Opinión | Memorias en blanco y negro

Zidane ficha por el PSG

Zinedine Zidane.

Zinedine Zidane.

No cabe duda alguna de que Zinedine Zidane ocupa un lugar privilegiado dentro del Olimpo de los Dioses blancos por méritos propios. ‘Zizou’, como cariñosamente le llama su entorno, ha demostrado sobradamente poseer un ADN merengue ya no solo como jugador, sino casi que me atrevería a decir que más aun como entrenador. Su gol mágico en la final de Glasgow en 2002 dio paso casi década y media después, a una triple corona (Milán-Cardiff-Kiev) que lograría mantener imbatido al Real Madrid en Europa durante 1099 días consecutivos. Aquella gran gesta, algo realmente prodigioso para los tiempos que corren, constituyó una de las dinastías deportivas más importantes ya no solo del mundo del fútbol, sino del deporte en general en toda su historia; y todo ello bajo la atenta supervisión del astro galo.

Hoy y fiel a su estilo sigiloso de hacer las cosas, ha vuelto a poner, y por tercera vez, el punto y final a su magisterio en la casa blanca. Los motivos que han podido desencadenar tan drástica decisión, la verdad que solo la saben él y el presidente Florentino Pérez. Algunos achacan su salida a la falta de apoyo desde dentro de la cúpula directiva, y otros hablan de que la amistad que le une a la gran mayoría de jugadores que componen la actual plantilla, no le permiten por principios, llevar a cabo la reestructuración necesaria para poder seguir a la vanguardia del fútbol nacional e internacional en los próximos años. 

Sea como fuere, el caballero de honor y con honores, ha decidido dar un paso al lado y cambiar de aires ya que su salida, en esta ocasión, no se produce por agotamiento emocional, sino muy posiblemente por las circunstancias anteriormente citadas, por lo que la rumorología se ha disparado para buscarle acomodo en cualesquiera de los equipos grandes del Continente. Le han llegado cantos de sirena desde los clubes más importantes de Italia, Inglaterra y Francia.

Pero según ha podido saber un servidor, el epicentro del futuro de Zidane le sitúa de vuelta a su país natal, ni más ni menos que para ponerse al frente de la nave presidida por el magnate qatarí Nasser Al-Khelaïfi, el Paris Saint-Germain, paso previo para convertirse en un futuro no muy lejano, en seleccionador nacional francés.

La eliminación de la máxima competición europea, el no haber logrado conquistar el título liguero y la mala relación entre Mauricio Pochettino y Leonardo, director deportivo del equipo francés, hacen viable la mágica operación, a pesar de que el argentino es un recién aterrizado en la capital francesa. El gran anhelo de Al-Khelaïfi de sentar en el banquillo parisino a su gran «muso», al fin ha podido hacerse realidad y así continuar afianzando los cimientos, a golpe de talonario, de un equipo de leyenda que pueda asemejarse a aquel legendario Real Madrid de los Galácticos.

Todo esto y como mal menor, producirá un efecto rebote que llevará al propio Pochettino a convertirse en el inquilino del banquillo más cotizado del mundo del fútbol, el del Real Madrid. Con ello se vería cumplido un viejo deseo de Florentino Pérez y también del propio entrenador, por lo que y a pesar de la gran pérdida sufrida por todo el madridismo con la salida del mejor entrenador que haya tenido en su historia, sería paliada con la llegada del de Santa Fe, un nombre que siempre ha procesado una gran admiración por la institución de Concha Espina.

Toda esta rocambolesca historia, lejos de distanciar a Florentino Pérez y Al-Khelaïfi, hará unir aun más sus lazos para la llegada de Kylian Mbappé a las filas blancas, pero mucho me temo que no va a ser posible para la temporada que viene, sino que habrá que esperar a que la joven estrella gala cumpla el sueño de entrenar al lado de uno de sus grandes ídolos de la juventud, el inigualable e inimitable Zinedine Zidane