primeros de la ACB si consigue la victoria mañana en el Carpena. Después de arrasar al Baxi Manresa hace 2 días, su estado de ánimo es lo opuesto a lo que se respira en Los Guindos.

El equipo tiene que reaccionar si quiere seguir en la lucha y animar un poco a unos aficionados que últimamente sólo reciben malas noticias. El equipo sin presidente, sin garantías económicas para la próxima temporada y con las gradas vacías depende más que nunca del rendimiento de unos jugadores que esta temporada no han estado a la altura. Ahora es su turno, deben liderar la recuperación del club en todos los sentidos ganando partidos como han hecho, por ejemplo, los jugadores del FC Barcelona en el fútbol. Las victorias son el bálsamo que necesita una institución que no pasa por sus mejores momentos y los jugadores se lo deben al club y a la afición. Esperemos que mañana sea el comienzo de una gran final de temporada. Suerte...