La resaca que seguirá a la fiesta

El catalanismo es una ideología historicista que hace de su relato sobre Catalunya la fuerza legitimadora. Ignorar esto es ignorar todo. Aunque pensásemos que Puigdemont se ha rendido a la legalidad española a cambio de no ir a prisión, ha obtenido a cambio la legitimación de su relato sobre el procés, incrustado en buena parte en el preámbulo de los acuerdos. Se diría que al otro lado de la mesa no se daba a este asunto mayor importancia. El problema es que del relato español, bien distinto, formaban parte las fuerzas de orden, la Corona -que habló alto y claro aquel 3 de octubre- un poder judicial que fue decisivo para desmontar la intentona y hacer visible su cableado interno, y el propio PSOE. Los días dejan ahora atrás las cosas a tal velocidad que muchos se dejarán deslumbrar por el presente, pero la resaca del relato entregado a la otra parte será una factura de larga duración.

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