Entrevista | Xandra Falcó Presidenta ejecutiva de Círculo Fortuny

«Málaga lo está haciendo muy bien. Tras los museos han llegado los hoteles de 5 estrellas»

«Crear una imagen de marca lleva tiempo. Italia y Francia llevan muchos años haciéndolo y nosotros tenemos que hacer lo mismo»

«El turismo de lujo multiplicará sus cifras en esta década y España tiene que competir por ese mercado»

Málaga emerge como destino europeo para el turismo de lujo tras cuadruplicar su oferta hotelera de cinco estrellas

Xandra Falcó, presidenta ejecutiva de Círculo Fortuny, este pasado viernes en Málaga.

Xandra Falcó, presidenta ejecutiva de Círculo Fortuny, este pasado viernes en Málaga. / Álex Zea

José Vicente Rodríguez

José Vicente Rodríguez

 Círculo Fortuny, la asociación más representativa de la industria de alta gama en España, está formada por 71 marcas e instituciones que buscan potenciar la imagen en el extranjero de las compañías de bienes y servicios españolas de este exclusivo segmento. Gastronomía, Hoteles&Wellness, joyería, moda, perfumes o vinos son algunos de los diversos sectores representados en el colectivo, que quiere también destacar su aportación a la economía española y sus posibilidades de crecimiento. Su presidenta ejecutiva, Xandra Falcó, repasa con La Opinión de Málaga sus impresiones acerca del importante papel que va a jugar esta industria durante los próximos años. Círculo Fortuny acaba de celebrar en Málaga la jornada ‘Fortuny Talk’, donde ha presentado un estudio sobre el turismo de alto impacto elaborado por la consultora McKinsey.

Círculo Fortuny señala que, aunque España tiene más hoteles de cinco estrellas que Italia o Francia, el turismo de alta gama genera aún un menor impacto económico que en esos mercados ¿qué hacer para potenciar aún más los ingresos?

España es una historia de éxito en cuanto a turismo se refiere y está también muy bien posicionada en cuanto a número de hoteles de cinco estrellas en comparación Italia y Francia. De hecho, sólo estamos por detrás de Grecia y Portugal. El gasto medio en España de los turistas de alto impacto en estancia es cuatro vez superior al del turista medio. Y lo que vemos es que todavía tenemos recorrido por delante en este aspecto, porque en Italia es seis veces más y en Francia once veces más. Se está haciendo lo necesario y, sin duda, vamos por buen camino, pero queda senda por recorrer. En general, el gasto medio en estancia en Europa es de 170 euros al día y el del turista de lujo de 1.300 euros. La imagen que tienen Francia o Italia, por distintos factores, les ha ayudado en este segmento durante todo el siglo XX, pero ahora, en este siglo XXI, España tiene todos los elementos (cultura, clima, historia y hoteles de gran calidad) para atraer a este tipo de turistas.

El turista del segmento de lujo es el más rentable a nivel económico. ¿Es la apuesta por el turismo de alta gama una inversión capaz de traccionar económicamente de una ciudad o una provincia? Pienso en el desembolso asociado a capítulos como las compras o la gastronomía, además del alojamiento.

Lo que nos dicen los datos es que el 2% de los establecimientos turísticos son de alta gama y que generan, por sí solos, el 30% de todo el gasto de los turistas. Al final, eso se traduce en que, con menos turistas, puedes generar más PIB local. Y no hablamos sólo de un efecto directo (hoteles, compras, gastronomía, etc) sino de un impacto también indirecto ligado a la artesanía, a la agricultura, a la inversión que recibes a largo plazo. Es un efecto que va tirando de todo el tejido productivo de una zona.

Xandra Falcó ha asistido en Málaga a Círculo Fortuny.  | Á. ZEA

Xandra Falcó ha asistido en Málaga a un encuentro de Círculo Fortuny. / Álex Zea

¿Qué peso tiene el turismo hotelero de alta gama dentro del sector en general?

El turismo de alto impacto representa un peso del 22% dentro del total del sector. Hay que tener en cuenta además que Europa recibe casi el 50% del turismo mundial. Eso nos daría un impacto de entre 130 y 170 billones de euros de facturación anual. Y se espera que estas cifras se multipliquen en los próximos diez años por dos o incluso por tres. Ahí lo importante es ver también el origen de esos turistas: la mayor parte son norteamericanos (37%), le siguen los propios europeos (29%), luego China (13%), con el 20% restante correspondiente a otros países. Cuando eligen su destino, el país que aparece como número uno es Italia en el 33% de los casos, luego Francia (15%), Reino Unido (11%) y en cuarto lugar España (10%). No estamos mal, pero la cuestión es que hay que invertir en conectividad y vuelos directos, en el tema de los visados y en una imagen de destino.

¿Falta que España genere una marca reconocible en torno al segmento de alta gama? Entiendo que para eso hace falta un trabajo continuado.

No es algo que se haga en un año o dos, crear una marca lleva mucho tiempo. Los turistas de alta gama quieren visitar París, Londres, Milán, Nueva York. Entre las diez primeras grandes ciudades no hay aún ninguna ciudad española. Pero en el apartado de mar, Marbella está en el número ocho. Es un destino icónico de mar desde los años 60, y eso se ha mantenido; ha seguido creciendo y eso tenemos que conservarlo. Es un gran éxito que Marbella tenga ese tirón internacional.

Ha comentado usted en varias ocasiones que España posee todos los ingredientes para liderar el turismo de excelencia no solo en Europa, sino también a nivel mundial.

Creo que sí, porque realmente lo tenemos todo. Yo vengo del mundo del vino y de la gastronomía, y se le ha dado una vuelta enorme en los últimos 20 años a la imagen que se tenía de España al respecto. Hace unos días se supo que en la guía de los 50 mejores cocineros y restaurantes del mundo, el dos, el tres y el cuatro son españoles. El nivel en España es altísimo. En turismo, tenemos todos los ingredientes para que sea así. Nos falta algo de tiempo e inversión en aspectos como las campañas de imagen, de marca. Muchas ciudades lo están haciendo ya pero, claro, esto no es inmediato, para ganarte la mente del consumidor necesitas invertir durante muchos años.

Quizá es en eso donde nos llevan precisamente ventaja países como Francia o Italia, donde esa imagen sí está cultivada desde hace muchos años.

Hay que mirar mucho el largo plazo. Estas cosas no se hacen de la noche a la mañana. Las estrategias de asociaciones de las que somos socios, como la italiana Alta Gamma o la francesa Comité Colbert, hacen eventos en el exterior constantemente. Es una lluvia fina de comunicación que acaba creando este impacto en el consumidor. Nosotros también tenemos que hacerlo para conseguir que estos turistas vengan a España y a lugares como Málaga. La emisión de visados para personas no comunitarias también es fundamental. Necesitamos más agilidad y más velocidad. Tardamos mucho más que los franceses o los italianos para que puedan entrar en España.

Málaga es una de las zonas de más atractivo turístico. En el segmento de alta gama antes se hablaba sobre todo de Marbella, Benahavís o Estepona. Ahora también de la propia capital.

Es innegable que la provincia tiene un atractivo altísimo en el segmento de lujo, con Marbella y Benahavís y enclaves como La Zagaleta o Puerto Banús. Y Málaga capital, por ejemplo, lo está haciendo muy bien por la transformación que está llevando a cabo a través de la cultura: tras los museos han ido llegando cada vez más hoteles de cinco estrellas. El aeropuerto de Málaga tiene muchísimas conexiones internacionales y ese año añade la de Nueva York, que es algo importantísimo. Los estudios demuestran que una parte del gasto de los turistas se realiza por el destino por el que se entra en un país. Si hay un vuelo directo, es mucho más fácil atraer al turista de Nueva York a Málaga y a su zona de influencia. Es así.

A Málaga se la viene considerando últimamente como la tercera plaza más atractiva del país a nivel inmobiliario y residencial tras Madrid y Barcelona, y al mismo nivel que Baleares, ¿comparte esa visión?

Sin duda. Otro fenómeno que se detecta una vez que hemos dejado atrás la pandemia es el de la residencia itinerante. Es decir, personas que buscan una segunda residencia en ciudades como Málaga o Baleares donde, gracias al teletrabajo, pueden pasar tres o cuatro días a la semana. Málaga es una ciudad de mar, con un clima y una calidad de vida extraordinaria. Todo eso hace que el mercado inmobiliario suba.

Estamos viendo que marcas como Four Seasons, Epic, Karl Lagerfeld o Lamborghini se están asociando en la Costa del Sol a proyectos residenciales de alta gama. ¿Es otro camino por explotar para la consolidación de ese turismo de excelencia?

Claro, porque el turismo no debe entenderse sólo como vacacional, sino también con modalidades de residencia alternativa como las que hemos mencionado. España tiene todo para hacerse con este segmento. Para mí, es una gran oportunidad porque es un fenómeno nuevo. Tenemos que llevarnos una parte importante de ese mercado.

Málaga se ha llevado la decepción de no haber sido elegida sede de la Expo 2027. En todo caso, entiendo que ven positivo optar a este tipo de eventos.

Sí, es buenísimo intentar atraer este tipo de iniciativas internacionales. Se ha intentado y ha sido una pena, pero para nada hay que pararse sino seguir. En Málaga se están logrando también muchos éxitos a través del deporte, con citas como las del golf. Es algo muy importante para toda la provincia.

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