Seguridad

El subdelegado reclama más control municipal en el Centro para evitar los incidentes nocturnos

Teófilo Ruiz asegura que es el Ayuntamiento de Málaga quien debe supervisar el consumo de alcohol en la calle, los aforos de los establecimientos y otras actividades

Teófilo Ruiz, hoy en la calle Larios.

Teófilo Ruiz, hoy en la calle Larios.

"Las competencias municipales son las competencias municipales. Así ha respondido el subdelegado del Gobierno en Málaga, Teófilo Ruiz, a la pregunta de si el centro de Málaga necesita un mayor control para evitar las peleas e incidentes violentos que surgen del ocio nocturno, sobre todo los fines de semana. Según Ruiz, que ha presentado esta mañana la operación Verano 2021, es el Ayuntamiento quien controla "el viario, los comercios, los aforos o el consumo de alcohol en la calle", por lo que ha señalado a las competencias municipales para evitar este tipo de incidentes.

"Todo eso es policía municipal. Lógicamente, la Policía Nacional debe estar presente, pero las competencias municipales son las competencias municipales", ha respondido antes de añadir que el Ayuntamiento debería poner "algo más de control en el centro histórico, que es lo que los turistas vienen a visitar". El subdelegado también ha indicado que la Policía Nacional sólo interviene en materias de su competencia, como puede ser algún altercado delictivo o el incumplimiento de la ley de Seguridad Ciudadana.

Por su parte, el comisario jefe provincial de Operaciones de la Policía Nacional, Roberto Rodríguez, ha apelado más a la responsabilidad de la ciudadanía que a la necesidad de poner más agentes en la calle para evitar estas situaciones. Tras recalcar que la Policía Local y la Policía Nacional están perfectamente coordinadas en este tipo de actuaciones, Rodríguez considera más lógico apelar a la responsabilidad de la gente que acude al centro de la ciudad, "que en su mayoría son personas que vienen a disfrutar". Como ejemplo, el comisario ha comentado la situación vivida hace unos días en el Peñón del Cuervo, donde una gran aglomeración de personas se resolvió sin ningún problema y con la colaboración de los asistentes, que abandonaron el lugar.