Entrevista | Pedro Casablanc Actor

"El teatro es en vivo, queda como experiencia y no se puede hacer con Inteligencia Artificial”

El Teatro del Soho CaixaBank estrena el 24 y 25 de noviembre el espectáculo de Xavier Alberti un homenaje musical a Ramón María del Valle-Inclán, a partir de Ramón Gómez de la Serna, acompañado por Mario Molina al piano

Pedro Casablanc

Pedro Casablanc

Olivia Pozo

El Teatro del Soho CaixaBank estrena 'Don Ramón María del Valle-Inclán' con el actor de cine, teatro y televisión, Pedro Casablanc. Un espectáculo de Xavier Albertí acompañado de la música en directo de Mario Molina. La ciudad de Málaga acogerá esta obra durante los días 24 y 25 de noviembre y las entradas ya están disponibles en su página web.

Esta es la historia de una mirada, la de Don Ramón Gómez de la Serna, en forma de homenaje musical sobre Don Ramón María del Valle-Inclán. Es la historia de un Madrid que nació en el cambio de siglo, después de la pérdida de unas colonias y que se desvanece con la guerra del 36. Historia de la bohemia, las vanguardias, las pinturas, la música y la llegada de los medios de comunicación de masas. En Don Ramón María del Valle-Inclán a través de Ramón Gómez de la Serna se produce un doble retrato, el del retratista y el retratado, los dos Ramones. 

¿Cómo describiría usted la obra?

La obra es un homenaje musical que hace Ramón Gómez de la Serna a su maestro y su ídolo, Ramón María del Valle-Inclán. No es una obra de teatro a lucho, es una especie de charla o de cabaret literario, como lo queramos llamar, en el que Ramón Gómez de la Serna hace un retrato muy admirativo de Valle-Inclán y donde cuenta anécdotas de su vida, cómo se enfrenta a la literatura, sus grandes discusiones políticas y grandes discusiones sobre arte y literatura en las tertulias de Madrid de 1898... En una de ellas parece ser que perdió un brazo por una pelea, fue un personaje conflictivo y al mismo tiempo muy divertido, un personaje que no se callaba nada, muy revolucionario con respecto a su época y de todo esto es de lo que habla. 

¿Qué le aporta usted a estos personajes?

Por lo pronto la admiración que también siento hacia ellos. Yo creo que es como un tercer eslabón, Serna admiraba a Valle-Inclán y Pedro Casablanc los admira a ambos, y por eso hago este espectáculo dirigido por Xavier Albertí. Le aporto mi experiencia como actor de teatro, en el que llevo ya muchos años, y el deseo, por descubrir una faceta nueva mía como actor, que es la de actor de musicales. 

¿Qué diferencia diría que hay entre Valle-Inclán, Gómez de la Serna y usted? 

Supongo que la diferencia de épocas en las que vivimos, yo soy hijo de mi época, que es los 2000 ya, y tengo muy poco que ver con la valentía y con el arrojo que podían tener estos hombres en una España de preguerra, aunque la España que estamos viviendo en estos días también está siendo una España muy de preguerra, que me recuerda tremendamente a la previa al estallido de la Guerra Civil. Gómez de la Serna era mucho más joven que Valle-Inclán y pudo exiliarse, Valle-Inclán murió antes de que estallara la Guerra Civil, murió en el año 36 y no pudo asistir a esa danza esperpéntica, como dice Ramón Gómez de la Serna, que fue la Guerra Civil española.

Vemos que esta obra es en parte una reflexión también sobre la validez de la literatura y sobre una época donde el arte y la vida se empiezan a dar la mano. ¿Cree que con el tiempo ha avanzado el prejuicio o los estereotipos en cuanto al trabajo de un escritor, o en su caso de un actor?

Yo creo que nuestro trabajo de actores está bastante valorado en estos tiempos, incluso más que en la época de Valle-Inclán, tiene una mayor proyección pública y hacemos un bien en la sociedad, somos los que llenamos el tiempo de ocio y de aprendizaje dentro de este. Ver películas o ir al teatro, eso siempre nos va a enseñar y nos va a hacer más grande el alma como seres humanos. Afortunadamente, yo creo que con la proliferación de plataformas nuestro trabajo tiene mucha más visibilidad y se valora, aunque siempre haya un sector de la sociedad que efectivamente no lo va a valorar nunca.

¿Cómo definiría el arte de hoy en día? ¿Cree que el teatro es más vanguardista, por así decirlo?

Bueno, siempre tiene que haber teatro de vanguardia, pero lo que pasa es que la vanguardia ya está inventada hace muchísimo tiempo, es muy difícil encontrar una vanguardia nueva. Ahora tenemos acceso directo a redes sociales y a todo tipo de grabaciones e imágenes, yo creo que ese acceso tan democratizado que, de alguna manera, puede perjudicar o no puede perjudicar al teatro, yo creo que perjudica incluso más al cine, el teatro al ser en vivo por muy vanguardista que sea, siempre va a ser diferente de la imagen, ¿no? Pero yo creo que todo está inventado, de alguna manera, y ya con la inteligencia artificial no quiero ni contar, pero, además, el teatro no se puede hacer con inteligencia artificial.

"El cine a mí me gusta mucho, siempre quise ser actor de cine, pero al final acabé dedicado en cuerpo y alma al teatro"

Usted ha hecho tanto obras como películas, supongo que el sentimiento es diferente, ¿cuál le llena más?

Depende, hay obras de teatro que llenan más que otras, y hay películas que llenan más que otras. Y si me das a elegir entre teatro o cine pues… la verdad es que son diferentes. El cine a mí me gusta mucho, siempre quise ser actor de cine, pero al final acabé dedicado en cuerpo y alma al teatro. Por ejemplo, ahora mismo, haciendo esta obra de Valle-Inclán estoy muy feliz y lo paso muy bien, tengo una gran gira por toda España y estoy muy agradecido. Por otro lado, estoy apunto de estrenar una serie grabada en Marbella ‘Los Farad’, y en Bilbao estoy grabando otra. Son dos facetas de mi trabajo que me satisfacen completamente. 

De las películas y obras en las que ha trabajado ¿cuál diría que es la que más le ha gustado hacer y la que más difícil le ha parecido interpretar?

Ahora mismo yo creo que Don Ramón María del Valle-Inclán, a través de Ramón Gómez de la Serna, es de las que más me han gustado últimamente, con la que más feliz estoy representándolo. Es verdad que ha habido obras de teatro muy difíciles y poco aceptadas por el público, pero realmente cómo son momentos que no son tan agradables, no los recuerdo. Y luego el cine siempre es agradable de hacer, porque cambias mucho de localización.

¿Cree que el espectador es más crítico con las obras de teatro que con las películas?

Sí, seguramente es más crítico. En el teatro es más difícil la conexión con el público, porque yo creo que es una conexión más espiritual, una conexión más mística. Lo que pasa encima del escenario si te aburre no lo puedes soportar. Una película, si te aburre, puedes a lo mejor quedarte viendo los colores, mirando la fotografía, escuchando la música, pero el teatro es palabra, el teatro es conexión con el público y si no conectas es como con el amor, si no hay conexión no hay nada que hacer.

También las obras de teatro tienen como fecha de caducidad, las ves y ya no se ven más. 

Sí, sobre todo porque no hay un registro ni gráfico ni de imagen, puede haberlo, pero no interesa. El teatro grabado no es interesante, se puede mirar como algo arqueológico, como un archivo o consultar alguna cosa. El teatro si no es en vivo no tiene ningún sentido y el cine es eterno. Entonces, yo creo qué asistir a una buena obra de teatro como es el caso de Valle-Inclán a través de Gómez de la Serna en el Teatro Soho es una experiencia inolvidable. A mí me satisface mucho cuando viene alguien y ha visto alguna obra de teatro que yo he hecho y que me la recuerda… quedan como experiencias vitales en la trayectoria de cada uno. Ahora tenemos acceso a todas las películas las podemos ver, podemos dejar de verlas, podemos echarlas para atrás, es un elemento que tenemos más a nuestro alcance. El teatro es ese momento único en el que vamos a ir a una hora, a ver esta obra y no se va a volver a repetir.

Suscríbete para seguir leyendo