Entrevista | Luis Tosar Actor

«Todo muta pero no se transforma, el poder siempre será de los mismos»

El intérprete gallego protagoniza Código Emperador, un thriller sin acción de Jorge Coira sobre las cloacas del Estado y quienes acostumbran a resolver sigilosamente los escándalos en la sombra. Asegura Tosar que se preparó su personaje, un miembro del CNI, «leyendo periódicos»

Tosar, este viernes en el photocall del filme en el Muelle Uno.

Tosar, este viernes en el photocall del filme en el Muelle Uno. / EFE/DANIEL PÉREZ

Eduardo Parra

Sale de Maixabel, una historia real sobre el asesinato de Juan María Jaúregui, y ahora con Código emperador entra en un ficción también muy ligada a la realidad, las cloacas del Estado.

Por suerte y por desgracia tiene mucho que ver con la realidad: Por suerte porque a nosotros nos viene bien que pasen este tipo de cosas para contar películas y por desgracia por lo triste que es que sigan pasando las cosas que se leen en los titulares últimamente, como las últimas semanas del PP. Pero ésa es nuestra realidad, de la que no podemos escapar.

Su personaje, Juan, no es un agente secreto al uso, quizás porque estamos acostumbrados a personajes fuertes y ágiles que se enfrentan a todo sin problemas.

Tenía que ser un tipo que pasase desapercibido porque ése es su trabajo: parecer un tipo corriente, alguien gris en el que nadie se fije. También debía ser mínimamente vulnerable, que lo pasase mal al tratar de resolver un problema. Queríamos ofrecer una mirada más retrospectiva al cine de agentes de los años sesenta y setenta, al de esas películas donde los espías eran gente normal y corriente a la que de pronto le pasaban cosas.

undefined

Y entonces encuentra a Wendy, que trabaja en la casa de unos mafiosos a los que vigila Juan, y comienza el dilema moral, ¿verdad?

Porque la ve sola y desarraigada, puede verse en ella como un reflejo de sí mismo. Su profesión ha creado en Juan un desarraigo y desapego a todo y a todos, le ha convertido en un mero instrumento del sistema que se ha olvidado de sus propios deseos hasta que encuentra a Wendy.

Código Emperador es un thriller de pantallas, de móviles y cámaras ocultas, sobre una sociedad vigilada sin libertad que puede pagar muy caro los errores. ¿Se ha instaurado una especie de paranoia colectiva?

Ésa es una de las razones por las que nos fascina lo que se cuenta en esta película: el sentir que vivimos en un mundo sobreinformado en el que nuestra intimidad se utiliza como moneda de cambio constantemente, cuando no la exhibimos nosotros directamente, sin calibrar que pudiera ir en nuestra contra. Ese tipo de paranoia está instalada en el mundo de la cultura, la política, el futbol...

¿Un filme como éste podría inquietar a los poderosos?

No lo creo, ellos están por encima del bien y del mal, su negociado no va a tambalearse por películas como ésta. La película transmite una sensación pesimista y crepuscular sobre el mundo del poder: las cosas mutan pero no se transforman, lleva pasando desde los inicios de la humanidad. El poder será siempre ostentado por los mismos.

Código Emperador, desde luego, es fatalista en este sentido. ¿No hay nada que podamos hacer al respecto?

Debemos ser activos, no bajar la guardia y no despistarnos, fiscalizar todo. Y tener en cuenta que nosotros mismos contribuimos también a todo lo que pasa en las redes sociales, por ejemplo. Nosotros fuimos los que depositamos el voto para elegir a nuestros gobernantes y darles el poder, pero nos olvidamos muy pronto de lo que significa cumplir un servicio público. Apelo al sentimiento del ciudadano para pedir responsabilidades a los que gobiernan, porque, por desgracia, nos hemos acostumbrado por desgracia a un tipo de política donde los políticos se creen que pueden hacer y deshacer a su manera.

Suscríbete para seguir leyendo