Lo que importa en la calle

Málaga es la ciudad de los Grandes Proyectos. Tiene tantos que cuando se escucha hablar del ‘milagro de Málaga’ pareciera que se trata de otra urbe, no de esta. Más bien de un lugar en el que ya se puso el broche de oro, la guinda del pastel o el diploma enmarcado. De Málaga no, que atesora ambiciones como sellos un filatélico.

Hagamos una lista, así a bote pronto. Expo, Plan Litoral, Guadalmedina, Auditorio, Astoria… sin contar todo lo que harán los privados que ganan subastas públicas con muchas cifras. Estos son los titulares que llenan nuestras portadas, las ruedas de prensa con jugo, los temas de las tertulias, las críticas de los mentideros.

A veces una llega a casa con un Gran Proyecto a flor de piel, empapada de los beneficios que defienden unos y los aciagos dardos que lanzan los otros. La página lista, las comas puestas y la foto mandada a impresión. Si ha sido el tema del día, el papel redundará en lo que ya se lee en la web. Si es al revés, el papel podrá cumplir con su ancestral función: dar la sorpresa en el kiosko -aunque el digital también ha acabado prácticamente con eso-.

Y en esa vorágine, por suerte, está la gente.

Se me clavó esta idea hace unos días cuando participaba en un programa en la televisión municipal, la de los malagueños. Cuando los periodistas nos afanábamos en interrogar por esos Grandes Proyectos y la concejala se esmeraba en responder, con mucho acierto, la presentadora introdujo preguntas de algunos ciudadanos entrevistados a pie de calle.

Una de esas preguntas fue la de una joven que se cuestionaba si el ayuntamiento pensaba construir una nueva biblioteca en Carranque, donde por cercanía, la que está más a mano quizás sea la de Miguel de Cervantes, en Las Chapas, de las 18 que existen en la capital, junto a un bibliobus itinerante.

Esta cuestión sacó algunas risas entre los presentes por la espontaneidad que introdujo en un debate, como decimos, de Grandes Proyectos. Tan espontáneo como inquietante porque, en el fondo, todos intuimos que una preocupación elegida al azar en la calle no va a guardar relación con ningún Gran Proyecto. Y eso requiere destreza para dar una respuesta a la altura.

Esta situación me hizo plantearme cómo de lejos estamos de Lo Que Importa En La Calle. ¿Impactará más en los vecinos de Carranque una nueva biblioteca en su barrio que el inicio de las obras del Astoria? ¿Y qué leerán en las portadas? Contando con que el Astoria arranque alguna vez, claro.

Recuerdo también cuando unos vecinos de La Palma intervinieron en el Salón de Plenos del Ayuntamiento de Málaga un día en el que se debatía sobre si la ciudad requería un plan de choque de limpieza o si la mugre era cosa de los ciudadanos por ser puercos y ensuciar más la calle que sus casas.

Antes de que empezara el cruce de acusaciones, un vecino tomó la palabra y, con tranquilidad y sosiego, se dirigió a sus representantes políticos para pedirles papeleras para su barrio. En una ciudad en la que se van a gastar 60.000 euros en papeleras solares.

Por eso, por suerte, está la gente.

Porque desconocemos Lo Que Importa En La Calle al no haber ahí Grandes Proyectos. Y de qué hablaríamos entonces.

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