Novela

Leonardo Sciascia: una desaparición en la Italia de Mussolini

Del autor de ‘El caso Moro’ se publica ahora la enigmática novela ‘La desaparición de Majorana’, donde la policía barajó en principio dos opciones: muerte o locura

Leonardo Sciascia.

Leonardo Sciascia. / L. O.

Santiago Ortiz Lerín

Hace unos años se estrenó la película italiana ‘El poeta y el espía’ donde Gabriele D’Annunzio, el vate, como dicen de manera poética, inspiró al dictador y fundador del fascismo italiano, Benito Mussolini, con sus ideas ultranacionalistas. El poeta mostró su decadencia en su villa il Vittoriale, en la que moriría en 1938, justo el mismo año en que transcurre la novela de Leonardo Sciascia ‘La desaparición de Majorana’. Al ominoso régimen antidemocrático de Mussolini todavía le quedarían unos años más de existencia, pues la Segunda Guerra Mundial aún no había comenzado. Para poner al lector en contexto, durante ese año de 1938 el «duce» ya había enviado a la guerra civil española a decenas de miles de soldados, como corrobora en sus investigaciones el historiador español Julián Casanova en sus ensayos sobre el periodo europeo de entreguerras y la guerra civil en nuestro país.

Esta novela es la séptima publicada desde 2021 por Tusquets Editores de la obra del escritor siciliano Leonardo Sciascia, y que en conjunto la editorial ya ha publicado dieciocho de este autor, entre otras de ‘A cada cual, lo suyo’ o ‘El caballero y la muerte’. Sciascia, que estudió magisterio, fue periodista además de un respetado escritor de narrativa, pero también diputado en el Parlamento Europeo.

Centrándonos en la narrativa del autor, la diferencia entre un informe de la policía y un relato policiaco es que el primero tiene que convencer a un juez y el segundo a un lector, y aunque pueda parecer más difícil lo primero que lo segundo, la realidad es que el informe maneja lo dicho de manera explicativa, mientras que la literatura rehúye las explicaciones y maneja lo que se dice y lo que no como un juego de sombras chinescas. Digamos, utilizando una analogía deportiva, que este es el terreno de juego donde se desenvuelve Sciascia, y que como decía Pasolini nos muestra «la contemplación de un misterio». Y es que solo los que han tenido que enfrentar la adversidad de denunciar la desaparición de un familiar conocen esa mezcla de inquietud e impotencia con la que aguardar noticias de la policía, que es como Sciascia abre esta novela corta sobre la desaparición del destacado científico Majorana, que es su hermano Salvatore quien retoma investigar por su cuenta para que, a través del senador y ministro del régimen de Benito Mussolini, Giovanni Gentile interceda ante el comisario de la policía Arturo Bocchini para que se reabra la investigación. Los buenos contactos han tenido desde siempre unas facultades incomparables para abrir puertas antes que una llave maestra.

«A los muertos se los encuentra, son los vivos los que desaparecen», decía el comisario Bocchini, quien primero reabre desganado la búsqueda de Majorana al recibir la carta del senador Gentile, pero que luego conoce el interés del dictador Mussolini, «quiero que lo encuentren», y es que no se refería a un italiano cualquiera, sino al doctor en física teórica, al experto en la teoría cuántica de los núcleos radioactivos con una guerra mundial en ciernes. Las fuerzas del Eje ya estaban guerreando en España con sus aviones y soldados, y unos meses más tarde el ejército nazi invadiría los Sudetes en Checoslovaquia. Luego, en el año cuarenta, Mussolini se lanzaría a invadir Grecia.

El asunto es que la apatía de la policía italiana se debía a los indicios por los que Ettore Majorana, previamente, había mostrado interés por suicidarse, es decir, que destinar tiempo, personal y esfuerzos para hallar un cadáver o a alguien con alguna alteración mental no suscitaba en el comisario Bocchini un especial entusiasmo. Sin embargo, surgen hipótesis más allá del suicidio o la enajenación psicológica, que es lo que mueve a Salvatore Majorana a tocar todas las teclas posibles para reactivar la investigación. Sciascia cita en la novela un diálogo del escritor Vitaliano Brancati donde de manera irónica se dice «¡en Etiopía ha muerto una vaca!», por el efecto fantasioso de un rayo mortal. Entonces, se especulaba con avances tecnológicos pensando en la guerra, y este valor científico es el que Gentile concedía a la reapertura de la búsqueda de Ettore, tal y como le dice por carta al comisario de policía «(…) estamos todavía a tiempo de salvarlo y devolverlo a la vida y a la investigación». Cinco años antes de su desaparición Ettore Majorana viajó a Alemania para conocer al físico Werner Heisenberg, a raíz de un hallazgo científico, que previamente había descubierto Majorana, pero que por falta de confianza en sí mismo no llegó a publicar, de manera que nunca pudo atribuirse. Heisenberg era el físico más capacitado para lograr la bomba atómica para la Alemania nazi.

A lo largo de la narración, Sciascia nos desvela el escándalo por el que la familia de Ettore estuvo implicada en la atroz muerte de un niño por odios familiares, digamos, situación con la que el autor envuelve esta desaparición con su pátina de sordidez.

La carrera por lograr la bomba atómica fue, sin duda, una guerra sin cuartel durante el segundo conflicto mundial. Después del apocalíptico bombardeo del Enola Gay sobre las ciudades de Hiroshima y Nagasaki, uno de sus tripulantes, el oficial Claude Eatherly, acabó en un hospital psiquiátrico después de perder la cabeza al comprender el alcance del desastre. Otro de los tripulantes, Paul Bregman, terminó suicidándose. Siete años antes del bombardeo en Japón desapareció el físico italiano Ettore Majorana. A pesar de todas las armas nucleares que se construyeron posteriormente, pero el hombre no está hecho para destruir el mundo, lo que volvió locos a tripulantes del Enolay Gay, y por ello uno se pregunta qué podría haber pasado verdaderamente por la cabeza de Majorana.

Leonardo Sciascia

Portada de la novela de Leonardo Sciascia. / L. O.

La desaparición de Majorana

  • Autor: Leonardo Sciascia
  • Editorial: Tusquets
  • Traducción: Juan Manuel Salmerón
  • Precio: 17,00 €