Las pruebas de seguridad del metro de Málaga acaban este mes pero sin fecha de apertura

En las estaciones de Guadalmedina y Atarazanas está todo dispuesto. Los relojes dan la hora exacta, los paneles informativos están iluminados y la señalética intacta. Incluso están instalados los bancos, aunque cubiertos con plástico de burbujas, donde aguardarán los futuros pasajeros, a la espera de la puesta de largo.

Bajo tierra todo parece a punto para que el nuevo tramo del metro de Málaga (Perchel-Guadalmedina-Atarazanas) eche a rodar de forma inminente, aunque lo cierto es que la fecha de puesta en funcionamiento sigue siendo una incógnita cuatro meses después de que expirase el plazo que adelantó la Junta de Andalucía en la anterior legislatura, que fijaba la Feria, primero, y septiembre, después, para la inauguración.

Eso sí, la Consejería de Fomento sí define ya la culminación de la fase de pruebas que Alstom está desarrollando desde agosto y que está previsto que finalice a lo largo de este mes, antes de que acabe el año. Se trata de las pruebas de seguridad que se desarrollan durante la noche, una vez acaba el servicio de metro, aproximadamente desde las 12:30 hasta las cinco de la mañana.

En total, entre 20 y 30 personas trabajando entre el personal que está en los trenes, la asistencia técnica o el equipo que apoya desde el puesto de control del metro.

En concreto, esas pruebas de seguridad están comprobando el correcto funcionamiento de la señalización ferroviaria y el Sistema de Protección de Trenes (ATP) incluyendo la ampliación de la línea. Para ello, cada noche el equipo de Alstom carga el software que contempla el nuevo tramo y con el tren en marcha va recabando datos sobre el comportamiento de los diferentes sistemas de seguridad, comunicación, señalización... con el objetivo de corregirlos si es necesario y optimizarlos.

Cuando se va acercando la hora de la apertura del servicio, Alstom vuelve a cargar el software habitual de los trenes, que no incluye la ampliación de la línea, para que estos circulen con normalidad.

"Esperamos tener antes de finalizar el año ya el documento que acredita la seguridad, la ISA. Ese ya es un salto importante", explicó anoche la consejera de Fomento, Marifrán Carazo, durante una visita nocturna a los test de seguridad en el suburbano. Sin embargo, la finalización de estas pruebas no implica aún la puesta en servicio de la línea.

Una vez se cuente con el certificado de seguridad, la UTE Acciona-Sando deberá validar también esos resultados y, tras ella, la empresa concesionaria del servicio, Metro Málaga, para lo que no hay calendario determinado. De hecho, aunque el contrato de la UTE con la Agencia de Obra Pública de la Junta de Andalucía se extiende hasta el 29 de enero, no se descarta una nueva prórroga o que, por el contrario, finalice antes de la fecha máxima.

"A partir de ahora nos queda ese trabajo con las empresas de instalaciones y después con la concesionaria para validar esas pruebas, que han salido de forma correcta como se acredita", señaló Marifrán Carazo. "Estamos en la recta final pero la pregunta de cuándo no se puede decir todavía porque va en función del resultado de esa valoración. Es verdad que necesita un tiempo, todos nos estamos esmerando del primero al último. El compromiso es ponerlo en marcha cuanto antes".

Una vez culminen las pruebas de seguridad, comenzarán las de explotación que tendrán como fase final lo que se conoce como "marcha en blanco", una fase de pruebas de la circulación comercial pero sin pasajeros.

"Se está haciendo un esfuerzo ímprobo en poner en marcha esto lo antes posible y hay que agradecerle tanto a la empresa que hace las pruebas de seguridad como a la que está haciendo los trabajos de las instalaciones el esfuerzo para poner este sistema en servicio cuando antes", apuntó el director gerente de la Agencia de Obra Pública, Julio Caballero.

¿Un anuncio prematuro?

Preguntada sobre si el compromiso inicial de que el suburbano estaría operativo para la Feria de Agosto de este año fue un anuncio "prematuro", la responsable de Fomento del Gobierno andaluz aseguró que pensaron que podía ser factible y que se "intentó".

"Es que lo intentamos, intentamos llegar a esa fecha, pensábamos que podía ser posible y lo intentamos, pero es verdad que integrar la línea con servicio actual ha hecho que se prolongue más. Estamos en tiempo de contrato, no hemos dado ninguna fecha posterior porque sabemos la dificultad", continuó Carazo, durante la atención a la prensa en la estación de Atarazanas, donde celebró, además, que no se hayan producido afecciones al servicio habitual del metro durante el desarrollo de estos ensayos.

"Entiendo que la espera ha sido larga y que la ilusión es importante. La ciudad de Málaga quiere que su metro llegue ya pero evidentemente es una cuestión de semanas y tenemos que garantizar la seguridad. Pido un poco de paciencia", concluyó.