Opinión | La Bodeguilla

Blas Infante y el fin de la fiesta

Las despedidas están retratando, para bien y para mal, a los damnificados por la convocatoria electoral del pasado 19 de junio

El presidente del Gobierno andaluz, Juanma Moreno, y la hasta ahora presidenta del Parlamento de Andalucía, Marta Bosquet (Cs), en el tributo a Blas Infante.

El presidente del Gobierno andaluz, Juanma Moreno, y la hasta ahora presidenta del Parlamento de Andalucía, Marta Bosquet (Cs), en el tributo a Blas Infante. / EFE

Este mismo jueves, la renovación del patio político andaluz será una realidad con la constitución del ágora de 109 tribunos en el viejo hospital hispalense de las Cinco Llagas. Y, mientras se materializa la puesta en marcha del nuevo periplo que tendrá al PP en el Gobierno andaluz en solitario, las despedidas están retratando, para bien y para mal, a los damnificados por la aún latente convocatoria electoral del pasado 19 de junio.

Se comprobó, el pasado martes en el Parlamento de Andalucía, durante el homenaje a Blas Infante que enojó, con el consiguiente absentismo, a Vox. Esta velada matinal se erigió, si se sigue el argot flamenco, en el fin de fiesta para algunos que no continuarán gozando de protagonismo parlamentario a partir de ahora.

Por ejemplo, se trataba del epílogo como presidenta de la cámara autonómica de la política almeriense de Ciudadanos Marta Bosquet. Y este hecho estuvo muy presente en el ambiente, con reacciones cómplices como la de Juanma Moreno formando parte de un guión que ahora se reescribirá y le dará al PP esta presidencia parlamentaria, por obra y gracia de sus 58 escaños.

El acto resultó especialmente emocionante para Marta Bosquet, que todo sea dicho está apareciendo en algunas de las quinielas para relevar al dimitido Juan Marín -que ahora de todo hace una despedida constructiva- en el liderazgo regional de su partido. De Ciudadanos, que ya no se llamará Ciudadanos ni será un partido naranja, a juzgar por la comparecencia protagonizada en Madrid hace justo una semana por el malagueño Guillermo Díaz, en calidad de portavoz del equipo para la refundación y en un atril totalmente neutro: sin marca, sin logotipo y sin colores. En definitiva, ningún rastro de la etapa iniciada por Albert Rivera y continuada por Inés Arrimadas de la que ahora se hará borrón y cuenta nueva, con el 19J andaluz como incontestable detonante.

La elegante retirada a un supuesto segundo plano de Bosquet o Marín está contrastando con el mutismo de la que había sido la portavoz de Cs en el Parlamento de Andalucía, la cartameña Teresa Pardo, quien tras su derrota en las primarias para la lista malagueña ha alejado cualquier vinculación al que era su partido de su actividad en Twitter. Eso sí, regresó a esta red social para despedirse de su responsabilidad, coincidiendo con su presencia en el citado tributo al padre de la patria andaluza: «Hoy acudo a mi último acto como portavoz. Un orgullo acabar esta etapa homenajeando a Blas Infante. Seguimos», escribió.

A diferencia de Pardo, quien sí tuvo presente a su formación fue el que había sido su homónimo en el PP como portavoz parlamentario, el cordobés José Antonio Nieto, un ‘casadista’ que renunció a ir en la lista de su provincia al sentirse relegado de los puestos de salida y, tras el homenaje a Infante, se deshizo en elogios a su jefe en el PP andaluz: «Gran alegría poder saludar a un amigo, en un lugar emblemático como es el Parlamento de Andalucía y poder darle nuevamente la enhorabuena por lo que ha conseguido. Juanma Moreno ha hecho historia y nos ha dado a los militantes del PP la mayor alegría de nuestra vida política».

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