Crónicas de la ciudad

Una Expo para toda la vida en los terrenos de Repsol

Tras el varapalo de París, nuestro alcalde puede dejar un terreno sostenible a perpetuidad promoviendo un bosque de 18 hectáreas en el gran ‘agujero negro’ de Málaga

Una de las últimas infografías del proyecto de bosque urbano de Repsol.

Una de las últimas infografías del proyecto de bosque urbano de Repsol. / Plataforma BUM Málaga

Alfonso Vázquez

Alfonso Vázquez

El pasado domingo, una persona del comité organizador de la candidatura de la Expo 2027 aventuraba al firmante que Málaga ganaría, aunque Belgrado podía dar la sorpresa porque le pisaba los talones. 

Ciertamente, sorprende que haya vencido la capital de un país que sigue sintiendo una inexplicable afinidad por el criminal internacional más buscado, por el gánster del Kremlin

En todo caso y como a veces 'todo el monte es orégano', es imposible no sonreír al comprobar que la candidatura serbia comparte la misma farfolla propagandística que se estila en España desde los visigodos. 

Como saben, en toda feria turística no falta municipio, pedanía o cinturón metropolitano que no se publicite como «crisol de culturas, encrucijada de caminos y tierra de contrastes». Pues bien, Belgrado proclama ser un «punto de encuentro de civilizaciones» y «encrucijada de civilizaciones». La imaginación al poder. 

Como curiosidad, el mismo miércoles, horas después de la decepción, el autor de estas líneas pudo hablar con un grupo de veteranas malagueñas, votantes tradicionales de Paco de la Torre y todas mostraban su alivio porque, argumentaban, al no celebrarse la Expo, los precios de la vivienda en Málaga, ya estratosféricos, al menos ya no iban a catapultarse hasta el espacio exterior.

En esta Málaga de éxito turístico, una de las principales preocupaciones es si se podrá seguir viviendo en ella o habrá que coger las maletas en busca de horizontes inmobiliarios menos escarpados. 

¿Qué hacer ahora? Lo cierto es que en la mano de Paco de la Torre está el actuar con audacia y forjar, de por vida y no sólo durante tres meses -el tiempo que iba a durar la exposición internacional- un verdadero ejemplo para el mundo de sostenibilidad

Porque por muchos foros de ‘Green cities’ y ‘surtidores’ de coches eléctricos que se planifiquen, nuestra ciudad sigue contando con un inmenso agujero negro con raquíticos porcentajes de árboles, parques y jardines. Hay barrios en los que sólo la demolición física de edificios permitiría aumentar las zonas verdes. 

Frente al atracón de hormigón proyectado en el solar de Repsol, nuestro alcalde puede cambiar el rumbo y dejar como legado para Málaga un bosque de casi 18 hectáreas en el corazón urbanísticamente más maltratado de la ciudad. Si lo hiciera, qué duda cabe que debería llamarse el Bosque Urbano 'Francisco de la Torre'. Sería una lección de sostenibilidad, modernidad y justicia social para los próximos siglos.

Ánimo y a levantarse defendiendo esta Expo sostenible ‘a perpetuidad’.

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