Tribuna

Nolan detona la carrera al Óscar

El triunfo de 'Oppenheimer' en los Globos de Oro convierte al filme del británico en el claro frontrunner cara a los premios de la Academia

Christopher Nolan y la productora Emma Thomas, celebrando la victoria en los Globos de Oro

Christopher Nolan y la productora Emma Thomas, celebrando la victoria en los Globos de Oro / EFE

Miguel Robles

Miguel Robles

Otra bomba atómica estalló y no lo hizo en Japón. Christopher Nolan recogía anteayer su Globo de Oro y se confirmaba que su 'Oppenheimer' es la auténtica 'front-runner' cara al 11 de marzo, el día de la ceremonia de los Óscar. Aunque decir favorita no significa descorchar el champán.

Hasta la gala quedan demasiadas batallas por librar, muchas copas por beber y discursos que dar, en la que sólo Da’vine Joy Randolph se puede permitir el lujo de hacer ensayo error leyendo muletillas. Porque exceptuando la categoría de actriz secundaria, todavía no se puede organizar fiestas de victoria. Si hay algo que le gusta a la Academia son las sorpresas, traducir lo inesperado en tendencia y a veces confundir el espectáculo con lo escandaloso.

Y, ciertamente, ¿qué podríamos considerar esperado a 8 enero? Nunca cuesta familiarizarse con la palabra favorito pero esta vez suena extraño acuñárselo a Christopher Nolan, cineasta que si no fuera por las alabanzas cuantitativas de su público en datos de taquilla confirmaríamos que la Academia lo tenía gustosamente anclado en el ostracismo. Pocas nominaciones en su carrera y ninguna como director hasta que su particular Proyecto Manhattan dinamitó en una colectiva ovación a mediados de verano, a la que ni los más negadores de su cine pudieron resistirse. 

Si el director británico lo tiene encarrilado, también se le abre un horizonte muy favorecedor a Robert Downey Jr, en una oportunidad de redención tan apelativa a las narrativas de los premios como las fuerzas mediáticas que impulsan el fenómeno Ken. Sólo Ryan Gosling es capaz de enseñar músculo en la categoría de actor de reparto, de la misma forma que Emma Stone (Pobres Criaturas) ante Lily Gladstone (Los Asesinos de la luna) en actriz principal.

También el arrase de esta bomba producida por Universal tiene consecuencias en 'Maestro', el intento más estilizado (aunque aparentemente desesperado) de Bradley Cooper para que la Academia le haga caso. Ningún atisbo de maquillaje ni presumidas horas de ensayo han convencido de un tándem contrario a Cillian Murphy y Paul Giamatti. La apuesta este año de Netflix a mejor película se encuentra en el umbral de clavar su atáud, sin descartar que el entierro sea directamente en las nominaciones. Carey Mulligan cayendo en actriz principal no sería descabellado ante fenómenos de consenso como 'Past Lives' o 'Barbie', con Greta Lee y Margot Robbie, respectivamente.

Por otro lado, 'Pobres Criaturas', con su victoria en comedia-musical, coge aire y toma su sitio en la parrilla de salida, aunque por sensaciones sea bastante alejada del podio. Más allá de 'Oppenheimer', la apuesta internacional de 'Anatomía de una caída' nunca se descarta y más con su victoria en guión y película en idioma extranjero. Pero parece que 'Barbie', aún con ese aura de derrota (2 estatuillas de 9), es la que tiene en realidad el impulso suficiente para frenar el armamento de Nolan. Será una auténtica guerra de muñecas.