Rusia: el peligroso sueño de volver a ser un imperio

Con la última pantomima electoral, Vladimir Putin ha renovado simbólicamente su cargo de dictador perpetuo de Rusia, así que continuará con su propósito de intentar devolver a la vida el difunto imperio ruso.

El proceso intelectual que lleva a este peligrosa sacudida de las placas tectónicas del orden internacional es el que analiza Mira Milosevic (Belgrado, 1966), profesora y actual investigadora senior del Real Instituto Elcano para Rusia, Europa del Este y los Balcanes, en el ensayo ‘El imperio zombi. Rusia y el orden mundial’, que acaba de publicar en Galaxia Gutenberg.

Milosevic, autora en esta misma editorial de una ‘Breve historia de la Revolución rusa’ (2017), completa con este segundo ensayo su estudio sobre Rusia, en esta ocasión partiendo del desplome del imperio soviético hasta nuestros días, pero sin dejar de lado los antecedentes del imperialismo zarista, pues los dos imperialismos convergen para sustentar el violento cambio de timón del país.

Esta es, precisamente, la principal tesis del libro: La deriva ultracionacionalista rusa no es un producto personal de Vladimir Putin, sino que es un proceso que hunde sus raíces ideológicas en el pasado zarista y comunista y que resurge con fuerza tras la desintegración de la dictadura soviética, espoleado además por la victimización del otro, un clásico del nacionalismo. En este caso, como afirma la autora, «los complejos sentimientos de inseguridad, envidia y resentimiento respecto a Europa siguen moldeando la conciencia nacional rusa todavía hoy».

La debacle soviética habría llevado a los rusos a cuestionarse una vez más quiénes son y a colocar esa conciencia nacional en el motivo central de su política, con la peligrosa conclusión de que Rusia debe recuperar el espacio postsoviético y sus zonas de influencia y en especial los territorios en los que viven compatriotas.

Un nacionalismo imperialista el ruso que en nuestros días moldea la Historia a su conveniencia para convertir a Ucrania en parte ‘eterna’ de Rusia y que retoma la postura ultramontana del ministro Uvárov del zar Nicolás I, quien acuñó el eslogan «Ortodoxia, autocracia y nación».

En resumen, un libro muy completo y bien sustentado que deja pocos hilos sueltos por trenzar para ofrecernos un estado de la cuestión inquietante, el de un país que no ha logrado alcanzar la democracia, que tiene ansias neoimperalistas y que ha pasado de pilar del orden internacional a Estado revisionista cuya ambición es destruir ese orden para moldearlo a su gusto.

El imperio zombi. Rusia y el orden mundial

Autora: Mira Milosevic

Editorial: Galaxia Gutenberg

Páginas: 272

Precio: 20 €