Crónicas de la ciudad

La rampa metálica de la calle Natalia y las fuerzas oscuras

La nueva estructura que salva el desnivel con la Calzada de la Trinidad es aprovechada en sus rincones más inaccesibles por grafiteros y botelloneros, faltaría más

Un rincón de la rampa de calle Natalia, el 31 de octubre.

Un rincón de la rampa de calle Natalia, el 31 de octubre. / A.V.

Alfonso Vázquez

Alfonso Vázquez

El secreto del buen clima de Málaga estriba en los montes que frenan los vientos fríos norteños y el mar que suaviza los calores. Al mismo tiempo, en ocasiones esta amplia barrera montañosa transforma el viento en terral, aunque una extendida leyenda afirme que nos viene de África.

El estar apretujado entre montañas ha condicionado el clima de Málaga, pero también nos ha empujado en brazos del sector servicios, como si no hubiera un mañana y complicado la movilidad y el transporte pues esta ciudad no está, como la Guadalajara mexicana, en un llano. En cuanto a los barrios, algunos son auténticos puertos de montaña para los vecinos, que están perdidos sin un coche. 

El 'scalextric' del peatón

¿Cómo salvar tanto desnivel en Málaga? A veces con carreteras curvilíneas, otras con puentes e incluso en rincones como el barrio de La Trinidad, con un amago de ‘scalextric peatonal’

Fue la solución que se adoptó para, al mismo tiempo que se cumplía con las normas de accesibilidad, comunicar la larga cuesta de la Calzada de la Trinidad con el mercado de Bailén y el centro ciudadano Bailén, en concreto con la vecina calle Natalia. Se trata de una vía de la que el Ayuntamiento no tiene constancia oficial de su origen en su callejero histórico, aunque en algunos de estos casos de nombres de pila, solía tratarse de familiares de algún propietario de terrenos del entorno. 

La rampa y calle Natalia.

La rampa y calle Natalia. / A.V.

La rampa resultante, que sólo tiene unos años, salva el enorme desnivel con coherencia, aunque no sea la solución estética soñada, porque una rampa recta desplegada entera se comería toda la calle Natalia y quién sabe si no llegaría hasta la calle Bailén.

Para que la rampa no resultara un excesivo ‘morcón visual’, pues hay que pensar que justo detrás asoma la torre de la iglesia de la Santísima Trinidad, la estructura metálica, replegada en sí misma, se pintó de blanco y azul, colores locales muy agradables.

Basura en las zonas valladas.

Basura en las zonas valladas. / A.V.

Pero para que el conjunto desentone lo mínimo posible es necesario un poco de más mimo e interés, aspectos que se pueden conseguir con algo tan fácil como que un técnico municipal suba o baja la rampa con frecuencia. 

Esta sección visitó el armatoste el último día de octubre para constatar que los huecos enrejados habían sido aprovechados por los seguidores malaguitas del ‘lado oscuro’ para dejar la marca iletrada de firmas grafiteras y lanzar latas, hierros y alguna botella. Si las fuerzas oscuras de Málaga siguen despreciando la educación general básica no hay otra que limpiar más y multar a quienes sean sorprendidos. Y sin amnistía que valga. 

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