Mirando atrás cumple dos décadas de historias

Con el cambio de los tranvías de mulas por el de tracción eléctrica, ¿dónde encontrar especialistas de esta novedad? En esa Málaga del arranque del siglo XX no los había, por eso llamaron al ingeniero belga Mauricio Loizelier, que terminó asentándose para siempre en nuestra capital. 

Sus dos hijos malagueños, Ghislaine, de 88 años y Fernand, de 85, recordaron en La Opinión de Málaga la vida de su padre, ingeniero director de los tranvías, el domingo 13 de abril de 2003. Con este reportaje nacía la sección semanal ‘Mirando atrás’, una cita con todo tipo de testimonios personales, históricos o colectivos sobre el pasado de Málaga capital, principalmente, aunque también ha habido espacio para reportajes sobre la provincia. 

Durante 20 años y casi mil reportajes, por esta sección han pasado malagueños de nacimiento y adopción de casi todas las profesiones y en la que también ha habido hueco para que varios centenarios recordaran su larga vida, desde el famoso Don Curro -el empresario que dio nombre al veterano hotel- hasta Antonia Ramírez, enfermera del Sanatorio Lazárraga. 

Antonia Ramírez: un siglo de entrega

La foto de portada fue tomada en 2018 a los hermanos Montañez Gómez, en el obrador del Palo en el que desde 1932, la familia elabora sus famoso roscos de vino. También tuvo confitería, esta vez en la Colonia de San Eugenio, la familia de Paqui Jiménez, que en 1931 introdujo los ‘piquitos’ sevillanos en Málaga. 

Uno de los primeros reportajes fue para José Hurtado Martín, ‘Young Martin’, que a sus 87 años recordó sus tiempos de boxeador. Y en la habitación de su residencia de ancianos, Manuela García Contarini conservaba un retrato, de sus tiempos de modelo de alta costura de Pertegaz en los años 50 y 60. 

Otro reportaje sacó a relucir la figura del joven artista malagueño Francisco Muñoz Bautista, autor en 1965 del mascarón de proa del buque escuela Juan Sebastián Elcano y que falleció a los 33 años en un accidente de tráfico. 

‘Mirando atrás’ también ha sido la sección que ha seguido el auge de Bernardo de Gálvez, el estadista de Macharaviaya y uno de los héroes de la independencia de Estados Unidos, de la mano de la Asociación Cultural Bernardo de Gálvez, nacida en 2008 y que en 2014 logró que un cuadro del militar malagueño colgara del Congreso norteamericano, con lo que se salda una deuda secular.  

El perfil de la sección también ha permitido localizar importantes lotes de fotografías antiguas de Málaga, como las cerca mil que llegaron a través de una ONG y que este diario entregó al archivo fotográfico de la Universidad de Málaga, para su preservación. 

El cónsul francés

En otros casos, ha dado a conocer incorporaciones a archivos de la capital como dos álbumes con cerca de 500 fotos de Málaga y provincia del cónsul francés Louis Agel, tomadas entre 1902 y 1909 y que fueron adquiridas por el Archivo Histórico Provincial. 

Enrique van Dulken, uno de los padres del fomento de Málaga; la matrona Carmencita Medina; Antonio Galdeano, de 89 años, que recordó sus tiempos de juventud cuando trabajaba como cenachero y vendía los pescados en cenachos también han desfilado por estas páginas compartiendo sus recuerdos. 

Por cierto que una práctica común de ‘Mirando atrás’ ha sido entregar, tras la entrevista grabada a los protagonistas, el audio en el que repasaban su vida, para que lo pudiera conservar ellos y sus familias. 

Y ha habido hueco para todo tipo de sagas familiares, desde las que consolidaron la Málaga industrial del XIX y la del XX como los Gross, Krauel , Loring, Temboury o los Bolín, un material que sirvió de base inicial para el libro ‘La mirada de Málaga’, publicado en 2011 por el autor de esta sección, con la historia de 20 conocidas familias malagueñas.

Regreso al milenario Cerro del Villar de su descubridor

Sobre estas líneas, por cierto, aparece Juan Manuel Muñoz Gambero, un pionero de la arqueología malagueña, descubridor del yacimiento fenicio del Cerro del Villar, que recordó la mañana del 20 de diciembre de 1965 cuando llegó a un denso cañaveral junto al río Guadalhorce y el mismo suelo descubrió unos fragmentos de cerámica y tuvo el convencimiento de que se trataba de piezas fenicias, un pasado que por entonces carecía de pruebas físicas en Málaga. Además, en este terreno La Opinión recogió la visita guiada en latín al Museo de Málaga, para constatar que la lengua de Roma sigue muy viva entre nosotros.

Latín en vivo para el Museo de Málaga

Profesores, sacerdotes, músicos, obispos, historiadores, artesanos, albañiles, amas de casa, jabegotes, un grupo de antiguas colegialas hoy abuelas, camareros, pioneros del baloncesto, aviadores, futbolistas, jefes de estación... domingo a domingo esta sección ha tenido la suerte de hacerse eco de cerca de mil historias de hombres y mujeres de toda condición, algunas de las cuales se habrían perdido para siempre o no habrían salido del reducido círculo familiar. 

Y fuera de la ciudad de Málaga, en el resto de la provincia, ‘Mirando atrás’ ha ido mostrando, por ejemplo, las muchas maravillas y novedades del Museo Andaluz de la Educación de Alhaurín de la Torre; el intenso trabajo de promoción cultural y preservación de la memoria de la Fundación García Agüera de Coín; ha recordado el desaparecido Camping 191 de Marbella, cuyos restos están en peligro de desaparecer; ha resaltado los nuevos aires del centenario Balneario de Tolox; recorrido el flamante museo arqueológico de Teba y su ciudad íbera o contado la historia detrás de uno de los cementerios más hermosos de España, el de Casabermeja, de la mano del experto Francisco Rodríguez Marín. 

Ha sido una feliz casualidad que a comienzos de este mismo mes, ‘Mirando atrás’ se haya centrado en una importante noticia: la presentación de la monografía sobre la saga de escultores del XVIII de los Asensio de la Cerda, un trabajo realizado por el catedrático de Historia del Arte de la UMA Juan Antonio Sánchez López y el profesor titular del mismo departamento Sergio Ramírez. La investigación comenzó, como esta sección, hace 20 años.

A todos los que han colaborado en estas dos décadas con ‘Mirando atrás’, y con el recuerdo de quienes ya no están con nosotros, gracias de corazón.

Asensio de la Cerda: los escultores perdidos