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Criptomonedas

Recreación de criptomonedas.

Recreación de criptomonedas. / Pexels

Una criptomoneda es una moneda digital. Para asegurar sus transacciones utiliza métodos criptográficos y esto permite que las transacciones sean completamente seguras y que, además, se pueda controlar la emisión de unidades adicionales de la moneda. Es importante saber que las criptomonedas no están reguladas ni garantizadas por ninguna institución y por tanto no cuentan con el respaldo de bancos centrales o fondos de garantía de depósito. Son un método de pago y su finalidad es facilitar los pagos entre particulares o empresas.

El sistema (de ordenador a ordenador) facilita que las transacciones se puedan hacer sin los límites que los gobiernos o entidades financieras imponen. Es decir, no se imponen límites en cuanto a cantidad, horario u otros aspectos. No existe una autoridad central que rastree las transacciones monetarias realizadas.

Las unidades adicionales de criptomoneda se generan mediante un sistema llamado minería basado en la tecnología blockchain.

Para adquirir criptomonedas lo primero es crear un monedero virtual (también conocido como wallet) en el ordenador. Una vez creado hay que llenarlo de criptomonedas, que se pueden comprar a través de diferentes plataformas online. Se pueden comprar mediante pago electrónico, transferencia o incluso efectivo. La divisa cotiza y, como tal, el precio varía en función de la cotización o del proveedor que los suministre. Es igual que cuando compramos, por ejemplo, libras: existe una cotización oficial y luego un precio de compra/venta que varia en función del proveedor que nos las venda. El precio de la criptomoneda se determina en función de la oferta y la demanda.

Los riesgos del mundo ‘cripto’

Llegado este punto es importante hablar sobre los posibles riesgos de las criptomonedas. Los reguladores financieros de algunos países están tomando medidas para proveer a individuos y negocios de reglas acerca de cómo integrar esta nueva tecnología en el sistema financiero convencional.

Existe un riesgo informático. Al igual que en cualquier otra aplicación de pago cada usuario debe proteger electrónicamente su wallet. Además, está el riesgo asociado a las plataformas de intercambio. Si surge algún problema informático podemos quedarnos sin acceso a nuestra inversión.

También hay riesgo por tipo de cambio. La volatilidad de la cotización es muy alta y el tipo de cambio no está controlado.

Además, está el riesgo de liquidez de la moneda, que no está garantizada. La liquidez es la cualidad de los activos para ser convertidos en dinero efectivo de forma inmediata sin pérdida significativa de su valor.

Archivo - Fotografía de dos bitcoin.

Bitcoin, la criptomoneda más conocida. / Fernando Gutierrez-Juarez/dpa-Ze - Archivo

Bitcoin

Es una moneda virtual o criptodivisa, probablemente de las más conocidas. La moneda nace en 2008 y su inventor o desarrollador fue Satoshi Nakamoto, un japonés jubilado del que prácticamente no se sabe nada y que parece estar desaparecido.

Son muchas las incógnitas alrededor del futuro de las criptomonedas. Dependen de que se extienda el número de usuarios ya que es fundamental para su uso y para proporcionar liquidez. En resumen, las criptomonedas, como inversión especulativa tienen un alto riesgo y por tanto no deben ser utilizadas como instrumento de ahorro.

Como siempre comentamos en estos artículos, la consulta a un experto financiero acreditado por EFPA puede ayudar a tomar la decisión más adecuada.