Documentales

El "antes y después" de Kiko Veneno llegará a los cines el 24 de marzo

Este miércoles el documental sobre José María López Sanfeliu se ha presentado en el Festival de Málaga

El músico y cantante José María López Sanfeliu, mas conocido como Kiko Veneno, durante la entrevista que ha ofrecido a EFE

El músico y cantante José María López Sanfeliu, mas conocido como Kiko Veneno, durante la entrevista que ha ofrecido a EFE / Jorge Zapata (EFE)

Fermín Cabanillas (EFE)

José María López Sanfeliu, más conocido como Kiko Veneno, tuvo su gran golpe de suerte en 1992 con el disco ‘Échate un cantecito’, que salió cuando estaba a punto de abandonar su carrera musical, y el documental que rememora todo lo vivido ya tiene fecha de estreno: el próximo 24 de marzo.

El estreno en salas cierra el círculo de "un antes y un después" en la carrera del músico catalán recriado en Andalucía, y todo ello bajo el título genérico de "Un día Lobo López", que fue editado en 2022 con motivo de los treinta años de la publicación del disco.

Como ha explicado a EFE tras la presentación de la película en la sección ‘Documentales Pases Especiales’ del Festival de Cine de Málaga, “cuando recuerdo aquellos días pienso en que estaba esperando que llegara ese momento”, y define la cinta como “una mirada retrospectiva a los 15 años que estuve esperando”.

José María López Sanfeliu, mas conocido como Kiko Veneno

José María López Sanfeliu, mas conocido como Kiko Veneno / Jorge Zapata (EFE)

Todo lo que pasó hasta el éxito del disco, tras iniciar su carrera en 1977 con su álbum homónimo, lo cuentan, entre otros, el productor Joe Dworniak, los músicos Raimundo Amador, Andrés Herrera Pájaro, Lolo Ortega, Antonio Smash, Tato Macías y Juan Ramón Caramés, así como músicos de estudio británicos como Frank Tontoh y el ingeniero de sonido Matt Kemp.

Santiago Auserón, otra figura clave en la historia de la música española, antiguo miembro de Radio Futura y transmutado luego en Juan Perro, aquel "hombre en la sombra" al que iba dedicado ‘Échate un cantecito’, participa en el documental como testigo e impulsor de aquel hito.

A pesar de esa reunión en pantalla, Kiko Veneno no cree que el disco que le devolvió al estrellato sea un trabajo de referencia del pop español, aunque “en mí música sí, para mí fue muy importante, pero no creo que para la música española lo fuese”, aunque subraya que le llegó “en un momento en el que llevaba 15 años intentando vivir de la música, desde la ilusión con la que empecé en 1977”.

El músico y cantante Kiko Veneno (i), protagonista del documental "Un día Lobo López", posa con el director de la cinta Alejandro Salgado, hoy miércoles en su presentación en el teatro del Soho

El músico y cantante Kiko Veneno (i), protagonista del documental "Un día Lobo López", posa con el director de la cinta Alejandro Salgado, hoy miércoles en su presentación en el teatro del Soho / EFE

La cinta, dirigida por Alejandro G. Salgado, se adentra en la vida y el universo artístico de Kiko Veneno tomando como punto de partida la grabación de su disco más emblemático.

La película se centra en el periodo 1989-1993, durante el cual el cantante, guitarrista y compositor se dio una última oportunidad para vivir de la música antes de tirar la toalla, después de haber materializado con Veneno, en la segunda mitad de los años 70, uno de los proyectos más visionarios de aquella época y tras haber caído en una dura travesía del desierto llena de tropiezos artísticos y frustraciones personales.

“Nada más grabar el disco supe que iba a vivir de la música”, explica, y recuerda que “los preparativos prometían mucho, pero cuando llegué a Londres y comencé a grabar vi que todo iba a misa”.

A pesar de que tardó 15 años en conseguir el éxito y, preguntado sobre si los jóvenes deben tomarle como ejemplo, alega que no es de “mensajes profilácticos optimistas”, ya que “la vida es muy dura, y seguramente no van a conseguir nada”, por lo que entiende que “mi vida no les sirve de ejemplo”.

Dice, además, que salió de la primera proyección “extraordinariamente alegre, y vi la película como un acontecimiento musical, algo ajeno a mí”, y ahora ya está pendiente, como el resto del equipo, de ver qué respuesta recibe en el estreno en salas comerciales.

Rodada entre Sevilla y Londres (donde se grabó el álbum), la película es "un retrato colectivo de las personas y los espacios" relacionados con "Échate un cantecito", a la vez que recorre los rincones de Sevilla que quedaron fuera de la transformación que vivió la ciudad con motivo de la Expo'92.