Presentación

Bize comparte historias de monstruos reales en 'Mensajes privados'

El cineasta chileno contó con actores amigos para que les relataran a sus teléfonos móviles historias de calado humano, de nuestros terrores, todas ficcionadas pero todas auténticas, con las que ahora compite en el certamen

Matías Bize, Vicenta N’Dongo y Nicolás Poblete, antes de su photocall en el Puerto. | GREGORIO MARRERO

Matías Bize, Vicenta N’Dongo y Nicolás Poblete, antes de su photocall en el Puerto. | GREGORIO MARRERO / alicia garcía arribas. málaga/efe

Alicia García Arribas (EFE)

El cineasta chileno Matías Bize presentó ayer en Málaga su «experimento» cinematográfico, Mensajes privados, que hizo en la pandemia con los relatos que algunos actores amigos aceptaron contar hablándoles a sus teléfonos móviles; historias de monstruos reales, todas ficcionadas, pero todas auténticas.

«La muerte nos estaba pasando demasiado cerca y urgía ese deseo de volcarse a lo importante: cómo somos como padres, cómo somos como hijos, cómo somos en nuestras relaciones de pareja. Y partir de eso, la invitación era superconcreta: que se grabaran con sus teléfonos, en sus propias casas», cuenta Bize. El chileno compite por primera vez en el Festival de Málaga, donde opta a la Biznaga de Oro.

Mensajes privados es una íntima y particular aventura de monstruos que conecta con el interior del ser humano.

Las historias se entrelazan: un adulto que recuerda sus intentos de suicidio de niño a causa del maltrato de su madre; dos hermanos que descubren muy tarde que sus problemas mentales vienen del abuso que sufrieron en la infancia de su tío psiquiatra, que era quien les diagnosticaba, o una joven madre maltratada que sale huyendo de su monstruo con su niño de cinco años, colega y confidente, y lo consigue.

Son las intimidades de Antonia (Zegers), de la Vero (Verónica Intile), una actriz argentina que rodó su parto natural en una bañera y se lo cedió a Bize, como milagro final de la vida: «Ese pequeño que nace es el rayo de luz», dice Bize. O de Vicenta (Ndongo), que improvisa una historia que es la suya, donde cuestiona, sentada en su cocina, el rol de la mujer y la familia.

«A algunos les pasé un guion, otros fuimos conversando qué cosas les pasaban a ellos, otros hicieron cosas que me propusieron ellos, y a partir de ahí, yo estaba en México, en Chile estaba el montajista Rodrigo Saquel, y juntos empezamos a juntar el material que nos llegaba y lo más loco -apunta Bize- es que la película misma nos fue diciendo hacia dónde iba».

Y ahí están la historia de Néstor (Cantillana), un padre que no sabe que tiene un hijo, o la de Blanca (Lewin), que descubre tarde cómo es su maravilloso marido, o la de (Mellamo)Sebastián, un cantautor, también con su lado oscuro. Y la sobrecogedora historia de Nico, que es la vida real de Poblete, primera vez que habla en público de su «monstruo»: un tío que abusó de él (también de su hermana mayor) cuando era un niño.

«La idea era muy abierta: hacer una película juntos, pero sobre todo, les pedí que nos mirásemos hacia adentro y nos dijéramos de qué queríamos hablar, qué nos estaba pasando, desde el inicio les dije que no quería hablar de la pandemia».

La cinta, que se estrenará en Chile en el mes de mayo, no tiene de momento distribuidor en España.