Reconocimiento

Málaga y la Guardia Civil honran a los veteranos españoles

El Día del Veterano ha sido organizado por la Guardia Civil este año en Málaga

Más de 600 veteranos del Ejército y Guardia Civil participaron en el acto celebrado en la Plaza de la Constitución

Entregaron una medalla al cabo caballero legionario Robert Christian Pinchao Rodríguez, por su valentía durante su servicio en Afganistán

Carolina Vergara

El centro de Málaga se llenó esta mañana con banderas de España y estandartes con escudos militares. Un insólito bullicio para ser un jueves por la mañana, a los turistas y los transeúntes habituales se le suman cientos de hombres y mujeres vestidos con sus uniformes militares. Repletos sus pechos de insignias que brillan con el sol malagueño, que ha hecho hoy presencia para honrar también a los veteranos españoles.

Como cada año se celebra el Día del Veterano, en esta ocasión organizado por la Guardia Civil en Málaga. Este acto anual quiere conmemorar el trabajo de todos aquellos que han prestado servicio en la Guardia Civil y en las Fuerzas Armadas. Más de 600 veteranos de dichos cuerpos han hecho hoy acto de presencia en la Plaza de la Constitución, además de cientos de ciudadanos y altos cargos, como el alcalde Francisco de la Torre.

Inicio del homenaje

El evento daba inicio con un discurso del director adjunto operativo de la Guardia Civil, Pablo Salas, y la entrada de la bandera nacional. Al terminar, un “Viva España” resonó en toda la plaza, seguido de un “Viva” gritado al unísono por cientos de militares, sonoro y potente, al que siguió el himno de España, interpretado por la banda de la Guardia Civil.

De la Torre saluda a los altos cargos con honores mientras se pasean los estandartes de las Fuerzas Armadas. De fondo en esta estampa se alcanza a oír el ruido de las campanadas de la Catedral, que permiten apreciar el solemne silencio que se mantenía en el lugar. Un silencio que se acentúa conforme ocho veteranos transportan la bandera hacia el mástil y, allí, la levantan mientras la banda entona una alegre melodía para acompañarla.

Por los megáfonos resuena el artículo 4.1 de la Constitución Española "La Bandera de España está formada por tres franjas horizontales, roja, amarilla y roja, siendo la amarilla de doble anchura que cada una de las rojas".  Otro “Viva España” seguido de otro “Viva” perfectamente sincronizado, que denota las miles de veces que estos veteranos habrán tenido que decir esas mismas palabras. De nuevo, el himno nacional.

El público expectante rompe su silencio para celebrar con vítores y gritos de admiración a los militares presentes. También se lamentan y se escuchan comentarios de apoyo cuando algún veterano debe salir de la formación para ser asistido por los enfermeros de la Guardia Civil. La avanzada edad de los asistentes, el calor y tener que mantener la postura durante un tiempo prolongado supera las fuerzas de algunos veteranos.

Desfile de veteranos de la Guardia Civil y el Ejército, en la plaza de la Constitución

Veteranos de la Guardia Civil y el Ejército, en la plaza de la Constitución / Carolina Cuesta

Tras esto, se hace entrega de varias condecoraciones a destacados miembros del ejército. Cabe destacar el cabo caballero legionario Robert Christian Pinchao Rodríguez, galardonado por su valentía durante su servicio en Afganistán. Allí, el cabo Pinchao protagonizó un episodio de heroísmo y compañerismo al acompañar tras un ataque a sus compañeros abatidos hasta que llegaron los refuerzos.

A esta entrega le siguieron los discursos, entre ellos, el del Almirante, Santiago Bolivar Piñero, presidente de la Real Hermandad de Veteranos de las Fuerzas Armadas y Guardia Civil. El veterano hace mención a los conflictos “cercanos a Europa”, haciendo referencia a Ucrania y Palestina, que nos hacen recordar y valorar más la labor de los militares. Finalizó citando a Pedro Calderón de la Barca, poeta y hombre de armas:

Aquí, en fin, la cortesía,

el buen trato, la verdad,

la fineza, la lealtad,

el honor, la bizarría;

el crédito, la opinión,

la constancia, la paciencia,

la humildad y la obediencia,

fama, honor y vida son,

caudal de pobres soldados;

que en buena o mala fortuna,

la milicia no es más que una

religión de hombres honrados.

El acto del Día del Veterano celebrado en Málaga contó con la asistencia de numerosas autoridades militares, mostrando el compromiso del Ejército y la Guardia Civil con el personal que ha servido entre sus filas. Así, asistió al acto el general Jefe de Mando de Personal del Ejército de Tierra, el teniente general Guillermo Fernández Sáez; el general Jefe de Mando de Personal del Ejército del Aire, el teniente coronel Enrique Biosca Vázquez; el jefe del Estado Mayor de la Flota en Rota, el contraalmirante Vicente Rubio Bolivar; el subdelegado de Defensa en Málaga, el coronel Eduardo Llorente Erroz; el comandante naval de Málaga, el capitán de navío Pablo Murga Gómez; y el coronel Enrique de Vivero Fernández, presidente de la Delegación de Málaga de la Real Hermandad de Veteranos de las Fuerzas Armadas y Guardia Civil; entre otros.

Ayuda, no solo a los veteranos

Lucía Llanos, presidenta nacional de la entidad de Retirados Asociados de la Guardia Civil de España (RAGCE), explica: “Llevamos desde 2018 atendiendo a nuestro colectivo y consiguiendo muchos avances, gracias también a la predisposición y colaboración de la Dirección General de la Guardia Civil”. “RAGCE tiene una labor social, intentamos ayudar al colectivo más vulnerable, no solo veteranos, sino también el colectivo de viudedad y orfandad de los cuerpos”. Algunas de las labores, tal y como detalla su presidenta, son el acompañamiento psicológico o telefónico, ayudar en las gestiones a los veteranos, especialmente si tienen problemas de movilidad, ofrecer un servicio jurídico totalmente gratuito y servicio de formación. “Conseguimos acuerdos con distintas academias e institutos para que los veteranos también puedan estudiar y formarse, que nunca es tarde”, apunta. “Tenemos también el área laboral. Muchos todavía pueden trabajar y tratamos de buscarles un empleo, una manera de estar entretenidos” , asegura Llanos, quien pone el acento en la faceta social de la entidad, ya que ayudan en todas las necesidades que puedan tener los veteranos, desde unas muletas, una silla de ruedas o una cama articulada. “A groso modo lo que intentamos es ser un apoyo más y que allí donde las administraciones no pueden llegar, pues que estén las asociaciones y hermandades de veteranos, que somos una familia”, concluye Lucía Llanos.

Homenaje a los caídos

Cuando terminaron los discursos la banda empieza a tocar la melodía de 'La muerte no es el final', e inmediatamente los militares y los ciudadanos cantaron juntos la letra de esta marcha militar. Mientras, algunos veteranos portaban las banderas de sus ramas del ejército.

Una sección de la Guardia Civil forma y dispara al aire, a ese estruendo le sigue uno aún mayor, el de los aviones de la Patrulla Águila que atraviesan el cielo pintando la bandera española en él. Después la banda, acompañada esta vez por el coro, entonan juntos el himno de la Guardia Civil y de las Fuerzas Armadas. Tras esto los veteranos marchan y, ordenados por secciones, recorren la calle Larios de Málaga, rodeados de civiles orgullosos que vitorean. Por toda la calle malagueña se escuchan gritos de “Viva España”, “ Viva la Guardia Civil”, “Vivan los veteranos”, viva.

Se puede ver más de una silla de ruedas en la marcha y bromas entre antiguos compañeros que, aun marchando, no pueden contener su entusiasmo. Algunos no son capaces ya de hacer la marcha al ritmo que solían hacerlo, pero el compañerismo que demuestran entre ellos le quita importancia a los protocolos. 

Desfile de veteranos de la Guardia Civil y el Ejército, en la plaza de la Constitución

Aviones de la Patrulla Águila pintaron la bandera de España en el cielo de Málaga. / Guardia Civil

Desfile y despedida

Los ya retirados militares finalizan su marcha al llegar a la Alameda Principal, allí el ambiente es de júbilo, de alegría y de orgullo por el merecido reconocimiento recibido esta mañana. Se respira felicidad, reflejada en los ya canosos rostros de quien sabe que ha hecho algo merecedor de esos honores. Esta alegría se extiende a los ciudadanos y extranjeros que por allí pasean, que no dudan en acercarse a los veteranos para darles las gracias, felicitarles e incluso pedirles fotos. 

La vigésimo sexta celebración del Día del Veterano cierra de la mejor manera, con asistentes y veteranos felices por ser reconocidos por la labor que desempeñaron en sus años de servicio. Nuestra sociedad atraviesa actualmente numerosos conflictos que, si bien deberían resolverse mediante la diplomacia, nos hacen ver lo necesarios que son estos hombres y mujeres que entregan su vida para dedicarla a una profesión de servicio a su país y a las personas. Vivan los veteranos, viva.