Vivienda

Los alquileres para estudiantes en Málaga, por las nubes

Muchos jóvenes malagueños denuncian la subida del alquiler de un año a otro y las cláusulas abusivas a las que se enfrentan 

Cada vez se emplean más los grupos de Whatsapp y mensajes en redes para encontrar habitación

Aumentan los pisos de alquiler en Málaga y los precios de estos.

Aumentan los pisos de alquiler en Málaga y los precios de estos. / La Opinión

Laura Rubio

Septiembre significa para muchos estudiantes un cambio de hogar o renovar en el que se hospedaban el curso pasado. Para los universitarios, volver a la rutina se vuelve cada vez más complicado.

«Alquiler de piso de 2 habitaciones sin amueblar 1.150 euros al mes en Avenida Luis Pasteur». No se incluyen los muebles en la renta. «Casa para estudiantes, 5 habitaciones, 450€ por habitación al mes, en Colonia Santa Inés». No entra la intimidad y la tranquilidad en el precio.

«Empecé a compartir piso hace 5 años, y me costaba 220 euros al mes. Un piso de tres habitaciones en Ciudad de la Justicia, que estaba bastante bien. Me fui de Erasmus y cuando volví y busqué piso, ví que iban ya por los 300 o 350 euros por persona», cuenta Paloma Nieto, una joven de 23 años que va a comenzar un máster en la Universidad de Málaga.

La odisea de buscar piso se complica cada vez más para los jóvenes, quienes ven como los precios siguen creciendo y las condiciones de los pisos son cada vez más desfavorables.

«Entro este año en la Universidad y me vengo a vivir a Málaga. He pasado desde mayo buscando un buen piso, que esté bien de precio, en buena zona, y que no esté mal para vivir. Después de bastante tiempo de búsqueda he conseguido dar con uno por el que me piden 300 euros sin gastos con cuatro habitaciones», cuenta Carlos Rubio, de 18 años, quien comienza este año su época de estudiante en Málaga.

«La mayoría son ‘zulos’ o son carísimos. A mi me ha subido el casero el piso este año, pero viendo lo que había, decidí quedarme. Eso sí, lo sube porque según él, el precio del piso estaba por debajo de los precios del mercado, costaba 290 la habitación, sin gastos. Pero, ¿no se ha planteado que quizás sea que los precios del mercado están por encima de lo normal? Como sigan subiendo, hay jóvenes que se van a quedar sin estudiar», alega Ainhoa Montero, estudiante de 21 años que va a comenzar su último curso de Publicidad.

Tal y como cuenta Ainhoa, muchos jóvenes ven peligrar su etapa educativa al ver cómo no se pueden permitir pagar más de 300 euros al mes, cuando hace unos años «los precios eran mucho más equilibrados y había más variedad», cuenta la estudiante. «Antes había de todo. Pisos más baratos que eran más pequeños, con más habitaciones, peor zona… Ahora todos son caros, incluso los que están en peores condiciones. Y los que mejor están, el precio ronda o supera los 400 euros por habitación», explica Ainhoa.

Ainhoa hace unos años vivía en Huelin, ya que una opción para muchos es alejarse de la zona universitaria o el centro, donde es más caro. «El problema es que lo que te ahorras en el alquiler, que tampoco es mucho, lo gastas en tener que coger el transporte todos los días», explica.

Una situación similar vive Ana Bailén junto a sus compañeras de piso, a quienes les han subido 100 euros el alquiler este año. «Es un piso en el que llevamos viviendo 4 años y que no dejamos porque ahora está todo así de caro y no encontramos nada mejor de precio. Pero de 800 euros, subir a 900 sin gastos de un año a otro me parece una barbaridad», expresa la joven.

Para Ana esta subida le supondrá recortar en otros gastos tales como comida u ocio. «Este verano he trabajado para poder quitarles un peso a mis padres, que van a tener que hacer un esfuerzo más grande este año. Espero que al menos me den la beca, porque si no voy a pasar el curso bastante justa», lamenta Ana.

Cada vez es más complicada la supervivencia para los jóvenes estudiantes, quienes lamentan tener que mirar más el precio de la compra, salir menos y comprar lo justo, dejando la opción de poder ahorrar totalmente descartada. Algunos como Ainhoa opinan que «los caseros se aprovechan de la situación y de la necesidad de los estudiantes de tener donde vivir». La opinión de los caseros es distinta.

El coste de la inmobilaria ya no corre a cargo del inquilino | LA OPINIÓN

El coste de la inmobiliaria ya no corre a cargo del inquilino. / La Opinión

Perspectiva de los propietarios

«Todo está subiendo. A mí también me está costando cada vez pagar más la compra o las facturas, así que tengo que intentar subir mis ingresos de alguna manera. Es injusto, pero mientras haya quien los pague y yo pueda llegar a fin de mes menos apurada, lo haré. No me queda otra opción ahora mismo, es mi fuente de ingresos», cuenta María Jesús López, propietaria de un piso de alquiler en la Avenida Parménides, una zona muy concurrida por jóvenes y estudiantes por pertenecer al distrito de Teatinos.

«Este año he subido el piso 30 euros, que son solo 10 euros por persona, pero también es verdad que he comprado una mesa nueva para el salón y he arreglado algunas cosas que estaban en peor estado. Creo que ya que se sube el precio, hay que darles algo a cambio a los inquilinos», añade la propietaria, aunque es consciente de que no todos tienen el mismo pensamiento.

Muchos propietarios justifican el incremento del precio en la subida anual del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI), lo cual está favorecido por la nueva Ley por el Derecho a la Vivienda de 2023 que establece que, independientemente de si el precio del alquiler está regulado o no, los propietarios puedan cargar al inquilino gastos como el impuesto de bienes inmuebles.

Sin embargo, esta nueva Ley también recoge que los gastos de gestión inmobiliaria y formalización del contrato corren a cargo del arrendador, aunque aún hay jóvenes que han pagado honorarios a las inmobiliarias.

Son muchos los que, más allá del precio, critican las cláusulas abusivas y requisitos que piden los propietarios a la hora de firmar un contrato o aceptar a los inquilinos. «El año pasado encontré un piso que me gustaba y no estaba mal de precio. Sin embargo, el casero nos pidió a mí y a mis otros compañeros la renta de nuestros padres. Le pareció una renta insuficiente y consideró que no íbamos a pagarle, así que nos rechazó», cuenta Gonzalo Saavedra, de 23 años. «Yo trabajo durante el verano para pagarlo, que juzguen si podemos pagar o no me parece desconsiderado, la renta de nuestros padres debe ser privada y no debería ser un requisito acceder a ella», expresa el joven.

Son cada vez más los requisitos que hacen que muchos jóvenes tengan impedimentos extra al firmar un contrato. En algunos piden fianza de dos meses, en otros solicitan un contrato de un año a estudiantes que solo se alojan durante los 9 meses del curso escolar. «Si a un piso caro, se suma tener que pagar mucha fianza, y pagar meses en los que no te alojas, se complica aún más», explica Ana Bailén.

¿Cómo buscan piso?

Hace años los carteles de Se alquila eran los principales captadores de inquilinos. Sin embargo, cada vez son mayores las estrategias para dar con un inmueble. La opción de las inmobiliarias se descarta cada vez más, ya que supone un coste extra, y se apuesta por los portales web o grupos de Whatsapp.

«Yo estoy en un grupo de pisos de Málaga. Creo que los mejores pisos están ya cogidos, así que voy buscando una habitación, gente que busque un compañero y que lleve varios años en ese piso o que lo haya encontrado ya. Buscar piso completo es muy complicado, así que yo busco habitación libre», cuenta Mario, estudiante de Psicología.

También son comunes los mensajes en redes sociales. «Busco compañero de piso para el curso 23/24. Piso en Ciudad de la Justicia, amplio y luminoso. Gente limpia y ordenada». Mensajes como este son habituales en Twitter, como una manera de ofrecer de manera cercana una habitación. Para los jóvenes, que pasan la mayor parte del tiempo en redes, es más fácil moverse a través de ellas para encontrar ofertas de pisos.

«Me ha costado la vida encontrar piso. He probado en redes, en páginas de internet, preguntando a conocidos… Pero todo lo que veía me parecía muy caro. Al final encontré uno en El Cónsul que tenía habitación libre a través de un grupo de Whatsapp. Tampoco es barato, pero dentro de lo que hay…», explica Mario. Los jóvenes cada vez ven más complicado encontrar un sitio donde poder vivir durante su época estudiante. Si ya son conocidas sus dificultades para comprar una casa e independizarse, ahora también tienen dificultades para vivir de alquiler.

El distrito de Teatinos es el más elegido por los estudiantes para vivir  | LA OPINIÓN

El distrito de Teatinos es el más elegido por los estudiantes para vivir. / La Opinión

¿Cómo afecta la Ley de Vivienda 2023 a los pisos de estudiantes?

Una de las principales medidas que se adoptan con la nueva Ley de Vivienda es que se controlará la subida brusca del precio del alquiler limitándolo a un 3% a partir del año que viene. Sin embargo, esta medida solo afecta a aquellas que se rijan por contratos de larga duración o de vivienda habitual. Los temporales o de media estancia, se mantendrán al margen.

Según indican expertos del mercado, habrá propietarios que abandonen los contratos de larga duración para pasarse a los temporales, «aumentando así la oferta del parque de viviendas disponibles para estudiantes». Esto beneficiará en cuanto a no obligar a los estudiantes a alquilar durante un año entero, pero los propietarios podrán seguir subiéndoles el precio al ser alquiler temporal y no estar regulada por ley la subida. Es un arma de doble filo para los estudiantes, ya que habrá una mayor oferta de pisos temporales, pero no se les impide a los caseros seguir subiéndoles el precio cada año.

Además, a esto se le suma que la nueva ley permite que costes como el de la comunidad o el Impuesto de Bienes Inmuebles corran a cargo del arrendador, beneficiando así el incremento del precio de la renta.

Un punto a favor es que, si el joven opta por encontrar piso a través de inmobiliaria, la Ley de Vivienta establece que es el propietario el que debe hacerse cargo de los honorarios.

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