Educación

Un curso de transición hacia la nueva Formación Profesional

Alumnos, docentes y empresas se preparan para la implantación de la nueva ley, que en Andalucía está a la espera del desarrollo autonómico

Master class de maquillaje con alumnas de FP del IES Profesor Isidoro Sánchez de Málaga.

Master class de maquillaje con alumnas de FP del IES Profesor Isidoro Sánchez de Málaga. / La Opinión

El viernes 15 de septiembre también comenzarán las clases en Málaga para los alumnos de Formación Profesional, que cada vez son más. De hecho, la oferta pública lleva años quedándose corta y no dejan de aparecer nuevos centros privados. En toda Andalucía, según los datos de la Consejería de Desarrollo Educativo y FP, este curso hay casi 8.000 alumnos más.

En Málaga, se han ofertado 20.197 plazas de nuevo ingreso, de las cuales 1.070 son de nueva creación, lo que supone un total de 42.070 nuevas plazas en cinco años. Y en cuanto a la oferta educativa, se ha ampliado con 34 autorizaciones de ciclos formativos y Cursos de Especialización.

Es evidente que la FP está experimentando un cambio imparable, que se ha visto refrendado por una ley que por primera vez es exclusiva para estas enseñanzas y que tendrá que aplicarse íntegramente en toda España como muy tarde en 2025. El decreto que desarrolla esta ley se publicó este verano y ahora son las CCAA las que tienen que redactar sus desarrollos legislativos.

Este va a ser un año clave en Andalucía porque necesitamos que se desarrollo autonómicamente la norma, pero ya sabemos que tenemos que preparar un nuevo modelo de FP para el curso 24-25

«Este va a ser un año clave en Andalucía porque necesitamos que se desarrollo autonómicamente la norma, pero ya sabemos que tenemos que preparar un nuevo modelo de FP para el curso 24-25», explica la profesora malagueña Patricia Santos, que ha participado en la elaboración del real decreto.

Será un curso de transición con los módulos (asignaturas) antiguos y con módulos a extinguir, pero en el que los docentes tienen ya que preparar los nuevos planes formativos, hacer acuerdos con las empresas, formar a tutores laborales...

¿Cuáles son los principales cambios que trae la ley? En primer lugar, según el real decreto recién aprobado, la oferta formativa se diversifica e incluye desde las llamadas «microformaciones», hasta los títulos de FP y los cursos de especialización o másteres de la FP. Además, permite itinerarios educativos muy flexibles en los que se pueden combinar ciclos de diferentes grados o cursar módulos sueltas.

Pero lo más importante, como en el resto del sistema educativo español, es la transformación del proceso de enseñanza, poniendo el foco en el aprendizaje competencial. Por ello, igual que en Primaria, ESO o Bachillerato, la evaluación cambia y se busca que los alumnos «sean capaces de aplicar lo que han aprendido».

Todos en Dual

Santos subraya también la consolidación de la FP Dual: el próximo curso, todos los alumnos estarán en este modelo en el que el aprendizaje se comparte con la empresa.

Habrá una Dual General en la que el porcentaje de tiempo en la empresa es menor, y la Dual Intensiva, en la que el 40% de lo que se estudia se hace en empresas. Además, aparece la figura del tutor laboral. «Es un reto porque las personas que están en la empresa como tutoras laborales van a tener que aprender a diseñar esa propuesta formativa y a evaluar», detalla esta docente del IES Isidoro Sánchez.

Además, habrá contratos remunerados para los estudiantes, aunque esta medida no entrará en vigor hasta 2028.

La nueva ley incluye nuevos módulos en todos los ciclos de Grado Medio y Grado Superior que abordan aspectos clave para la economía actual como la digitalización, la sostenibilidad, el inglés técnico o la empleabilidad.

Y hace hincapié en un aspecto muy importante: la orientación, que ahora se trata en el módulo denominado FOL (Formación y Orientación Laboral). Una materia que se dará por última vez este curso y que será sustituida por Itinerario Personal para la Empleabilidad.

Patricia Santos, que imparte FOL en el Isidoro Sánchez, explica que actualmente en esta materia se enseñan a los alumnos sus derechos laborales o conocimientos sobre prevención de riesgos. Sin embargo, el nuevo módulo va más orientado a «acompañar al alumno para que identifique su talento, aprenda a gestionarlo y mejore así su empleabilidad». «Es lo que está pidiendo el mercado: el desarrollo de la comunicación, de lo que se llamaban habilidades blandas o soft skills y ahora se han empezado a llamar power skills», detalla.

El reto es que esos alumnos que aún llegan a un ciclo de FP sin saber muy bien dónde se han metido, estén mejor orientados, incide Patricia Santos. De hecho, ella ya trabaja desde años la inteligencia emocional con sus alumnos y ve muy acertado que este nuevo módulo de orientación se vaya a impartir también en la FP Básica.

Sobre el déficit de plazas públicas, la docente confirma que es real pero defiende analizar muy bien cada mercado y hacer una oferta pública «ajustada a sus necesidades». «Hay que racionalizar la oferta», concluye.

Suscríbete para seguir leyendo