Opinión | 360 GRADOS

Ucrania lleva la guerra a suelo ruso

Es la principal razón por la que el canciller Olaf Scholz se resiste, frente a las fuertes presiones de su propio Gobierno de coalición, a suministrar a Ucrania los misiles Taurus que ese país le reclama con urgencia.

Kiev trata de distraer de sus continuos reveses en el frente atacando objetivos tanto militares como civiles en suelo ruso, lo que incrementa el peligro de escalada en ese interminable conflicto .

Es un claro intento no sólo de causar daños económicos al país invasor sino al mismo tiempo de sembrar el pánico entre su población y aumentar el rechazo a «la guerra de Putin», como la llaman en Occidente.

Las Fuerzas Armadas ucranianas lanzaron así últimamente decenas de drones contra blancos situados en el país enemigo, entre ellos un par de refinerías, que quedaron seriamente dañadas.

Una de ellas es la de Nizhni Novgorod, a varios centenares al este de la capital, de donde sale aproximadamente un diez por ciento del total de la gasolina que consume Rusia, lo que podría provocar escasez y un encarecimiento provisional del combustible.

Por el contrario, el aparatoso incendio provocado en esas instalaciones no generará, al parecer, problemas de abastecimiento en las Fuerzas Armadas ya que éstas utilizan sobre todo diesel.

Otros drones ucranianos impactaron en un edificio administrativo de Belgorod y un depósito de gasolina en Oriol, importante red de carreteras y líneas férreas, mientras que los dirigidos contra objetivos en Moscú y San Petersburgo pudieron ser interceptados.

Mientras tanto, en la línea del frente continúa la sistemática destrucción por las Fuerzas Armadas rusas del armamento suministrado por los países de la OTAN junto a los equipos humanos que las manejan.

Los medios de comunicación de EEUU, que hasta hace poco parecían seguir confiando en la capacidad de resistencia de los ucranianos, parecen rendirse por fin a la amarga evidencia.

Así, la cadena de televisión CNN reconocía últimamente que Rusia produce tres veces más municiones de artillería que Estados Unidos y Europa juntos y que pasará mucho tiempo antes de que la OTAN pueda acortar distancias.

Todo ello, unido al anuncio de la dimisión de la secretaria de la subsecretaria de Estado para Asuntos Políticos Victoria Nuland, que tuvo un papel clave en el cambio de Gobierno en Kiev y toda la estrategia occidental posterior, hace pensar a muchos que Washington ha decidido pasar página y dejar a los europeos encargarse de Ucrania.

Europeos que parecen cada vez más divididos: mientras Francia, la República Checa y las Bálticas no descartan enviar militares a suelo ucraniano, Hungría, Eslovaquia, Italia, España y de momento también Alemania se muestran claramente en contra. La guerra de Ucrania divide a la OTAN, tal y como pronosticaban algunos en EEUU.

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