Sanidad

El Colegio de Enfermería de Málaga reclama la jubilación anticipada voluntaria

Los enfermeros demandan que se les reconozca como profesión de riesgo y que se les permita adelantar el retiro a los 60 años debido a las duras condiciones físicas y emocionales de su labor

El presidente del colegio asegura que se trata de una medida que beneficiará «a todos»

Una enfermera prepara una vacuna.

Una enfermera prepara una vacuna. / La Opinión

Arancha Tejero

Arancha Tejero

Tener la opción de jubilarse a los 60 años sin que conlleve una penalización económica, es la reivindicación que llevan años abanderando desde el Colegio de Enfermería de Málaga, que argumenta que se trata de un «derecho justo» basado en la dureza física y psicológica que conlleva la labor asistencial de estos profesionales. Esta demanda de jubilación anticipada parte de la necesidad de que la enfermería sea considerada como una profesión de riesgo, ya que la Ley General de la Seguridad Social establece que la edad ordinaria de jubilación puede ser rebajada o anticipada en aquellos grupos o actividades profesionales, cuyos trabajos sean de naturaleza excepcionalmente penosa, peligrosa, tóxica o insalubre y acusen elevados índices de morbilidad o mortalidad.

«Con la pandemia la sociedad abrió los ojos en cuanto a la carga que asumimos los profesionales de enfermería y por eso entendemos que es el momento de poner en valor nuestro riesgo en el ejercicio de la profesión», señala el presidente del Colegio de Enfermería de Málaga, José Miguel Carrasco, que ha vuelto a hacer un firme posicionamiento sobre la necesidad de que se reconozca a la enfermería como profesión de riesgo, ya que cumple con todos los criterios relativos a toxicidad, peligrosidad, insalubridad y morbilidad y, por lo tanto, deberían tener el derecho a acceder a la jubilación anticipada voluntaria.

Se trata de una demanda que supondría un «beneficio para todos», según el presidente, que argumenta que permitiría mantener plantillas adecuadas a las necesidades y los requerimientos de la profesión, así como asegurar que los profesionales que están ejerciendo lo hacen con unas condiciones físicas y mentales adecuadas. «Al final entendemos que es también un riesgo para el paciente. Es cierto que la experiencia es un grado, pero también hay que reconocer que uno no tiene la misma capacidad física con 30 años que con 63 para, por ejemplo, inmovilizar a un paciente si es necesario», señala Carraco, que hace hincapié en que no tiene sentido que una persona de más de 60 años esté toda una noche en la UVI asumiendo todo la responsabilidad y riesgo que ello conlleva.

Actual jubilación

En la actualidad, la jubilación en España está fijada en los 65 años y la jubilación voluntaria y anticipada se puede pedir a partir de los 63 años. No obstante, los profesionales que se quieran acoger a ella deben cumplir con unas exigentes condiciones y, en caso de conseguirlo, asumir una pérdida retributiva importante. «Hay otras profesiones sanitarias que, por ejemplo, a los 55 años tienen la opción de quitarse las guardias, mientras que los profesionales de enfermería, que trabajamos por turnos, no tenemos esa opción. Si se quieren evitar los turnos de noche, tienen que renunciar al complemento de nocturnidad lo que supone una pérdida del poder adquisitivo», lamenta el presidente del Colegio, que subraya que esa es una de las razones por las que la entidad colegial plantea la necesidad de adelantar el retiro a los 60 años sin que haya una merma económica. No obstante, insiste en que todo momento se trataría de una jubilación voluntaria, de manera que todo aquel profesional que se vea con la fuerza mental y física suficiente para seguir, podrá continuar trabajando si así lo ve conveniente.

Estudio de condiciones laborales

Para demostrar las duras condiciones físicas y emocionales, desde el Colegio reclaman que se realice un estudio exhaustivo que evalúe de manera precisa y objetiva las condiciones laborales a las que están expuestos, a fin de respaldar su derecho a la jubilación anticipada voluntaria. «Que las administraciones realicen un estudio para conocer, de forma reglada y organizada, nuestras condiciones laborales es el punto de partida para que nos puedan clasificar como profesión de riesgo», argumenta Carrasco, que asegura que, aunque llevan años reclamándolo, no han recibido respuesta por parte de la administración. Asimismo, subraya que se trata de una reivindicación abanderada tanto por el Consejo General de Enfermería, como por todos los colegios provinciales y autonómicos en las comunidades donde existen.

Por todo ello, desde el colegio consideran que es fundamental que las autoridades competentes tomen en consideración esta demanda y actúen en consecuencia, estableciendo un marco normativo que respalde la jubilación anticipada voluntaria para los profesionales de enfermería en instituciones sanitarias y sociosanitarias. «El bienestar y la calidad de vida de las enfermeras, así como la continuidad y la excelencia en la atención sanitaria, dependen de ello» , asevera el presidente.

Archivo - Varios enfermeros atienden a una paciente en la UCI

Varios enfermeros atienden a una paciente en la UCI / Eduardo Parra - Europa Press - Archivo

Málaga,a la cola de la media nacional

Málaga es una de las provincias con menos enfermeros de España. Sólo superada por Granada, la provincia malagueña se sitúa a la cola nacional en cuanto a profesionales por cada 1.000 habitantes con una ratio de 3,2, mientras que la de Andalucía se sitúa en 4,1 y la nacional en 5,05. El presidente del Colegio de Enfermería de Málaga, José Miguel Carrasco, afirma que en la provincia cada vez hay más ciudadanos, «pero la ratio es más pequeña porque no hay incremento de profesionales». Según Carrasco, la provincia cuenta con unos 9.300 enfermeros colegiados, donde están incluidos aquellos que están en paro o trabajando en otras provincias.