La hostelería andaluza perdió 8.000 millones en ventas con la pandemia

El sector hostelero en Andalucía ha perdido cerca de 8.000 millones de facturación debido al impacto de la pandemia, pasando a representar el 3,5% de la riqueza regional frente al 6,4% de antes de la irrupción del Covid. Las ventas bajaron de los más de 17.000 millones de 2019 a los poco más de 10.000 de 2020, según el anuario presentado ayer por el colectivo «Hostelería de España». El empleo se redujo de más de 300.000 personas a 257.000.

Antes de la crisis, el sector contaba con más de 56.000 establecimiento. En 2020, el censo de las empresas hosteleras, alcanzaba a final del año un 64,5% de tasa de supervivencia en restauración y un 75,1% en el alojamiento. En el caso de los autónomos la tasa de supervivencia es mayor, un 81,7% restauración, y un 84,9% en las de alojamiento.

En el análisis por provincias, la más afectada tanto en alojamientos como en restauración fue Huelva, mientras que Sevilla fue la que resistió mejor.

En datos generales, la producción del conjunto del sector tuvo una fuerte caída respecto al año anterior de un 43,3%, situándose además un 30,5% por debajo de la cifra de diez años atrás

Al cierre de 2021 se espera a nivel nacional una fuerte recuperación respecto a 2020 y que se modere la caída con relación a 2019, con descensos entre un 20-25% en el período navideño (lo que supone entre 8.500 y 9.000 millones). El año 2022 será el de la recuperación, aunque condicionada por la evolución de la pandemia, la subida de los precios y la finalización de las ayudas concedidas a las empresas, por lo que la recuperación plena es muy probable que se retrase hasta 2023.

En el contexto de la sexta ola de la pandemia, el presidente de la Confederación Empresarial de Hostelería de España, José Luis Yzuel, subrayó que aunque había muy buenas perspectivas de cerrar el año, al final estas expectativas «se han derrumbado» por el nuevo incremento de contagios.

Según sus cálculos, las cenas de empresa han caído un 75 % y se augura «un primero de año con una cuesta muy empinada», después de un final de año que «esperábamos mucho mejor».